#FuerzaAlberto: la desgracia de un joven parapléjico que une aún más al rugby

"Alberto tiene 39 años, es licenciado en ADE, tiene dos niños y tras haber sido consultor, ahora trabaja en una gestoría especializada en 'compliance'. Hace un par de años decidió iniciarse en el mundo del rugby amateur dedicándole dos días a la semana para entrenar y uno para jugar. Todo el mundo apoyó su proyecto deportivo. Poco a poco, el rugby fue conquistándole: cada vez lo disfrutaba más. Por desgracia, un sábado cualquiera, en un partido de competición, Alberto sufrió una lesión medular. Alberto ya no puede caminar".

Así comienza la circular del Facebook #FuerzaAlberto, encargado de promocionar la ayuda para Alberto Aláiz. Es una historia cruenta, de las que te cuentan una y otra vez y tienes que abrir tu mente lo máximo que dé para poder creer la injusticia que la casualidad puede hacer real. Es la historia de un joven, un padre de familia que un día como otro cualquiera se marchó con sus amigos a hacer una de las cosas que más le gustaba en la vida, que es jugar al rugby de manera amateur. Un mal golpe, un 'tackle' sin ninguna mala intención, incapacitó las piernas de Alberto de por vida. Una de esas desgracias que pasa una vez entre un millón de partidos a lo largo y ancho del mundo del oval, pero que el destino quiso que le tocara a este humilde jugador.

El Atlético Club de Socios-Arquitectura tiene una historia particular. Era el equipo donde jugaba Alberto. Como su nombre indica, el Atlético proviene históricamente del Atlético de Madrid, pero aprovechando el argot del '15M' podemos decir que fue originado por un grupo de indignados de la gestión de la familia Gil que, harto de que los socios ya no pintasen absolutamente nada en el club de su vida, de sus amores, decidieron crear desde cero otro club que uniese a toda la familia rojiblanca que quisiera de verdad ser dueña de su propia entidad. Primero crearon, como es natural, la sección de fútbol y años más tarde, ante el interés y el crecimiento del club, ampliaron al rugby, del que tienen masculino y femenino. Era la pasión de Alberto.

Todo sucedió el día 3 de octubre. Ese día, el Atlético se enfrentaba al URO Rugby Alcorcón en un partido de liga de la cuarta regional madrileña. Un placaje contra Alberto lo llevó al suelo. El susto fue generalizado de inmediato. "Imagina la tensión que había en Getafe, lugar donde se celebró el partido, cuando se supo que él no sentía las piernas". nos cuenta a El Confidencial Emma Pérez, amiga de la familia y gestora de la comunicación del #FuerzaAlberto. "Nadie se espera que en un partido amateur pueda pasar algo así de la manera más tonta", añade. Hubo mucha suerte en aquel momento, en realidad, un jugador del Alcorcón, Carlos Jiménez, era técnico del Summa y el Alcorcón contaba con dos enfermeras en su 'staff', tal y como confirma Gustavo Puente, responsable de prensa del URO Alcorcón.

Lo que no debe hacer pensar ahora al público general es que el rugby es peligroso, es uno de los objetivos también a evitar por la Fundación en estos momentos. "El rugby -dice Emma- es un deporte un poco agresivo: te puedes romper la nariz, hacer una brecha... pero este tipo de lesión pasa una vez cada veinte años. Piensa que es igual que si un día vas a jugar al fútbol con amigos o vas a correr al parque, lo haces por diversión, y un mes después sigues en el hospital de parapléjicos de Toledo".

Ese mismo día, un miembro del Alcorcón crea el 'hastag' en Twitter '#FuerzaAlberto'. Y como nos comenta , ante el aluvión de tuits y de mensajes a los FB y compañeros del club, crea el viernes 9 de octubre la página de Facebook 'fuerzaalberto'. "A través del Facebook del Atlético Club de Socios y del hastag se recibieron cientos de mensajes. Así que creé el Facebook de #FuerzaAlberto y lo promocionamos por Twitter y por los Facebook de los equipos. El primer fin de semana fueron 2.000 seguidores. Fue una locura".

La creación de una plataforma fija donde seguir la evolución de Alberto Aláiz, mandar mensajes de apoyo y colaborar en todo lo que se pueda hizo que el éxito de la misma fuera soberbio nada más crearse. "Muchísima gente viene del mundo del rugby, luego también amigos de amigos, pero la grandísima mayoría del rugby. Esto se genera sobre todo por cómo es la gente del rugby, que es una gran familia, no como en otros deportes. Son los que intentan aportar cosas de verdad. Porque además de echarte la foto, lo que se necesita de verdad es ayuda para la familia", dice Emma Pérez. Incluso el entrenador de Australia, Michael Cheika, le mandó un mensaje.

Y esa ayuda la está gestionando la Fundación Ensayo Dos Mil a través de una cuenta bancaria con IBAN ES93 1490 0001 12 2410132423. Hasta el cierre de esta edición, la recaudación era de 3.463,86€, una cantidad considerable teniendo en cuenta que lleva apenas un mes abierta. A pesar de ser la organización del #FuerzaAlberto la cabeza visible para apoyar a Alberto, se decidió que "al tener muchos inconvenientes legales, todas las donaciones las está gestionando la Fundación Ensayo Dos Mil. Hay asuntos fiscales que es mejor que traten expertos", comenta Emma Pérez.

Por supuesto, la Federación Española de Rugby (FER) también se ha querido volcar con uno de los miembros de su 'familia', como es Alberto Aláiz y ha abierto otra cuenta con número de IBAN ES92 0081 0658 1200 0141 8444 "para que Alberto pueda conseguir los elementos y aparatos que le permitan desenvolverse con más facilidad en su quehacer diario y realice los arreglos necesarios en su vivienda habitual que mitiguen los obstáculos físicos que dificultan una adecuada movilidad", tal y como dice la FER en su evento en Facebook.