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Las tenistas españolas demuestran su compromiso jugando la Fed Cup
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Las tenistas españolas demuestran su compromiso jugando la Fed Cup

Suárez y Muguruza disputaran la eliminatoria contra Italia a pesar de que la competición, que no da dinero o reconocimiento, disloca su preparación de cara a la temporada de tierra

Foto: Carla Suárez, en un partido de Fed Cup (EFE)
Carla Suárez, en un partido de Fed Cup (EFE)

La Fed Cup queda empotrada en medio de un calendario siempre apretado. Es una competición que no desata pasiones, siempre molesta para una preparación racional de la temporada. Carla Suárez y Garbiñe Muguruza, las dos mejores tenistas españolas de los últimos años, acuden a la llamada de la capitana Conchita Martínez. El objetivo es devolver a España al Grupo Mundial que, a diferencia de la Copa Davis, lo conforman solo ocho equipos. El rival, la temible Italia.

Las jugadoras demuestran un gran compromiso en este viaje. La Fed Cup no tiene el reconocimiento de la Davisy económicamente está lejos de ser rentable para las jugadoras. El durísimo calendario tenístico, que obliga a estar diez meses seguidos casi sin parar, se pone aún más complicado cuando se suman a sus esfuerzo la competición por equipos. Más aún en año olímpico: más viajes, más citas, más partidos y un calendario más comprimido de lo habitual.

Especialmente lesivo es para Carla Suárez, que sin embargo hará el esfuerzo de acudir a la llamada. Ha tenido varias lesiones en los últimos tiempos, no es una jugadora de físico espectacular y tiene muchos puntos por defender en las próximas semanas. El año pasado tuvo grandes resultados en la gira de tierra, con unos cuartos de final en Madrid y final en Roma, y tendrá que esmerarse para mantener su ranking, que es uno de sus objetivos prioritarios esta temporada. Quiere formar parte de la élite, de las diez mejores del mundo. Acudir a Lleida supone un trastoque en su preparación, acumular cansancio antes de unas semanas cruciales, pero a pesar de todo ha querido renunciar a la preparación más lógica para apoyar al equipo nacional.

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El caso de Garbiñe Muguruza es algo diferente, aunque también ella tiene que hacer un gran esfuerzo para estar con sus compañeras. Ella, hasta los cuartos de Roland Garros, en un mes, no tiene mucho que defender. Además, necesita más rodaje, pues su temporada está siendo algo decepcionante y sus salidas rápidas de varios torneos han hecho que esté algo falta de ritmo. Muguruza sabe que, en su caso, hay efectos positivos en ser parte de la selección. De hecho uno de sus mejores momentos de esta temporada data de la ronda anterior, contra Serbia, cuando ganó sus dos partidos y se mostró muy contenta por estar en el equipo. Las federaciones suelen acudir a ese argumento, los efectos benéficos que tiene la pertenencia a un grupo en un deporte individual, para 'vender' las bondades de la Fed Cup. Es cierto que muchos jugadores lo agradecen, aunque hay opiniones para todos los gustos.

La Fed Cup es una competición muy complicada con escaso retorno para la tenista. Le pasa algo similar a la Copa Davis, aunque es probable que la competición masculina tenga más prestigio y, consecuentemente, suponga un mayor reconocimiento para los que la juegan. Los jugadores llevan años pidiendo que se reorganice la competición, pues consideran que les quita mucho más de lo que les da. La Federación Internacional, no muy dada a los cambios, por el momento siempre se ha negado a discutir una cosa así. Los deportistas piensan que esta competición entorpece su temporada, los torneos regulares que es donde está el dinero. Las carreras, cortas, exigen optimizar recursos y es complicado navegar por un calendario de diez meses en el que prácticamente no hay semanas libres y en las que cualquier lesión o fallo físico puede gravar mucho al competidor.

La importancia de Conchita Martínez

La capitana, Conchita Martínez, trata de recompensar el esfuerzo de las suyas con sus palabras. "Tengo fe ciega en mi equipo y en su compromiso. Vamos a ser una piña y sabemos que a nuestra ilusión se va a unir el calor del público desde la grada, algo fundamental para nosotras", decía el día de la presentación, cuando además de las dos primeras raquetas nacionales se supo que también irían la veterana Anabel Medina y Sara Sorribes, una de las jugadoras más prometedoras del tenis nacional.

"Es un orgullo como capitana contar con un equipo de la calidad tenística y humana como el que España presentará en Lleida. El tenis femenino español ha manifestado reiteradamente que su objetivo inmediato era recuperar una de las ocho plazas del Grupo Mundial de laFedCupy estamos preparadas para ello", decía también la extenista, que se ha convertido en una pieza clave en la federación española. Llegó al equipo femenino después de Arancha Sánchez Vicario, tiempos tumultuosos, y con su profesionalidad consiguió calmar las aguas. También tuvo un efecto similar con su llegada al equipo masculino después de la última gran trifulca por el nombramiento de Gala León como capitana.

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El reto es complicado, pues en la última década Italia ha ganado la competición en cuatro ocasiones y es, junto a la República Checa, el país que mejor se desenvuelve en la Fed Cup. A Lleida acudirán algunas de sus primeras raquetas, Roberta Vinci (8 del mundo) y Sara Errani (20), con experiencia y talento suficiente para hacer daño a cualquiera. Será imprescindible que la afición acuda a la cita, pues es uno de los puntos importantes en cada una de las eliminatorias, muchas veces el calor de la grada termina dando ese punto más en eliminatoria que, como está, tienen difícil pronóstico por la igualdad de las jugadoras.

No les faltará apoyo de autoridades, pues tanto el ministro Iñigo Méndez de Vigo como el secretario de Estado para el Deporte Miguel Cardenal han confirmado que estarán allí respaldando al equipo capitaneado por Conchita Martínez, que disputará los dos primeros partidos este sábado a partir de las 13.00 horas y el domingo los tres restantes desde las 12.00. Subir significa ser uno de los ocho mejores equipos del mundo y, una vez allí, siendo una competición tan corta -solo tres rondas-, todas las puertas se abren para un equipo que se está beneficiando del renacer del tenis femenino español con Carla Suárez y Garbiñe Muguruza.

La Fed Cup queda empotrada en medio de un calendario siempre apretado. Es una competición que no desata pasiones, siempre molesta para una preparación racional de la temporada. Carla Suárez y Garbiñe Muguruza, las dos mejores tenistas españolas de los últimos años, acuden a la llamada de la capitana Conchita Martínez. El objetivo es devolver a España al Grupo Mundial que, a diferencia de la Copa Davis, lo conforman solo ocho equipos. El rival, la temible Italia.

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