El morbo y la gloria se volverán a encontrar en Twickenham en la 'final' del VI Naciones

Muchos lo titularon como el Twickenazo y otros como el hundimiento de la armada inglesa. La victoria de Gales en Londres el pasado 26 de septiembre dejó a los ingleses con una mano delante, otra detrás y una eliminación vergonzosa en la fase de grupos del Mundial que organizaban y en el que habían puesto todas sus esperanzas de años pasados. Después de tres jornadas del VI Naciones el destino ha posibilitado que la próxima jornada se vea un nuevo duelo entre el XV de la Rosa y el XV del Dragón en la Catedral del rugby, en lo que será una nueva edición del Twickenazo o una jugosa venganza. No hay un mundial en juego pero sí la Triple Corona, Gran Slam, el VI Naciones y ser el equipo más laureado en la historia del torneo más antiguo del mundo.

Este fin de semana, la tercera jornada comenzaba con el duelo a priori más interesante, con los franceses visitando Cardiff y un pleno de victorias en su casillero. En el choque, la defensa galesa se sobrepuso a los del Gallo que lo intentaron en muchos instantes del partido y sólo pudieron franquear la línea defensiva de los locales en los minutos finales gracias a un ensayo de su capitán Guilhem Guirado.

El partido se rompió tras el descanso (6-3 para los galeses) cuando el enorme ala galés, George ‘Robocop’ North, recibió una patada de Jonathan Davies y tras una gran carrera posó el balón en la zona de ensayo francesa. El marcador se aumentó con dos patadas del apertura del Dragón que dejó el resultado en un inalcanzable 19-3 para los hasta entonces invictos chicos de Guy Noves. Tras esta victoria los galeses completan cinco años consecutivos ganando a los franceses y se convierten en su gran bestia negra.

Italia cada vez más cerca de los de arriba

Si algo podemos sacar claro de este VI Naciones es que las diferencias se acortan y los primeros de la tabla no ganan tan holgados a los que la cierran. Este caso se puede ver con los italianos, que tras tener un ‘melón’ de partido ante Francia y plantear un encuentro muy duro a Inglaterra, no se arrugó ante Escocia y compitió los ochenta minutos ante los del Cardo, quienes se llevaron el partido 20 a 36 en una muestra más de que los italianos son un hueso duro de roer para los grandes y no esa perita en dulce con la que los grandes equipos europeos exhibían su potencial. Hoy en día para ganar a los italianos hay que currárselo y mucho.

Por cierto, el capitán escocés, Greig Laidlaw, logró 21 puntos y se colocó como máximo anotador del torneo en solitario.

Inglaterra directa a recuperar su trono

Los ingleses tenían que lidiar con el primer miura que les queda en este torneo y salieron ovacionados de su casa. Llegaba la campeona de las dos últimas ediciones a Twickenham en horas bajas (tras empatar con Gales y perder con Francia) y la Rosa no podía pinchar. No lo hizo.

Tras una primera parte igualada en el marcador (6-3) con dominio inglés en el juego, los irlandeses salieron en tromba en la segunda y aprovecharon la expulsión temporal del tercera línea inglés, James Haskell, para poner un angustioso 6-10 en el marcador. A raíz de verse abajo en el luminoso, los de Eddie Jones espabilaron y -primero el ala Anthony Watson y después el zaguero Mike Brown- dieron la vuelta al marcador con dos ensayos que junto a las patadas de Owen Farrell pusieron el 21-10 definitivo en el marcador (el centro inglés cada vez tiene más protagonismo en la selección de la Rosa).

Inglaterra va lanzada a por el Gran Slam, la Triple Corona y el VI Naciones, pero antes tendrá que demostrar en su casa ante Gales que es merecedora de llevárselos. Este partido, una especie de final, se jugará el sábado 12 de marzo.