El día que Eugénie Bouchard fue humillada por no querer dar la mano a una rival

Eugénie Bouchard recibió su propia medicina en la Fed Cup. La tenista canadiense, actual número siete del mundo en la WTA, se convirtió en una de las protagonistas de la eliminatoria que enfrentaba a Canadá y a Rumanía por una plaza en el Grupo Mundial de la Copa Federación, al negarse a dar la mano a su rival, Alexandra Dulgheru... que supo cobrarse su venganza a tiempo.

Todo comenzó en la presentación del enfrentamiento entre ambas tenistas. Las dos posaban sonrientes ante los medios gráficos, que tomaban instantáneas de ambas jugadoras poco antes de que se midieran sobre la pista. Entonces, Dulgheru le tendió la mano a la canadiense, pero ésta se negó a estrechársela ante la incredulidad de los allí presentes. Pero a la rumana no se le olvidó.

Preguntada después del cara a cara, Bouchard explicaba por qué había rehusado dar la mano a su rival: "No se trata de nada personal, simplemente es que no creo en desear suerte a mi rival antes de enfrentarme a ella", confesaba la canadiense. De hecho, la número 7 del mundo ya había hecho exactamente lo mismo ante Eslovaquia, pero lo que no iba a esperar era el desenlace.

Durante el partido, Dulgheru salió realmente motivada a la pista y sólo necesitó dos sets para derrotar a su rival. Clasificada en el puesto 70 de la WTA, había sido capaz de pasar por encima de una de las 'Top-Ten', a la que no había dado ni una sola oportunidad. Pero, su venganza, tuvo lugar en la celebración: tras conseguir el punto definitivo, festejó la victoria... no estrechando la mano a su equipo.

En un claro gesto jocoso, se dirigió corriendo hacia su banquillo, preparó la mano y, cuando la iba a estechar, la retiró entre visibles risas. A continuación sí estrechó la mano a Bouchard, que acababa de ser testigo de lo sucedido: "No fue una respuesta, simplemente era una broma... No se trata de nada personal" repitiócon la misma respuesta de la canadiense antes del choque. La venganza siempre se sirve fría.