Taco largo, tierra mojada y muchos bigotes: el apasionante noviembre de rugby

Se vigilan de reojo. Pero no se enfrentarán hasta noviembre de 2018. Así lo ha querido Eddie Jones, el viejo zorro que dirige el XV de la Rosa con un destino inequívoco: la final del Mundial 2019. Allí todas las casas de apuestas, y especialmente los aficionados ovales, barruntan un partido devastador entre Nueva Zelanda e Inglaterra.

Como cada noviembre el hemisferio norte se llena de sureños que, a dos años del Mundial de Japón, ajustan mecanismos y suman variables a su libro de juego para la Copa del Mundo. En nombre del vituperado 'Rugby Moderno' muchas selecciones han aparcado los principios de su tradición rugbística para competir con más garantías. Algunas parecen haber rentabilizado ese riesgo, como Escocia, que ha mutado en una selección dinámica, más propia de una isla del Pacífico, que de la clásica tradición paquidérmica del cardo.

Juegan más afuera y su estrella ya no es un 'pilier' monstruoso o un apertura de pie majestuoso como Hastings. Ahora es Hogg, un zaguero vertiginoso. Otros, como los Pumas, han visto resquebrajarse su histórico dominio en la melé y a eso suman problemas en el placaje, uno de los rasgos identitarios de los argentinos, y una inquietante tendencia a cometer golpes por indisciplina.

Renovada caballería

Los All Blacks generan muchas expectativas por ver a su renovada caballería, dadas las bajas de Ben Smith, Israel Dagg, Milner-Skudder y la ausencia, por decisión técnica, de Julian Savea. Con Nueva Zelanda acomodada en el primer escalón e Inglaterra escoltando a los kiwis, el tercer lugar del podio se lo disputan irlandeses y sudafricanos. Dos selecciones que rentabilizan su poderoso físico para desplegar un rugby industrial que descose a los rivales a base de inmolarse en la 'gratificante' tarea de percutir. Irlanda y Sudáfrica medirán el calado de su arsenal el próximo días 11 de noviembre en, quizás, el partido más revelador de todos los test del mes.

En el pelotón aparecen selecciones que suben la escalera con otras que la bajan. Entre las primeras irrumpen Escocia y las emergentes Georgia o Japón, mientras que entre las que descienden aparece una alicaida Francia y una apulgarada Gales. Y al tiempo Australia anda ahora mismo reinventándose, sin un rumbo preciso pese a que sus medios parecen haber vuelto a recuperar un buen tono en el juego.

Los 'becarios'

Con este agitado panorama arranca un mes de noviembre que debe arrojar cierta luz. Habrá partidos con marcadores más holgados de lo habitual y ojeadores escudriñando a futuros rivales ahora que se conoce el sorteo del Mundial. Nadie enseñará más de lo que le interesa y se cuidarán mucho de no revelar secretos inconfesables que pueden marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso. Además se podrán ver muchas caras nuevas, las de los 'becarios' que darán fondo de armario a las convocatorias mundialistas y en algunos casos incluso se convertirán en estrellas relucientes en la próxima Copa del Mundo.

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Comienzan cuatro semanas de rugby de primer nivel. Taco largo, tierra mojada y muchos bigotes. Porque a todo esto se suma que son legión los jugadores que se dejan crecer el bigote en este mes con la intención de sensibilizar al mundo sobre la lucha contra el cáncer de próstata. De ahí que este mes se haya rebautizado como Movember (contracción en inglés de Moustache y November).

Calendario de test de noviembre

Sábado 4 noviembre

Japón-Australia.

Barbarians-Nueva Zelanda.

Sábado 11 noviembre

Italy-Fiji.

Escocia-Samoa.

Inglaterra-Argentina.

Gales-Australia.

Irlanda-Sudáfrica.

Francia-Nueva Zelanda.

Martes 14 noviembre

Francia-Nueva Zelanda.

Sábado 18 noviembre

Italia-Argentina.

Gales-Georgia.

Inglaterra-Australia.

Escocia-Nueva Zelanda.

Irlanda-Fiji.

Francia-Sudáfrica.

Sábado 25 noviembre

Italia-Sudáfrica.

Escocia-Australia.

Inglaterra-Samoa.

Gales-Nueva Zelanda.

Irlanda-Argentina.

Francia-Japón.

Sábado 2 diciembre

Gales-Sudáfrica.