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La sospecha de amaños en Australia salpica a un partido con dos tenistas españoles
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en los DOBLEs MIXTOS DE MARRERO Y ARRUABARRENA

La sospecha de amaños en Australia salpica a un partido con dos tenistas españoles

'The New York Times' ha informado que las autoridades sospechas de un supuesto amaño en el partido de dobles mixtos que enfrentó a Marrero y Arruabarrena contra Kubot y Hlavackova

Foto: David Marreno y Lara Arruabarrena, en el partido frente a Lukas Kubot y Andrea Hlavackova (FOTO: NYT).
David Marreno y Lara Arruabarrena, en el partido frente a Lukas Kubot y Andrea Hlavackova (FOTO: NYT).

Las sospechas sobre amaños de partidos en el tenis no sólo afectan al presente Open de Australia, sino que incluso ahora señalan a partidos en los que han participado jugadores. Según varias casas de apuestas potentes, el partido de dobles mixtos que enfrentaba a David Marrero y Lara Arruabarrena contra Lukasz Kubot y Andrea Hlavackova tendría indicios de haber sido amañado, por lo que se detuvo su cotización durante el encuentro.

Según informa 'The New York Times', las casas de apuestas Betfair y Pinnacle Sports confirmaron que dicho encuentro tuvo unas apuestas inusuales para un tipo de partido así. Según afirma Marco Blume, uno de los responsables de Pinnacle, la posibilidad de poder pujar a dicho partido se cerró 13 horas antes de comenzar el choque, al tener sospechas de que pudiera existir algún tipo de arreglo por los montantes económicos que se jugaron.

Para hacernos una idea, las cantidades económicas que habían sumado todos los partidos dobles mixtos de este Open de Australia hasta dicho encuentro rozaban los 1.900 euros. El partido entre Marrero-Arruabarrena/Kubot-Hlavackova movió, nada más empezar el choque, cantidades que superaban los 25.000 euros, tal y como confirmó Betfair. Esta situación provocó que ambas casas de apuestas decidieran cerrar las pujas a dicho partido.

Pero, ¿cómo detecta una casa de apuestas que un partido puede estar amañanado? Estos lugares cada vez más comunes en el deporte son los primeros interesados en que estas situaciones no tengan lugar, pues son conscientes de que un posible fraude en cualquier mercado deportivo da lugar a una devolución a los apostantes de las cantidades jugadas. O, lo que es lo mismo, no se suspende un mercado sin tener pruebas de un posible amaño.

"Tenemos gente que analiza casi en tiempo real cómo se desarrolla un partido. Lo normal es que detectemos en un evento que no es importante la entrada de grandes cantidades de dinero o de apostantes. Ahí sabemos que podría haber un fraude y lo que hacemos es congelar el partido y quitarlo de las apuestas. Lo pasamos a las autoridades y se inicia una investigación", confirma Albin Tiusanen, director general de PAF en España, a El Confidencial.

La TIU analizará si existen evidencias

Esos mismos mecanismos son los que siguen todas las casas de apuestas, y los que se han hecho efectivos en el partido en el que jugaban ambos españoles, según confirma 'The New York Times'. Las pruebas no sólo se envían a la Policía, sino también a la Unidad de Integridad del Tenis (TIU), que es la que se encarga de investigar sí realmente hay elementos sospechosos que den alguna pista de un hipotético amaño de un partido.

Si hace escasas días era la 'BBC' la que hacía público un supuesto escándalo de partidos amañados en el tenis desde 2007, ahora ha sido 'The New York Times' el que asegura que en la presente edición del Open de Australia empieza a haber sospechas de que esta mala práctica se sigue llevando a cabo. En este partido, Marrero (32º del mundo en dobles) y Arruabuarrena (33ª clasificada), perdieron el partido por 6-0 y 6-3.

Las sospechas sobre amaños de partidos en el tenis no sólo afectan al presente Open de Australia, sino que incluso ahora señalan a partidos en los que han participado jugadores. Según varias casas de apuestas potentes, el partido de dobles mixtos que enfrentaba a David Marrero y Lara Arruabarrena contra Lukasz Kubot y Andrea Hlavackova tendría indicios de haber sido amañado, por lo que se detuvo su cotización durante el encuentro.

The New York Times
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