Larry Ellison conquistó la IA, pero su sueño es conquistar el mar y España forma parte
El mundo de la vela lleva décadas intentando salir de su nicho de aficionados y competir en la liga de los grandes deportes globales. Hasta hoy no lo logró, pero ahora todo podría cambiar
Larry Ellison, en una de sus embarcaciones. (Reuters/Mike Segar)
A la vela siempre le faltó un Bernie Ecclestone. Guste o no, la realidad es que el magnate británico fue el que transformó un deporte de nicho como la Fórmula 1 en un coloso global a nivel mediático y empresarial. Por el camino, Ecclestone se cargó solo, o en compañía de otros, todas las especialidades automovilísticas que pudieran hacer sombra a su negocio. Luego está la vela, que siempre ha pecado de una dispersión de clases, nomenclaturas y formatos.
Los puristas del automovilismo rechazaron las formas y exigencias de Ecclestone. A él le dio igual. Sintieron que sus vueltas de tuerca empresariales, condenaban todo rastro de romanticismo en aras del negocio. A él le siguió dando igual.
Pero los hechos incontestables están ahí: la Fórmula 1 se convirtió con el paso de los años en el absoluto benchmark de la industria global del deporte y el entretenimiento. Deportes mayoritarios, como el fútbol, les empezaron a copiar. No entendían cómo un deporte a priori minoritario les arrebataba tanto dinero en patrocinios y derechos de televisión.
Cádiz, protagonista reciente de SailGP. (Europa Press/Nacho Frade)
Y es que Ecclestone, astuto como él solo, se dio cuenta de que la Fórmula 1 podía ofrecer algo que prácticamente ningún otro deporte ofrecía: unanimidad en su campeonato. Claro que el fútbol tiene muchos más seguidores, pero a la hora de invertir, tú, como patrocinador, te preguntas qué hacer... ¿Ligas nacionales?, ¿Champions League? ¿Copa Libertadores? ¿Eurocopa? ¿Mundiales? El secreto fue ofrecer un producto único, libre de fragmentaciones o alcances temporales o regionales.
La Copa América de Vela tradicionalmente fue la respuesta en el mar a lo que ofrecía laFórmula 1. Tecnología, espectacularidad visual, valores de deporte de equipo y una experiencia para invitados VIP inigualables. La estacionalidad era el handicap que le impedía romper su techo de cristal.
Auge y caída
En el año 2007, la Copa América de Vela en Valencia, alcanzó su pico máximo a nivel deportivo y organizativo. Ernesto Bertarelli, como ganador de la competición al frente del equipo suizo, se llevó la sede de la competición a Valencia, ante la imposibilidad de realizarla en un país como el suyo que no tiene mar. Pero Bertarelli hizo mucho más. El magnate suizo creó ACM (América's Cup management), una organización que dotó al evento de una profesionalidad y excelencia jamás vista anteriormente.
La Marina del puerto de Valencia no tenía nada que envidiar a un paddock de Fórmula 1. Todo aquel montaje, olía a algo parecido a lo que Bertarelli le hubiera dicho a un emisario: 'Vete al territorio Ecclestone con papel y lápiz, toma nota de todo, vuelve y mejóralo'. Y a fe que Ernesto Bertarelli lo logró... En los edificios habilitados para cada desafío (equipo nacional) tenías integrada su sede, su área técnica y zona VIP para acoger a los invitados de sus patrocinadores. Y encima, a diferencia de la Fórmula 1, con la etiqueta verde medioambiental.
Bernie Ecclestone se dio cuenta del peligro. Por primera vez, a la Fórmula 1 le había salido un rival muy duro, pero paradójicamente, no de su mundo, sino de una competición con valores similares, aunque sobre el agua y no el asfalto. Tanto es así, que la principal razón de que Bernie Ecclestone ofreciera a Valencia unas condiciones muy ventajosas, era su deseo de contra programar in situ una competición que se les había subido a las barbas. Por eso el circuito de Cheste jamás entró en la ecuación.
Pero tan bonito fue aquel sueño de la Copa América, que la batalla de egos entre Ernesto Bertarelli y Larry Ellison, el patrón de la empresa Oracle y líder del desafío de EE. UU., se cargó el esplendoroso futuro de la competición justo cuando despegaba. En el fondo, tanto Bertarelli como Ellison no estaban tan lejos como parecía de sus posturas. Sabían que era necesario hacer un circuito anual de competiciones y que la Copa América se hiciera más visual y comprensible para el aficionado neófito.
Llegó Sail GP... ¿Despega?
La guerra entre Bertarelli y Ellison se prolongó en el tiempo y, justo después de que Ellison venciera la Copa América de 2016, este decidió que ya había tenido suficiente. Si la Copa América no se decidía a acometer las reformas clave y adoptar el formato necesario para ganarse el favor del gran público, él se marchaba con su dinero y con su leyenda de la navegación Russell Coutts a otra parte. Así fue como nació Sail GP.
Larry Ellison como jefe de Oracle, que es patrocinador principal del equipo Red Bull de Fórmula 1, sabe mejor que nadie de las virtudes de esta competición y de las carencias sin resolver de la Copa América de Vela. En una entrevista con Yacht, Coutts, quien lleva el día a día de la compañía, aseguró que ya no necesitan más dinero por parte de Ellison, cuya inversión inicial fue gigantesca y vino acompañado por un mensaje: tenéis que conseguir la rentabilidad. "Realmente creo que somos la primera empresa de vela que ha conseguido esto", confesó Coutts.
Diego Botín y Florian Trittel, del equipo español de Sail GP, junto a Russell Coutts el jefe de la competición. (P. de Villota)
Sail GP se muestra como el alumno aventajado del mundo de la vela. Es llamativo incluso como adoptan terminología de Fórmula 1 porque dicen "carrera" y no "regata", dicen "piloto" y no skipper. Larry Ellison y Russell Coutts saben las claves que se necesitan para que el público no especialista, el que de verdad dispara las audiencias, se sume a la especialidad. Lo primero de todo, un circuito anual y global de competiciones en lugares atractivos. Es la única forma de atraer inversión de patrocinadores con vocación de continuidad.
¿Tecnología? Mucha, pero sin que llegue a desnaturalizarse el concepto de la navegación. Los barcos F50 multicasco son barcos, atractivos para los espectadores, pero barcos. Y por último, las caras reconocibles. Hay medallas de oro olímpicas, como nuestros Diego Botín y Florian Trittel. Sin héroes a los que aplaudir, el gran público jamás se enganchará.
En este plan, España forma parte, por tradición, talento patrio y valor estratégico. Recientemente, se celebró el Gran Premio de España en Cádiz, Andalucía. A Sail GP, le queda todavía camino por recorrer, pero por primera vez en la historia, si parece que hay alguien en la vela que ha hecho los deberes para ser conocidos como La Fórmula 1 del Mar.
A la vela siempre le faltó un Bernie Ecclestone. Guste o no, la realidad es que el magnate británico fue el que transformó un deporte de nicho como la Fórmula 1 en un coloso global a nivel mediático y empresarial. Por el camino, Ecclestone se cargó solo, o en compañía de otros, todas las especialidades automovilísticas que pudieran hacer sombra a su negocio. Luego está la vela, que siempre ha pecado de una dispersión de clases, nomenclaturas y formatos.