Rafa Nadal pasa a semifinales en Australia pidiendo respeto y haciendo llorar a Dimitrov

Rafa Nadal buscaba su pase a las semifinales de Australia ante el búlgaro Grigor Dimitrov, una de las más firmes promesas del tenis mundial, y lo logró pese al tropiezo inicial, al calor y a las ampollas de su mano izquierdan que se han convertido en el rival más doloroso para el mallorquín. Tras más de tres horas de juego y una victoria forjada en cuatros sets (3-6, 7-6, 7-6 y 6-2) sirvieron para que Nadal acabase concon un Dimitrov que abandonó la pista llorando.El ganador del partido reconocía que había "sufrido mucho, he tenido mucha suerte en el desempate".

Efectivamente, empezó pasándolo malel número uno del mundo ante un jugador que sacaba a 217 kilómetros por hora y demostraba velocidad en sus piernas. Tras un primer set en el que Dimitrov dominó con solvencia, Nadal recuperó el mando del partido para establecer la igualdad en el marcado llevándose la segunda manga en el 'tiebreak'. Y a partir de ahí, los puntos fueron cayendo del lado del de Manacor.

Rafa se llevó el tercer set beneficiado por los graves errores de su rival. Bien aprovechados por Nadal, sirvieron para ponerse por delante y supusieron un mazazo para el búlgaro que no se explicaba cómo podía haber fallado el último golpe. La presión, como el calor, empezaba a ser insoportables.

Famoso por su fortaleza mental, se vislumbraron ciertos nervios en Rafa Nadal mientras era atendido en el descanso: nuevo vendaje para una mano izquierda marcada por las ampollas, el rival más duro y doloroso en Australia. Su pie derecho se movía impaciente, no así la fuerza mental y la voluntad del número uno del mundo. El propio Nadal comentó que sentía que "la raquetaparece como si se fuera, no eres capaz de acelerar en el momento correcto. He servido despacio, mal. Ytodo esto ante un rival muy difícil, pero estas victorias a veces ayudan a jugar mejor luego.Debo intentar mejorar, y estar preparado para el partido que viene.Debo sacar y sentir que la raqueta está firme. Así no se golpea con confianza, sino con miedo y desde que tengo que tengo la venda saco peor".

Ya tenía demasiados problemas técnicos para controlar a su adversario, cuando a todo esto se añadieron una docena de apasionados aficionados búlgaros que además de animar a su compatriota se enfrentaron enfurecidos y de forma descarada al español cada vez que Rafa se acercaba a su área gritándole en su cara."Me están faltando al respeto" se escuchó decir a Nadal dirigiéndose al juez de silla, el brasileño Carlos Bernardez, que no supo detener estas agresiones verbales que sufría.Volvió a la acción firme en el saque, pero tanto Rafacomo Dimitrov evidenciaban signos de cansancio físico y mental. El búlgaro luchaba para seguir vivo en el partido aunque sus oportunidades se agotaban ante un Nadal que no quería sorpresas.

El número uno del mundo tenía un pie en semifinales y puso el otro después de romper, una vez más, el saque a su rival. Cerró el partido ante el búlgaro, que pagó cara su inexperiencia en los momentos más importantes y eso, ante Nadal es una losa difícil de levantar. Las lágrimas de Dimitrov al abandonar la pista eran el mejor ejemplo de ello. Nadal se verá las caras conRoger Federer que doblegó a Andy Murray en cuatro sets (6-3, 6-4, 6-7 (6) y 6-3). Amparado por el mayor poder de su nueva raqueta, el suizo volvió a sacar un partido adelante con solvencia para liquidar a Murray, vengándose un año después de la derrota que el escocés le infligió en semifinales.En la otra semifinal, que se disputará este jueves, se enfrentarán Tomas Berdych y Stanislas Wawrinka.

Resta importancia a las ampollas

Sea quien sea su siguiente rival,el número uno del mundo va a tener que seguir luchando con las ampollas que tiene en su mano izquierda. No termina de esta cómodo y los que le rodean no se explican cómo aguanta.Boris Becker, entrenador del serbio Novak Djokovic, y un hombre que utilizaba su servicio como arma letal, no entiende cómo Rafa es capaz de permanecer vivo en el torneo en estas condiciones: "No comprendo cómo Rafa puede jugar en estas circunstancias, con esa llaga en la mano. Y no creo que vaya a ir mejor en los próximos días".

El propio Nadal ha querido dar algo de normalidad a este hándicap asegurando que"las imágenes son más exageradas, no hay ningún cráter en ella. La mano no está mal pero no está suficiente dura como para jugar, mirad (y dio palmas con las dos manos). Para la vida normal no tengo ningún problema". Lo cierto es que las ampollas no dejan al de Manacor rendir como a él le gustaría:"Cómodo no es porque lo ideal no es jugar con toda la mano vendada, pero he jugado en mi carrera con protecciones. No es algo que me perjudique aunque tengo que evitar la sensación de que con el servicio la raqueta se me va".

Satisfecho con el resultado, Rafa Nadal analizó su victoria comentando que "engeneral no he jugado tan mal, el primer problema fue el saque, que me produjo problemas para el resto de mi juego. Sacando así no tengo calma para el resto. El servicio no me sirve para empezar a jugar el punto, y uno tiene que luchar más y eso agota". En ningún caso se plantea afrontar la siguiente cita sin el vendaje que le protege:"Está complicado. Se me puede abrir y entonces sí tenemos un problema doble. El lugar es muy malo y tendría problemas para poder jugar. Puedo hacerlo, pero la piel esta blanda en mi punto de agarre, donde me acaba la raqueta, yo la cojo por abajo del todo. Es el punto de fricción y ahí normalmente tengo un callo, pero se inflamó y después voló por los aires. Ahora está la piel debajo que está débil y nueva. No creo que pueda resistir un partido a cinco sets. No lo creo yo, ni los médicos".