Ferrer y Feliciano demuestran que el tenis español sigue teniendo mucho presente

Anda con cierta incertidumbre el mundo del tenis nacional tras la eliminación ante Canadá en la primera eliminatoria de la Copa Davis, algo que no le sucedía a España en la Copa Davis desde 2006, que en este siglo XXI es la auténtica dominadora del torneo con cinco entorchados y otras dos finales, perdidas en 2003 ante Australia y en 2012 ante la República Checa. Las finales disputadas por Ferrer y Feliciano López revelan que tenis español tiene presente,aunque tuvieran un resultado dispar. Mientras que Ferrer se llevaba la final de Buenos Aires por un 6-4,3-6,6-1, Feliciano caía en Memphis por un claro 6-2,6-3.Estas dos finales con presencia española revelan el buen estado del tenis español,refrendado con la vuelta de Rafa Nadal. Lo que siembra más dudas es el futuro de la raqueta española.

La eliminación de España ante Canadá dejó a las claras la dificultad que tiene el actual capitán de la Davis, Álex Corretja, para formar un equipo que sea capaz de competir con garantías ante rivales de entidad. Las ausencias de los hombres fuertes del combinado nacional (Ferrer y Nadal), además de otros hombres importantes como Verdasco o Feliciano López, destaparon las carencias que sufre la cantera española del tenis. Los hombres más en forma del tenis español, Ferrer y Feliciano, superan ya la treintena de edad. Por debajo de los 23 años, media de edad para entrar en el top 100, no se adivina ninguna esperanza para el tenis nacional. El rendimiento de los Ramos, García López, Marc López o Granollers en la citada eliminatoria ante Canadá dejó a las claras la falta de relevo  en el tenis español.

España, que se jugará su permanencia en el Grupo Mundial en septiembre, tiene un problema de futuro. “Después de esto viene la sequía. Hay que mover ficha ya”, declaraba Jordi Arrese, plata en los JJOO de 1992 en 2009. Desde entonces los federativos trabajan con la idea de dotar a España de un sustento cuando los Nadal, Ferrer o Almagro dejen de estar. “Puede ser que se piense que lo que se está consiguiendo es algo sencillo, pero es irrepetible. Auguro un pequeño vacío en los próximos años", declaraba Galo Blanco, actual entrenador de Milo Raonic, verdugo de España en su adiós de la Davis el pasado mes de enero.

A la falta de mirlos que releven a las primeras espadas de la raqueta nacional, hay que unir el cierto recelo que muchos de los tenistas han tenido con la federación internacional acerca del formato de la actual Davis, pues consideran que debería ser bienal y no cada año. “Debería realizarse en dos años y lograr que los sponsors paguen más, porque a lo mejor lo consigues, ya que será algo más exclusivo. Son ellos los que complican la situación. A mí me gustaría seguir jugando la Davis…pero tengo que encontrar ventanas. Yo, el otro y el otro. Al final, no hay sitio”, afirmaba Nadal, una de las voces más críticas con el actual formato de Copa Davis. Que España tiene presente lo corroboran Ferrer y Feliciano, las dudas que asolan al tenis de nuestro país es si habrá relevo natural o tendremos que caminar por el desierto durante unos años.