El campeonato militar de rugby y cuando el Barcelona ganó 19-0 al Ejército

El rugby militar no es una moda ni es fruto de la explosión que está viviendo este deporte en los últimos años. La primera competición oficial entre clubes de España, la actual Copa del Rey, que por entonces recibía el nombre de Campeonato de España de Rugby, se estrenó en la temporada 1926. Y la final enfrentó a la sección de rugby del Fútbol Club Barcelona con el CD Academia de Infantería de Toledo, al que se impuso por 19-0.

Desde entonces el Ejército ha mantenido una relación más o menos estable con el deporte oval. Sin embargo, en los últimos años la práctica del rugby se ha disparado con la disputa del Campeonato Nacional Militar. Detrás de esta iniciativa aparece la figura del coronel Arturo Risueño, que ya jugaba al rugby en el patio de la Academia de Zaragoza al principio de los años 80. "Cuando intentábamos desplegar lo que aprendíamos viendo el V Naciones por televisión. Entonces había un campo de rugby allí porque el fútbol estaba desterrado", recuerda. Risueño, que formó parte del Armas, equipo que jugó en la liga universitaria de Zaragoza, recuperó su relación con el rugby años después, en Valladolid, cuando sus hijos se enrolaron en las filas de El Salvador. Hace casi 20 años de ello y en este tiempo el coronel tuvo tiempo para convertirse en el mánager del equipo chamizo en regional.

En una de las visitas a la Junta General de Educación Física, en Granada, contactó con José Antonio Cuevas, el actual entrenador de la selección de Tierra. Y ahí sembraron la semilla del pujante Campeonato Nacional Militar. "Todo empezó con un torneo en la Academia General Militar entre cuatro equipos en la temporada 2012-13. Luego celebramos la primera edición del campeonato con cinco equipos y repetimos en Granada con otros cinco participantes. Al año siguiente creció hasta ocho equipos, jugado en formato de torneo en Valladolid. Pero el salto se dio un año después de que se jugase la final de Copa en Zorrilla y los chicos del Seven fueran a los Juegos Olímpicos de Río. Ahí pasamos de ocho a 15 equipos. Fue en Madrid, en 2017, y notamos el 'boom' del rugby. En 2018 y ahora en 2019 ya nos hemos instalado en Valladolid por un tema de comodidad, ya que el Pepe Rojo tiene más campos disponibles y la ciudad es muy manejable. Este año batiremos el récord de participantes con 18 equipos en el V Campeonato Nacional Militar".

Risueño no esconde que han tenido que luchar con algunas reticencias. "No todos somos iguales y algunos mandos veían con recelo la práctica del rugby", explica. "Pero somos muy optimistas porque cuando los actuales tenientes y capitanes lleguen a ser coroneles y a puestos más altos, entendemos que favorecerán la práctica de nuestro deporte. El rugby comparte muchos valores con los cuerpos militares como el sacrificio, la disciplina, el trabajo o el compañerismo. Creo que esto aún va a seguir creciendo y tocaremos techo en cuatro o cinco años. Debemos estabilizar la estructura sin olvidar que el rugby es algo secundario y la prioridad son las misiones nacionales e internacionales de cada unidad. Ha habido años que algunos equipos no han venido porque estaban de misión en Líbano, Afganistán o Irak, lo que hace además que los campeonatos sean más abiertos y atractivos porque cuesta que repita título el ganador".

"Cuando los actuales tenientes y capitanes lleguen a ser coroneles, entendemos que favorecerán la práctica del rugby", dice el coronel Risueño

Risueño presume de implicación de los jugadores militares en los equipos civiles. "No solo les animamos a que jueguen, les incitamos a que jueguen toda la temporada en equipos civiles. Hoy en día tenemos militares jugando en División de Honor, División de Honor B, regional... Y hemos celebrado concentraciones conjuntas de nuestras selecciones con la selección absoluta de XV y con la de Seven. También tenemos equipo femenino, pero es de Seven porque como en el Ejército hay un 7 % de mujeres, el número de jugadores es obviamente menor". La selección militar española ya ha jugado un par de partidos con la Gendarmería Francesa, con la que suele batirse el cobre una vez al año, y ha sondeado a sus colegas portugueses, pero no han implementado aún el rugby en el entorno militar.

Desde el 1 al 4 de mayo se celebrará la quinta edición del Campeonato Nacional Militar, que organiza el Ejército de Tierra, en los campos de Pepe Rojo en Valladolid. En el cuadro masculino, el torneo consta de dos divisiones, en función del nivel de los equipos. En la primera aparecen la Academia General Militar, la Guardia Real, la Academia de Caballería de Valladolid, el Maca, la siempre competitiva Brilat, la Armada de la Bahía de Cádiz, la Brigada X. En la segunda división están la Brigada de Aragón, el RC España 11, la Brigada XI, Ceuta y Melilla, el equipo híbrido de la Armada que completan Cartagena y Ferrol o la Bripac. En el cuadro femenino competirán la AGM, la Guardia Real, Brilat, Maca, Bripac, la Armada de Cartagena y África NH-90.

Risueño espera más nivel que en años anteriores. "El primer día suele ser el que más lesiones hay porque la gente llega con muchas ganas y eso se nota. Pero suelen ser lesiones clásicas del rugby, sin especial gravedad: unos hombros por aquí, alguna rodilla por allá, unos esguinces, algún golpetazo... Desde aquí aprovecho para invitar a todos los que quieran venir a ver a los partidos y comprobar el buen ambiente que existe". Llega el Campeonato Nacional Militar. Rugby por tierra, mar y aire.