Juan González Marruecos y el Mundial: "Queremos que España vea que las Leonas no bajan los brazos"

Faltan muy pocas horas para que España debute contra Nueza Zelanda en la Copa del Mundo de Rugby femenino que este año se disputa en Inglaterra. Juan González Marruecos ha hecho trabajar de lo lindo este año a las 32 leonas que acuden a la cita mundialista. Solo les pide una cosa a sus chicas: “Queremos que la gente vea un equipo que nunca baja los brazos”

PREGUNTA. Tres años como seleccionador y antes otros cuatro en el staff técnico es una buena carta de presentación para hacer un análisis certero sobre la salud del rugby femenino español.

RESPUESTA. Diría que, en general, está creciendo. Hubo un momento de bastante incertidumbre durante el Covid donde todos los deportes de contacto se vieron bastante limitados, aunque después tengo la sensación de que empezó a crecer. A ello ha contribuido también la creación en los últimos años de una estructura donde se han implantado las áreas de alto rendimiento con una mayor inversión para el desarrollo de jóvenes talentos a través de las academias.

P. Ya, pero todavía estamos uno o varios escalones por debajo de las grandes potencias…

R. Claramente estamos bastante lejos de algunas selecciones que aspiran a ganar esta Copa del Mundo. Se pudo ver en el último partido contra Inglaterra. Eso es un hecho.

P. Pero perder un partido amistoso por 90 puntos de diferencia (97-7) un mes antes de que empiece la Copa del Mundo resulta bastante preocupante.

R. Es que no estaba planificado que ese partido fuese así. Se había llegado a un acuerdo en el que íbamos a jugar contra el segundo equipo de Inglaterra pero nos encontramos con que lo hicieron las titulares. Al final se nos planteó el reto de oponernos a un grupo donde están muchas de las mejores jugadoras del mundo y lo afrontamos con unos objetivos muy concretos, sabíamos el rival que era. Iremos a por ellas con muchas ganas.

P. ¿Y cuáles fueron esos objetivos?

R. Pues, por ejemplo, me importaba mucho que acabáramos sin lesionadas por la gran diferencia física que hay entre las dos selecciones y que el equipo saliese contento.

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P. Sin embargo, este tipo de cosas, al final, puede minar la moral de las jugadoras.

R. La realidad es que hay una diferencia abismal entre nuestra selección y un equipo que aspira a ganar en su casa el mundial. No hay que olvidarse de que España venía de no clasificarse para la última Copa del Mundo y que ellas venían de perder una final. Si nuestras expectativas hubieran sido las de ganar a Inglaterra, sí nos podríamos sentir derrotadas. Pero repito, hoy por hoy estamos en dos niveles diferentes.

P. Otra realidad es que el año había empezado muy bien para Las Leonas después de conseguir por octava vez consecutiva el campeonato de Europa. ¿Hay que ser entonces más optimistas?

R. Creo que sí. Tenemos una selección muy joven. En este inicio de ciclo más de la mitad del anterior equipo se había retirado y entró un grupo de jugadoras de entre 18 y 20 años. A ellas se han sumado en este ultimo bloque otras chicas de esa edad lideradas por varias capitanas un poco más veteranas que han conseguido que España se mantenga a primer nivel europeo si quitamos el Seis Naciones.

P. Desde fuera parece que España no tiene rivales de entidad, si exceptuamos las selecciones a las que se ha referido que no participan en el campeonato de Europa.

R. Pues no es así. Hace tres años recuerdo que ganábamos a Holanda por 80 puntos y ahora nos cuesta mucho más, lo cual es positivo porque es una nación que desde hace unos años se ha puesto las pilas y lo está haciendo muy bien. Eso nos exige también seguir mejorando y no relajarnos. Hay otras selecciones que también apuestan por el rugby de alto rendimiento, como puede ser Brasil. Y luego está Portugal, que con menos inversión pero con muchas ganas de mejorar, nos hace seguir estando alerta.

P. Cuando se hizo la presentación oficial de la chicas que iban a ir al mundial, el presidente de la RFER, Juan Carlos Martín, comentó que se tiende a minusvalorar los éxitos del rugby femenino.

R. Comparto esa opinión. Hay que poner en valor los títulos que conseguimos. Es que no es lo mismo un europeo de hace cinco años que el que acabamos de ganar. Por eso este grupo de jugadoras tan jóvenes se merece ese reconocimiento por el orgullo que supone siempre ser campeonas de Europa.

P. ¿No es un poco arriesgado llevar a una Copa del Mundo solo cuatro jugadoras con experiencia mundialista?

R. Date cuenta de que el último mundial en el que estuvimos fue en 2017 y que en estos ocho años se han retirado muchísimas jugadoras. Eso es algo muy frecuente en el rugby femenino. Las chicas pueden retirarse a los 28 años justo cuando entran en el periodo de madurez más importante de su carrera deportiva mientras que los chicos pueden prolongarlas mucho más.

