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Garbiñe Muguruza va en serio y su indecisión fuera de la pista no se nota dentro
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Garbiñe Muguruza va en serio y su indecisión fuera de la pista no se nota dentro

"No me siento para nada invencible". Garbiñe Muguruza se colaba en los octavos de un Grand Slam por primera vez sin miedo, el secreto de su juego

Foto: Garbiñe Muguruza celebra su pase a octavos (Efe).
Garbiñe Muguruza celebra su pase a octavos (Efe).

“No me siento para nada invencible. Hubo un momento en el que pensé que se me escapaba el partido y luego sentí que ella estaba nerviosa en los momentos importantes; eso me dio fuerzas y pensé que tenía mi oportunidad”. Así analizaba Garbiñe Muguruza (21) su victoria ante Caroline Wozniacki, décima favorita y exnúmero uno del mundo. La gran esperanza del tenis español se colaba en los octavos de un Grand Slam por primera vez y lo ha hecho con un desparpajo fuera de lo común para una jugadora española en pista rápida. Asegura que su secreto consiste en no tener miedo y así lo está demostrando. Garbiñe va en serio y prefiere dejar a un lado la indecisión que rodea a la nacionalidad que defenderá.

Formada bajo la batuta de la Academia Bruguera, Muguruza es la única española que continúa en Australia. Un motivo que refuerza el haber sido señalada como la gran esperanza para tenis femenino español. La venezolana exhibió un desparpajo fuera de lo común para una jugadora española en pista rápida, superficie en la que se desenvuelve a la perfección igual que la otra sorpresa de la cita australiana, Roberto Bautista. Garbiñe tiene una habilidad natural para controlar los partidos y mantener la calma cuando las aguas vienen revueltas; todo esto combinando con cierto atrevimiento para intimidar a sus rivales. Tanto que en su reaparición en Auckland solo pudo frenarla Venus Williams en cuartos de final. No tiene problemas a la hora de reconocer que su secreto es “ser siempre agresiva y no tener miedo”. Una seña de identidad que la diferencia del resto.

Hablamos de reaparición porque Muguruza se ha visto obligada a resurgir después de tocar fondo por una lesión que la llevó a pasar por el quirófano para operarse uno de sus tobillos. A pesar de haber estado seis meses de baja, no duró mucho lejos de las pistas. Haciendo gala de una sólida tenacidad, durante dos meses entrenó sentada en una silla mientras seguía con su recuperación: “Tenía que empezar a jugar de alguna forma, sin apoyar el peso en el tobillo y la única forma era esa. Le decía a mi entrenador: tengo que jugar, no me puedo quedar en casa sentada viendo que las otras están entrenando”. Un complicado trance que le dejó una valiosa lección: “Te das cuenta de muchas cosas. Si no hubiese pasado por eso ahora sería muy distinta, no valoraría muchas cosas que ahora valoro”.

¿Venezuela o España?

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Segura de sí misma, mientras sigue peleando por hacerse un hueco entre los grandes nombres de la raqueta femenina, confiesa que puede ser “una buena jugadora, tengo grandes aspiraciones porque cuando juego con las diez primeras y las buenas, no estoy tan lejos de ellas”. Ni sus once encuentros consecutivos con victoria ni su talento han pasado desapercibidos. Conchita Martínez fue testigo de su última victoria y es que la capitana del equipo español de la Copa Federación se ha marcado como objetivo que Gerbiñe vista los colores nacionales. Nacida en Caracas (Venezuela) y con raíces vascas por su padre, toda su formación ha transcurrido en Barcelona, ciudad donde reside.

A diferencia de Diego Costa, Muguruza aún no ha decidido si defenderá los colores venezolanos o españoles. “Tengo la familia muy repartida por igual en ambos lados”, comentaba tras llegar a octavos. Lo cierto es que el año pasado ya renunció a disputar la Copa Federación con España y aunque compite en el circuito WTA con la bandera nacional, las dudas no sólo surgen dentro de la pista, también fuera. Los aficionados se encuentran en la tesitura de seguir y apoyar a una tenista que ambiciona estar, por ejemplo, en unos Juegos Olímpicos sin saber si finalmente compartirán los mismos colores. A la espera de la decisión final, el tenis español ha depositado en el valiente juego de Gerbiñe Muguruza todas sus esperanzas y expectativas.

“No me siento para nada invencible. Hubo un momento en el que pensé que se me escapaba el partido y luego sentí que ella estaba nerviosa en los momentos importantes; eso me dio fuerzas y pensé que tenía mi oportunidad”. Así analizaba Garbiñe Muguruza (21) su victoria ante Caroline Wozniacki, décima favorita y exnúmero uno del mundo. La gran esperanza del tenis español se colaba en los octavos de un Grand Slam por primera vez y lo ha hecho con un desparpajo fuera de lo común para una jugadora española en pista rápida. Asegura que su secreto consiste en no tener miedo y así lo está demostrando. Garbiñe va en serio y prefiere dejar a un lado la indecisión que rodea a la nacionalidad que defenderá.

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