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Irritación en la Caja Mágica por culpa de Djokovic y Del Potro
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DEL "NO ES POR JODER, PERO NADAL NO JUEGA" AL "CULO ILUMINADO" DEL SERBIO

Irritación en la Caja Mágica por culpa de Djokovic y Del Potro

Sin llegar a ser cruel, el día de ayer en la Caja Mágica fue frustrante para algunos e impotente para otros. Por un lado, Martín del

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Irritación en la Caja Mágica por culpa de Djokovic y Del Potro

Sin llegar a ser cruel, el día de ayer en la Caja Mágica fue frustrante para algunos e impotente para otros. Por un lado, Martín del Potro, con su abandono, hacía añicos la ilusión de centenares de personas que habían comprado su entrada para ver en directo a Rafa Nadal. La impotencia invadió las taquillas del Masters 1000 de Madrid pidiendo una devolución o cambio de entrada para otro día. Por otro, un recordman llamado Novak Djokovic frustró a Guillermo García-López a base de raquetazos. “Ya, ya te he oído, ya”, llegó a replicar el español a su entrenador cuando éste le indicaba cómo atacar al serbio.

“Vamos, vamos, dale”, se animaba a sí mismo García López en el primer set que perdería a la postre 6-1. En los cinco primeros juegos Djokovic sólo falló dos golpes. Lo demás fueron puntos para el balcánico. Lejos de realizar exclamaciones exageradas y de estallar en público al estilo de Murray, Simon o Gulbis (por ejemplo), el de La Roda mantuvo la calma y continuó dándose ánimos.

“Vamos Guille, ánimo nene”, “¡bravo!”. “Sé agresivo con tu derecha”, señaló su entrenador Juan Manuel Esparcia insistentemente tras hacer su primer juego del partido (5-1). “Ya, ya te he oído, ya”, replicó el tenista de 28 años.

García-López a su entrenador: “Hoy me voy rápido”

El segundo set se inició con un García-López más desanimado. “Hoy me voy rápido”, apuntó con sorna a su técnico. Estaba incómodo en la pista ante el mejor tenista del mundo en este 2011. Normal. Tras su victoria de ayer igualó el récord de Ivan Lendl de 29 partidos consecutivos ganando. No sabe lo que es perder en la presente temporada.

“Sigue sacando a tu derecha y olvídate. Esto puede cambiar”, trataba de alentar Esparcia a su pupilo. “Vale”, respondió con cierta ironía Guillermo. Fue un sentimiento de frustración casi desde el inicio. A Djokovic le entraban todas y García-López no tenía respuesta ante golpes tan contundentes. “Sólo un punto en todos sus restos”, se quejaba Guillermo a su entrenador como muestra de que era incapaz levantar el partido ante Nole.

Tras cincuenta minutos de partido, el marcador reflejó un 6-1 y 6-2. “Este chico tiene el culo iluminado”, señaló un compañero de prensa suizo. Y es que jugando así, será difícil que alguien le tosa.

“No es por joder, pero Nadal no juega”

Un sentimiento parecido al de Guillermo se respiró en las taquillas del torneo. La noticia saltaba poco antes de las 16:30 horas, Del Potro se retira del Masters y Nadal se clasifica para la siguiente ronda sin aparecer por el barrio de San Fermín. “No es por joder, pero Nadal no juega”, gritó en tono guasón un adolescente que abandonaba las instalaciones a un grupo de gente que entraba. La reacción en las taquillas y en los aledaños a la pista Manolo Santana era de impotencia. En poco tiempo, decenas de aficionados se dirigieron a donde unos minutos antes habían hecho un desembolso de entre 50 y 100 euros. En la ventanilla, sin éxito, intentaron devolver su entrada o cambiarla para el día siguiente. Rabia contenida y a esperar que alguien quiera comprar un ticket para ver a Murray contra Bellucci.

“Pero si la niña no sabe ni quién es Murray”, suplicaba un padre desesperado porque su pequeña, de menos de diez años, viera a Rafa. “¿No puedo cambiarla para mañana (por hoy)? En serio, es que me da igual entrar que tirarla. Yo puedo ver tenis pero ella sólo conoce y quiere ver a Nadal”.

En el mostrador de al lado se enfada un hombre con una entrada para la Manolo Santana y otra para la Arantxa Sánchez Vicario. “Yo compré una para ver a Nadal y otra para ver a Murray. ¿Qué hago ahora?”. Una persona al lado, en otra ventanilla más, le da una opción: “Poner una reclamación porque esto es una chapuza. Que nos devuelvan el dinero y se lo resten al ganador del torneo”.

Es tenis y es lo que hay

Lo cierto es que la organización vende entradas según el estadio, no el partido. Partiendo de esa premisa es raro que se pueda llegar a una solución que agrade a ambas partes. Así es el tenis.

El Nadal-Del Potro (bien podría ser una final de cualquier torneo) a una altura tan temprana del torneo empezó siendo un chollo y terminó siendo una pesadilla en forma de Bellucci y Murray. Para consuelo de todos los afectados, David Ferrer no falló para levantar (algo) la moral de la Manolo Santana.

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Sin llegar a ser cruel, el día de ayer en la Caja Mágica fue frustrante para algunos e impotente para otros. Por un lado, Martín del Potro, con su abandono, hacía añicos la ilusión de centenares de personas que habían comprado su entrada para ver en directo a Rafa Nadal. La impotencia invadió las taquillas del Masters 1000 de Madrid pidiendo una devolución o cambio de entrada para otro día. Por otro, un recordman llamado Novak Djokovic frustró a Guillermo García-López a base de raquetazos. “Ya, ya te he oído, ya”, llegó a replicar el español a su entrenador cuando éste le indicaba cómo atacar al serbio.

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