P. ¿Y eso?

R. A nivel internacional los jugadores son profesionales y muchos juegan en Francia o Inglaterra con contratos que les permiten llegar a su etapa final como deportistas de élite pasados los treinta años. En el caso de las chicas no suele ocurrir lo mismo. En España, cuando una jugadora termina su carrera y luego hace su máster, llega con 25 ó 26 años al mercado laboral y le resulta muy complicado compaginar el rugby de alto rendimiento con su trabajo porque tiene que pedir muchos días libres y sacrificar sus vacaciones si quiere acudir a las concentraciones o a los partidos

P. No parece que eso tenga una solución sencilla a corto plazo.

R. Por eso mismo tenemos una selección tan joven. Esta circunstancia también puede ser muy positiva porque se puede trabajar con ellas y ayudarlas a mejorar. El reto pasa ahora por conseguir que sigan dedicándose al rugby hasta el final de su carrera deportiva. Aquí, por ejemplo, si una chica estudia medicina y luego se presenta al MIR tiene que hincar los codos, y eso implica muchas horas, así que a los 25 años tiene que tomar una decisión vital. Sin embargo, hay jugadoras que ya lo están consiguiendo porque se han ido a jugar a Inglaterra o Francia donde pueden compaginar su trabajo con el club.

P. ¿Está satisfecho con la preparación que han llevado a cabo las jugadoras para afrontar con garantías esta Copa del Mundo?

R. Sí. Desde luego, ha sido seguramente la mejor que hayamos tenido nunca.

P. Pues las tres derrotas en la última gira asiática arrojan un saldo bastante decepcionante…

R. Yo no utilizaría la palabra decepcionante. Este grupo no ha ganado todavía a una selección que esté por encima en el ránking. Estuvimos muy cerca frente a Sudáfrica en Valladolid hace un año cuando fallamos una patada a palos para ganar.

P. Japón solo está un puesto por encima de las sudafricanas en el ranking de World Rugby.

R. El primer partido contra ellas fue muy bueno. A menos de 20 minutos para el final estábamos por encima en el marcador, lo que ocurre es que después cometimos dos errores infantiles que nos costaron muy caro. Tratamos de poner remedio a esos errores en el segundo partido donde se dieron una serie de circunstancias que lo condicionaron todo. En los primeros minutos, cometimos muchas indisciplinas, recibimos dos expulsiones y tuvimos que cambiar a otras dos jugadoras. Aún así defendimos de una manera increíble. Es cierto que para el segundo partido teníamos muchas expectativas y que nos hubiese gustado rendir mejor, pero la verdad es que nos pudo la ansiedad.

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P. Se le ve bastante satisfecho con el trabajo que han hecho las chicas estos últimos meses.

R. Tenemos un grupazo que tiene muchas ganas de mejorar su rendimiento y de contagiar a la gente para verlas y que se aficionen al juego. Es un grupo muy apasionado que tiene mucha ilusión y que se merece todo lo bueno que le pase por el enorme trabajo que ha hecho. El equipo está muy confiado en poder conseguir sus objetivos porque sentimos que tenemos la responsabilidad de hacerlo bien y ganas no nos faltan.

P. Las Leonas se estrenan el próximo 24 de agosto frente a Nueva Zelanda, otra de las favoritas al título. ¿Hay margen para la sorpresa?

R. Tenemos que afrontar el partido como un equipo que sale al campo a ganar pequeñas batallas sobre objetivos que nos hemos marcado y mostrar durante los 80 minutos que estamos dentro del partido luchando y peleando. Queremos que, al final, cuando miraremos al marcador, podamos decir que estamos orgullosas de lo que hemos hecho independientemente del resultado. Queremos que la gente vea un equipo que nunca baja los brazos.

P. A Irlanda ya se le ganó hace cuatro años en la fase clasificatoria para el mundial de Nueva Zelanda. ¿Se puede repetir la hazaña?

R. Irlanda es un país que en cuatro años ha cambiado su manera de entender el XV femenino. En la primera liga mundial perdimos por muy poco en un partido que estuvimos dominando todo el tiempo y nos ganaron en la última jugada. En un periodo de dos años hicieron un cambio interno con la profesionalización de sus jugadoras y de su staff técnico y también han recuperado a chicas que antes no jugaban en la selección. Tenemos la sensación de que podemos ir a por ellas sabiendo que han dado un cambio físico espectacular. Eso no impide que podamos darles un susto. Vamos a ver cómo llegamos a los últimos minutos de ese partido.

P. ¿Habrá revancha contra Japón?

R. Lo único que puedo decir es que iremos con muchas ganas a por ellas.