Cuando desapareció la Copa Ibérica de rugby porque todos querían sacar tajada

Este domingo, Silverstom El Salvador le ganó al GD Direito de Lisboa la 37ª Copa Ibérica, que la disputaban como vencedores de las pasadas liga española y lusa. El título por coronarse como mejor escuadra de la península mezcla lo mejor de la tradición oval y una buena dosis de sana rivalidad transfronteriza, aunque no siempre vivió la estabilidad necesaria para su disputa. Tras sus primeras ediciones desde 1965 hasta 1971, la agitada década de los 70 interrumpe su celebración y, cuando se recupera, lo hace bien entrados los años 80. Desde entonces hasta 2008 hubo campeón ibérico sin fallo, pero aquel año el rugby español iba a entrar en erupción llevándose por delante, como daño colateral, la Copa Ibérica.

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Al calor del Mundial de Francia de 2007 –al que España no se clasificó pero Portugal sí, con digno papel además–, se desarrolló en el rugby de este lado de la muga un cierto complejo de inferioridad con respecto al portugués y, al mismo tiempo, un ansia por acercar este deporte a estándares europeos. Hubo intentos notables y algunos tiros en el pie que afectaron de lleno a la estabilidad y el desarrollo deportivo y, de refilón, a la disputa del título ibérico que quedó desierto entre 2009 y 2012. Eran los años de los gurús de la 'profesionalización' por lo civil o lo criminal del rugby español. Aquello, en varias ocasiones, lamentablemente, quiso decir “negocio rápido” y “jugadores sin cobrar”.

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Sobre todo porque el 'timing' de aquella fiebre fue nefasto. En junio de 2008 echaba a andar el proyecto de lo que al año siguiente sería la Liga Super Ibérica (SIR). Pero nació torcido aquello. Sólo unos días después, a comienzos de julio, el entonces presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, pronunció por primera vez aquella palabra que iba a dominar el lustro: crisis.

Guerra, y con la TV en directo

Con el anuncio de creación de la nueva liga profesional, privada y con televisión en directo ('Canal +'), se desató una guerra entre clubes, federación, CSD y la empresa que gestionaba dicha competición. El calendario, el encaje en la legislación deportiva, el papel federativo, quién pagaba a los árbitros…

En principio, la SIR iba a contar con diez escuadras –cuatro lusas y cuatro españolas–, pero la falta de acuerdo con los respectivos entes federativos dejó la competición en agua de borrajas con seis 'franquicias' españolas y un final de tortuoso desenlace. La que iba a ser su segunda edición, tras la de 2009, ya no se celebró. La crisis golpeaba a todos los deportes y al rugby profesional se le vieron muy pronto las costuras.

Ni portugués ni castellano: Iberian Rugby Cup

En ínterin, asociaciones de clubes de los dos países, bajo el amparo institucional, trataron de organizar un evento similar pero empleando la Copa Ibérica ya existente como pretexto. Los cuatro mejores de ambos campeonatos nacionales (Belenenses, Agronomía, CDUL y Benfica por un lado y, por el otro, VRAC, Rugby Ciencias, CRC Madrid y El Salvador) se disputarían lo que se llamó, en inglés, Iberian Rugby Cup.

Sin embargo el órdago no resistió. El Salvador y CRC Madrid apoyaron, legítimamente y según sus intereses, con más firmeza la SIR que la Iberian y esto, unido a la tibieza de la contraparte lusa para sacar adelante la competición, cercenó un proyecto que nunca vio la luz. La SIR duró un año y la Copa Ibérica estuvo cuatro sin disputarse como daño colateral de aquella escabechina.

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Como muestra de la enconada batalla en los despachos que vivió el rugby español durante aquellas jornadas quedan notas de prensa como esta del VRAC tras la suspensión de la Iberian Rugby Cup:

“El VRAC quiere hacer público su profundo malestar e indignación por la cancelación acordada ayer de la Iberian Rugby Cup, debido a la malintencionada retirada inicial de los clubes españoles CRC Madrid y El Salvador, involucrados en la disputa de una competición no oficial de ámbito privado, y la posterior retirada de tres de los cuatro clubes portugueses participantes. La retirada de los clubes españoles ha supuesto un claro ataque a la competición con el único objetivo de debilitarla en el marco del conflicto que mantienen con la FER y la ACR, motivado por la disputa de la SIR, una competición no amparada por los organismos oficiales y que en su día ya ha causado graves daños al Campeonato de España de rugby a 7, también cancelado e incluso a la Copa del Rey...”.

La FER tampoco se quedaba corta en sus comunicados:

“Tras la confirmación de ambas retiradas, han surgido problemas en tres clubes portugueses (Belenenses, CDU Lisboa y CG Dereito) para mantener sus compromisos de participación, sin que la Federación Portuguesa de Rugby haya comunicado las razones exactas, quedando como único equipo portugués interesado en participar el Agronomía. Estas circunstancias, completamente anómalas y motivadas por el incumplimiento de compromisos firmes adquiridos desde hace meses por los clubes citados, han motivado que el VRAC y el Ciencias, a través de la Asociación de Clubes de Rugby (ACR), comuniquen en el día de hoy a la FER su malestar y queja, declinando su participación en la IRC…”.

Desde 2012: 3-1 para Portugal

En 2012 y en pleno 'tsunami canchista' en Ferraz los clubes reflotaron la competición por su cuenta y riesgo. Así, el VRAC, vigente campeón de la División de Honor de aquel año, recibió el día de reyes de 2013 al CDUL portugués, que se llevó el título de la reentré. Desde entonces, ninguna interrupción en la disputa de la 'Taça', con tres entorchados portugueses y uno español, el que consiguió el VRAC en 2014.

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Tras el dominio quesero, este domingo llega el turno para su vecino y rival. El Chami le ganó al CD Direito y logró su quinto título y, además, desempatar en la cabeza del palmarés con su rival. Un palmarés al que le falta un buen bocado (2009, 2010 y 2011) por una guerra ibérica en la que sólo luchó el rugby español y que, además, perdió.