Cristina Gutiérrez y el "McGyver de la vida" Moreno o cómo hacer milagros en el desierto
En su primer año con un equipo oficial, la pareja conformada por burgalesa y el toledano están salvando las averías mecánicas de las dos estrellas, Loeb y Al Attiyah. El qatarí es ya la única opción del equipo oficial
Cristina Gutiérrez y su copiloto Pablo Moreno ("un McGyver de la vida") se han convertido en pieza estratégica para que Dacia y Nasser-Al Attiyah defiendan las mermadas opciones del fabricante en un durísimo Dakar que ya ha noqueado a varios favoritos, como Carlos Sainz y Sébastien Loeb. Y quizás no lo está el qatarí gracias a la ayuda de la pareja española en la cuarta etapa.
El recorrido diseñado por la organización en esta primera semana, con la etapa de 48 horas y la maratón (sin asistencia externa), ha acentuado la importancia de la ayuda en carrera entre cada marca. Ford mantiene dos coches en carrera, con Nani Roma de asistencia en la distancia tras su retirada. Toyota cuenta con una nube de vehículos para ayudar a sus dos punteros, Al-Rajhi y Lategan.
No ha llegado la jornada de descanso y Dacia solo cuenta con Al Attiyah y la alargada sombra benefactora de Gutiérrez y McGyver Moreno. Con el francés eliminado en la tercera jornada, la poderosa apuesta del Grupo Renault con Dacia depende ahora del rendimiento de Al Attiyah y la fortuna mecánica y de la asistencia que la pareja española está proporcionando al equipo. Como ángeles de la guarda gracias a sus respectivas capacidades. Ella, por su ritmo de escolta. Él, por su habilidad mecánica.
Moreno y su 'caja de herramientas'
Así es la vida. En un gesto de insolidaridad y egoísmo, Al-Attiyah se retiraba voluntariamente del pasado Dakar por la frustración mecánica, dejando colgado a Sébastien Loeb, todavía en carrera. Este año, el qatarí imploraba la cercanía en carrera de la burgalesa y el toledano con la mecánica. Llegó su turno en la jornada de ayer, primera etapa de la jornada maratón, que prohíbe la asistencia externa. Aunque perdió media hora, Al-Attiyah llegó a la meta gracias a la ayuda, otra vez, de la pareja española.
Durante dos jornadas y hasta su retirada, la misma labor con Loeb. Bien clasificada en la jornada de descanso, fue luego retenida para rodar como escolta de Al-Attiyah y Loeb, que salían casi media hora por detrás. Afortunadamente para el francés, porque uno tras otro le fueron fallando los ventiladores, hasta que el sistema de seguridad paró el motor.
"Seb venía con problemas, nos hemos parado, y por suerte tenemos en el equipo a Pablo, que es un McGyver de la vida y ha reparado". La burgalesa hacía referencia al protagonista de una famosa serie de los años noventa, de sobresaliente ingenio e inteligencia para solucionar los problemas más enrevesados, personalizando desde entonces el arquetipo de la genialidad.
🚘 That's teamwork! @crisgutierrez and @morenohuete have stopped to help @AlAttiyahN and Edouard Boulanger repair their @DaciaSandriders 🛠
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Al día siguiente Gutiérrez y Moreno sufrían una avería en la segunda parte de la etapa de 48 horas que forzaron su abandono. El joker de continuidad que permite la organización les permitía seguir en carrera, pero fuera de clasificación. Loeb silbaría de alivio cuando a los 12 kilómetros de la salida en la tercera etapa salió volando por una compresión de la suspensión y dio varias vueltas de campana y al poco llegaban al poco Gutiérrez y McGyver para ayudarle a seguir.
Al poco tiempo, una nueva parada. Fallaba un tirante de la suspensión, cuyo repuesto se habían dejado Loeb y su copiloto en la carrocería desprendida en el accidente. Allá que te fueron de nuevo Cristina y Pablo con la pieza y ayuda para montarla. Loeb llegó a meta, pero con su montura dañada en los arcos de seguridad, y siguió la misma suerte que Sainz por decisión de la FIA. Al día siguiente fue el turno de Al Attiyah para quien, además, la pareja española transporta piezas de recambio en su montura, liberando así del peso equivalente al Sandrider de su compañero.
"Somos como hermanos"
Gutiérrez ha confirmado sus 'manos' y capacidad para seguir el ritmo de los top gun de la categoría Ultimate dentro de una horquilla que permite la asistencia rápida, como ha sido el caso en los tres días de ayuda a sus compañeros. Con las suyas, el toledano está evidenciando una extraordinaria versatilidad y eficacia sobre el terreno. Primer año del Sundrider en el Dakar, es castigado sin misericordia por la dureza de la carrera, por lo que la labor de Moreno está resultando providencial.
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Ambos llevan toda su vida deportiva juntos. "Somos como hermanos", afirma la burgalesa. Han vivido juntos momentos duros e intensos, también la victoria de 2024 en la categoría Challenger, lo que convertía a la burgalesa en la segunda piloto ganadora tras Jutta Kleinschmidt. Dacia se fijó en ella y, como la alemana, es también la segunda piloto femenina fichada por un equipo oficial.
De correr con equipos privados y luego con un pequeño buggie con el apoyo de Red Bull, a entrar en una estructura de un fabricante. Bruno Famin, responsable de competición de Alpine, le quitó presión desde el principio a la piloto española. Sin embargo, el desarrollo del Dakar ha disparado el valor de Gutiérrez y Pablo Moreno, quien se está convirtiendo en una estrella imprescindible y necesaria.
El toledano es ingeniero y ejerce como mecánico en el Mundial de Rallies y preparador de vehículos de competición. Desde 2018 compite junto a la burgalesa, debutando juntos en el Dakar en 2019. "Muy inteligente", como describe Gutiérrez a su compañero, de gran habilidad mecánica, añade además a la perfección la complicada labor del copilotaje.
Aunque todos los copilotos cuentan con amplios conocimientos de mecánica, el presente Dakar ha evidenciado el rol crucial de un verdadero especialista mecánico, hasta el punto de que Moreno está adquiriendo una relevancia decisiva para una Dacia que pende del alambre en su debut en el Dakar. Cristina Gutiérrez y Pablo Moreno McGyver tienen en sus manos que no se rompa del todo.
Cristina Gutiérrez y su copiloto Pablo Moreno ("un McGyver de la vida") se han convertido en pieza estratégica para que Dacia y Nasser-Al Attiyah defiendan las mermadas opciones del fabricante en un durísimo Dakar que ya ha noqueado a varios favoritos, como Carlos Sainz y Sébastien Loeb. Y quizás no lo está el qatarí gracias a la ayuda de la pareja española en la cuarta etapa.
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