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La cuna del rugby de Valladolid pasará a impartir Justicia
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el colegio el salvador será sede de justicia

La cuna del rugby de Valladolid pasará a impartir Justicia

La mayoría de los deportes minoritarios tienen un origen bastante humilde en nuestro país, y aprovechan las horas extraescolares de cientos de instituciones escolásticas para introducir

Foto: El Salvador, los hombres de blanco y negro (Rugby El Salvador.com).
El Salvador, los hombres de blanco y negro (Rugby El Salvador.com).

La mayoría de los deportes minoritarios tienen un origen bastante humilde en nuestro país, y aprovechan las horas extraescolares de cientos de instituciones escolásticas para introducir poco a poco una semilla en la tierra y que esos niños, al hacerse mayores, hagan crecer el árbol y dé fruto. El caso del rugby es paradigmático, por supuesto. En un país donde ha dominado históricamente el fútbol y, en su defecto, los deportes como baloncesto y ciclismo han atrapado a los rezagados, la inclusión del oval en la vida de los españoles no iba a ser fácil. Tenía que surgir de la voluntad de algún voluntario, y generalmente extranjero. Así pasó en el Colegio El Salvador de Valladolid.

Un francés llamado George Bernés fue el 'agricultor' que un día plantó esa semilla. No podía ser un español, claro. Junto a otro profesor también amante del deporte, Jaime Enciso, transformó el colegio para toda la vida. Durante años, el patio de la institución se transformó en una pista de rugby, hecha de aquella manera, con ladrillos señalando los lugares de las 'touches', y sin líneas pintadas sobre la gravilla. A los lados, canastas de baloncesto completaban el repertorio deportivo. De aquello ya poco queda, y menos quedará en un tiempo, después de que el Ayuntamiento de Valladolid diera vía libre hace poco más de una semana al nuevo Campus de la Justicia de El Salvador.

Vídeo promocional del colegio de 1998.

Todavía queda bastante para que este proyecto se lleve a cabo definitivamente, y existen opciones en absoluto remotas de que no pase nunca. Esos terrenos pertenecen a un ente privado, como es la Sociedad San Pablo (que, por otra parte, tiene una hipoteca pendiente con la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria, SAREB, y por tanto ésta también es parte interesada), el Ayuntamiento tiene que negociar con ellos la venta del espacio. Y no sólo con ellos, ya que el plan del Campus ocupa los terrenos del centro Zambrana y el párking del antiguo Río Hortega, en total una superficie de casi once hectáreas.

Pero lo que sí está claro es que el Colegio El Salvador, pase o no próximamente a formar parte de un campus de la justicia, hace tiempo que desapareció. Este 2016 se cumplen trece años desde que las aulas que más rugby han respirado de toda Valladolid vieron impartir la última clase... y también se cumplen 110 años desde la fundación del colegio. Sobrecoge observar a las imágenes de desolación que desprenden las salas del edificio abandonado, como muestra este post.

Sin embargo, el Chami, como se conoce al Silverstorm El Salvador, no permitió en ningún que el espíritu original del equipo se pierda. Ya en 1973, El Salvador tuvo que vender los derechos federativos a la Universidad de Valladolid por motivos económicos. Con Luis Labajos de Asúa, después de unos años sin rugby, volvió a recuperar el equipo en el colegio. La defensa de la cantera, el corazón histórico de El Salvador, fue con Labajos de Asúa y sigue siendo el pilar indiscutible del club, que mantiene equipos en la mayoría de las categorías inferiores, incluido el filial en el grupo A de la División de Honor B. Esa juventud de la que siempre ha presumido el Chami es la que le ha convertido en el club más laureado en todas las divisiones del deporte castellanoleonés.

Y a pesar de que, como dijera Enciso, en aquella época gastaban "litros de mercromina", lo cual generaba jugadores duros, acostumbrados al dolor y al sufrimiento y, por ello, también solidarios y voluntariosos. Los valores siguen siendo los mismos de entonces, de cuando se jugaba sobre la grava de El Salvador y no sobre la hierba del Pepe Rojo: el sacrificio, la humildad, la disciplina, el trabajo en equipo y la fortaleza física y mental.

La mayoría de los deportes minoritarios tienen un origen bastante humilde en nuestro país, y aprovechan las horas extraescolares de cientos de instituciones escolásticas para introducir poco a poco una semilla en la tierra y que esos niños, al hacerse mayores, hagan crecer el árbol y dé fruto. El caso del rugby es paradigmático, por supuesto. En un país donde ha dominado históricamente el fútbol y, en su defecto, los deportes como baloncesto y ciclismo han atrapado a los rezagados, la inclusión del oval en la vida de los españoles no iba a ser fácil. Tenía que surgir de la voluntad de algún voluntario, y generalmente extranjero. Así pasó en el Colegio El Salvador de Valladolid.

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