Por qué los All Blacks se cubren con arena volcánica a 55 grados de temperatura

A falta de tan solo unas horas para el comienzo de los cuartos de final de la Copa del Mundo de Rugby, los All Blacks ya han dado su XV titular para enfrentarse a Irlanda. Equipo de lujo, incluyendo los suplentes. Muchos seres terrenales se preguntan cuál será la fórmula para mantener el gran nivel ejercido durante tantos y tantos partidos y la capacidad para dominar el mundo oval durante la última década.

Tras la fase de grupos, y con los dos últimos campeonatos en el bolsillo, los All Blacks continúan siendo los grandes favoritos para alzarse con su tercer Mundial consecutivo. Realmente, el elixir secreto recae en un trabajo, disciplina y humildad envidiable (comprobada en sus últimas visitas a España), y en una cultura del balón que se inculca desde el minuto uno del nacimiento.

Nueva Zelanda es tierra de volcanes y los actuales integrantes de su selección no han desaprovechado la ocasión para experimentar una de las tradiciones más ancestrales de Japón. Aunque el exilir no se bebe, ni viene en un frasco, los neozelandeses han 'patentado' una nueva fórmula de recuperación en la presente edición de la Copa del Mundo. Se trata de un arma secreta que probaron en su día libre durante la fase de grupos: Baños de arena volcánica a 55 grados de temperatura.

El poder samurái

Los jugadores recurrieron a esta tradicional práctica samurái para relajar el fisico: los All Blacks quedaron enterrados en la arena volcánica, dejando solo la cabeza al descubierto. Los antiguos guerreros japoneses lo hacían para recuperar lesiones, limpiar el cuerpo y alcanzar un óptimo estado de relax. De esta manera, los neozelandeses esperan llegar a la fase final del Mundial en perfecto estado de revista.

Líderados por su capitán, Kieran Reed, parte de los componentes del equipo disfrutaron de esta experiencia que calificaron como única. “Es una forma increible de recuperarse y refrescarse después de entrenar duro”, expresaba el líder en el campo de los oceánicos.

Cruces complicados

Pese a ser los grandes candidatos al cetro, el calendario de esta edición no favorece a los de negro. Este fin de semana se verán primero las caras ante Irlanda y, si llegan a semifinales, les esperarán ingleses o australianos. Más asequible estará el acceso a la final por la otra vía, donde Sudáfrica parte como gran favorita ante Gales, Francia y Japón.

Hace tan solo unas horas el entrenador de Nueva Zelanda, Steve Hansen, ha resuelto la duda en los centros que saldrán de inicio en los cuartos ante Irlanda: la pareja formada por Anton Lienert-Brown y Jack Goodhue será la titular en Tokio. Broddie Retalick volverá a la segunda línea tras recuperarse de su lesión y la pareja Richie Mo'unga y Beauden Barret volverán a ocupar las posiciones de apertura y zaguero, respectivamente.

Con toda la pólvora en el cargador y los cuerpos recuperados tras unos baños de arena volcánica, todo está listo para unos cuartos de final que prometen ser totalmente espectaculares.