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Artur Mas no quiere los pitos de otros años y huye de la final del Conde de Godó
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BARCELONA, COMO MADRID, BUSCA UN MASTERs 1000

Artur Mas no quiere los pitos de otros años y huye de la final del Conde de Godó

El torneo catalán aspira a igualar a Madrid consciente de la que se avecina cuando Nadal -ahora o más tarde- deje de jugar el torneo o alcanzar su final

Foto: Artur Mas en el palco de autoridades del RCT Barcelona durante la última edición del Godó (Cordon Press).
Artur Mas en el palco de autoridades del RCT Barcelona durante la última edición del Godó (Cordon Press).

En un fin de semana teñido de luto en Barcelona, el Torneo Godó ha presenciado una final sin españoles. Rafa Nadal llevaba nueve años imbatido en las pistas de su club y ha visto como el japonés Nishikori se convertía en el primer japonés en ganar el Godó, con el colombiano Giraldo como rival.Nada más producirse este hecho, el alcalde de Barcelona, Xavier Trias, defendió el cambio de modelo del torneo, para convertirlo en un Masters 1.000. El Godó aspira a igualar a Madrid consciente de la que se avecina cuando Nadal -ahora o más tarde- deje de jugar el torneo o alcanzar su final, circunstancia que ha sucedido este año.

El Godó está absolutamente enraizado en la sociedad catalana pero ciertamente tiene 'Nadaldependencia', algo que también sucede en la Caja Mágica pero en menos medida. Su aspiración es conseguir la misma categoría que el Masters deMadrid, pero imitando el modelo de Montecarlo, que es el que más gusta en la ciudad condal.Este deseo del alcalde de Barcelona, choca con la inviabilidad del actual recinto del RCT Barcelona para acogerlo. Un Masters 1.000 necesita de unas instalaciones que no estén tan comprimidas como las del club de Pedralbes. Pero ese no parece ser el problema y sí más de índole económico.

El escenario internacional del tenis se está desplazando a Asia y a los nuevos mercados emergentes. La inversión en un Torneo 1.000 supone, por ejemplo para Madrid, casi 10 millones de euros en patrocinio público fundamentalmente municipal. En el caso de Barcelona, la sociedad sí está identificada en el evento de forma incondicional y se le considera el "centro" del mundo del tenis en España.

En ese escenario de crisis o replanteamiento del modelo, apareció el President, Artur Mas, en la tarde del sábado. No se anunció su presencia hasta última hora, pues no es habitual que se deje ver hasta la final. Llegó iniciado el partido de Almagro con la intención de comprobar su feeling con elpúblico y así afirmar o descartar su posterior presencia en la final.Y ocurrió lo previsto, Artur Mas hizo mutis por el foro y evitará la reacción del público que ya fue adversa en años pasados en la entrega de Trofeos, en el que no habrá ningún español.

Mas desertó el domingo para evitar censuras, pero los que sí estuvieron fueron Miguel Cardenal, presidente del Consejo Superior de Deportes, acompañado del Coronel Jefe de la Guardia Civil de Cataluña e Iván Tibau, director general de deportes de la Generalitat, y el citado Trías, alcalde de la Ciudad Condal.El futuro del tenis está en el aire y también sus torneos. Madrid pende de un hilo y Valencia aún no tiene cerrada la financiación pública para su torneo en octubre. En esta coyuntura, el de Barcelona sí forma parte del tejido empresarial de la ciudad, pero quiere poder diversificar los riesgos garantizándose los primeros del mundo en competición en el futuro.

Con una final descafeinada, el debate transcurrió sobre el futuro de los torneos de tenis en España que ya han pedido a Cardenal un cambio de modelo fiscal al igual que la World Tennis Challenge de la LFP que preside Javier Tebas.En un contexto de reducción de patrocinios y subvenciones públicas y privadas, el debate del deporte en España no ha hecho más que comenzar. En este punto, Barcelona es un valor seguro siempre que alcance el objetivo de subir premios y categoría del torneo. Mientras tanto Europa cotiza a la baja a favor de mercados emergentes.

En un fin de semana teñido de luto en Barcelona, el Torneo Godó ha presenciado una final sin españoles. Rafa Nadal llevaba nueve años imbatido en las pistas de su club y ha visto como el japonés Nishikori se convertía en el primer japonés en ganar el Godó, con el colombiano Giraldo como rival.Nada más producirse este hecho, el alcalde de Barcelona, Xavier Trias, defendió el cambio de modelo del torneo, para convertirlo en un Masters 1.000. El Godó aspira a igualar a Madrid consciente de la que se avecina cuando Nadal -ahora o más tarde- deje de jugar el torneo o alcanzar su final, circunstancia que ha sucedido este año.

Artur Mas Javier Tebas
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