Los mejores puntos de las finales del Valladolid Master de pádel

La pareja formada por Paquito Navarro y Juan Lebrón se ha hecho con el título del Valladolid Master, torneo del World Padel Tour, al derrotar en la final a Alejandro Galán y Juan Mieres, por 6-7 (4), 6-4, 6-4.

En su sexta final este año, Navarro y Lebrón se hicieron con el tercer título del curso, tras vencer también en las pruebas disputadas en Jaén y Alicante.

El año pasado cayeron en cuartos de final en Valladolid, pero en esta edición han redondeado la semana con un título logrado en la final en dos horas y 23 minutos, a la cuarta bola de partido. Navarro y Lebrón suceden en el palmarés de este torneo a Alejandro Galán y Matias Díaz, campeones en 2018.

Alejandra Salazar y Ariana Sánchez vencieron a Marta Marrero y Marta Ortega por 5-7, 6-1, 6-4. Salazar vivió una especie de 'miedo escénico' al regresar al lugar en el que, hace dos años, sufrió una rotura del ligamento cruzado que le apartó de las canchas durante varios meses, y que dio la victoria, en ese torneo, a las hermanas Sánchez-Alayeto con solo un set disputado.

La primera manga, tras obtener el dúo formado por Salazar y Sánchez una ventaja de 5-2, terminó siendo para las Martas, actuales números uno, que remontaron, aprovechando los numerosos fallos cometidos por las rivales, para ganar por 7-5, tras una hora de juego. Pero eso, lejos de amedrentar a las jugadoras situadas en el número dos del ránking mundial, les dio fuerza para salir con más agresividad en el segundo set, buscando situar a sus rivales al fondo de la pista, para ganar por un contundente 6-1, con varias roturas de juego, en solo 32 minutos.

Con ese impulso, salieron a darlo todo en el último set, rompiendo el primer servicio de Marrero y añadiendo un juego tras otro hasta llegar al 1-5, que dejaba pocas opciones a las números uno. Pero volvieron a llegar los errores y los nervios en la dupla número dos del mundo, lo que propició la reacción de las Martas para dejar el tanteo en 4-5, si bien Salazar hizo valer su servicio para rematar el partido y sacarse la espina del torneo vallisoletano, que le devolvió así el título.