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Y tras 14 partidas, Ding se hundió: el mayor error de la historia da el mundial de ajedrez a Gukesh
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Y tras 14 partidas, Ding se hundió: el mayor error de la historia da el mundial de ajedrez a Gukesh

El jugador indio se convierte en el campeón del mundo de ajedrez más joven de la historia tras un error gigantesco de Ding Liren en la última partida antes de los desempates

Foto: Gukesh Dommaraju, campeón del mundo de ajedrez. (EFE)
Gukesh Dommaraju, campeón del mundo de ajedrez. (EFE)

A sus 18 años, Gukesh Dommaraju ya es el campeón del mundo de ajedrez más joven de la historia. El indio se ha impuesto a Ding Liren, hasta hace unas horas dueño de la corona, tras un duelo que ha necesitado las 14 partidas a las que estaba programado. Gukesh cierra así un año brillante, supera el récord del legendario Garry Kasparov, que lo consiguió con cuatro años más en su DNI, y devuelve el título a India después de que Vishy Anand lo perdiera en 2012.

Gukesh ha firmado un campeonato del mundo brillante, pero ha necesitado de un error gigantesco, quizás el mayor de la historia de los duelos por el título mundial, de Ding Liren. Cuando la decimocuarta partida se encaminaba casi sin remedio hacia las tablas y los desempates a ritmo rápido de este viernes, el chino cometió un error que es muy difícil de ver entre la élite del ajedrez y que le deja perdido al instante.

La cara de Gukesh cuando se dio cuenta de la situación y la del propio Ding, instantes después, lo resume todo. El primero no pudo esconder una media sonrisa, mientras que el segundo se llevó las manos al rostro. El chino, elegante y humilde como siempre, tardó poco en conceder la victoria a su oponente, consciente de su tremendo error.

"Este es el mejor momento de mi vida, llevo soñando con esto desde hace 10 años", explicaba Gukesh, que acaba de convertirse en un ídolo nacional en su país. India, que hace bien poco tenía menos grandes maestros que España, cuenta ahora con tres jugadores en el top 10, cinco en el top 25 y 12 jugadores en el top 100 mundial. Son la potencia hegemónica en el juego ciencia en este momento.

Ding estuvo especialmente sincero en rueda de prensa. Simplemente que se presentara para responder a las preguntas de los periodistas dice mucho de su carácter, pero es que además reconoció, siempre con su timidez habitual y su pobre dominio del inglés, que se quedó "totalmente en shock cuando cometí el error. Su expresión facial mostraba que él estaba muy feliz"

Foto: La sala de juego, con una imagen de Ding Liren. (EFE)

"Creo que he jugado el mejor torneo del año. Podría haber sido mejor, pero si tenemos en cuenta que ayer sobreviví de milagro, perder es el resultado más justo. No tengo ningún remordimiento", reconocía Ding Liren. Es verdad que no le hacía falta mucho para jugar su mejor torneo del año, si tenemos en cuenta la cantidad de derrotas y de problemas de juego y psicológicos que ha acumulado desde que ganara el título, pero la tranquilidad con la que Ding apareció ante la prensa rozaba el alivio.

Un merecido campeón

Ding lo ha explicado mejor que nadie: ha llegado a la decimocuarta partida de puro milagro. El jugador chino, que por momentos se ha acercado al nivel que le llevó a mantenerse 100 partidas a ritmo clásico sin perder, ha resistido como buenamente ha podido los envites continuos de un rival que ha propuesto mucho más.

La estrategia del chino era clara, apostando por llegar a unos desempates en los que se veía favorito y rechazando explorar situaciones en las que tenía un escenario favorable sobre el tablero para firmar tablas rápidas y desgastarse lo menos posible. Y lo cierto es que casi le sale bien, como el equipo que se encierra en su área pero se marca un gol en propia meta en el último segundo.

placeholder Ding Liren, abatido sobre el tablero. (EFE)
Ding Liren, abatido sobre el tablero. (EFE)

Decía Ding que se merecía perder. Es muy posible que lo más justo sea decir que Gukesh se ha merecido ganar. El jugador indio ha sido fiel a su estilo de ataque y ha propuesto alternativas sobre el tablero continuamente. En varias partidas se ha metido en situaciones complicadas para evitar conceder las tablas, incluso quedándose peor en algunos momentos. Siempre ha querido jugar para ganar, seguramente porque se sabe mejor que su contrincante.

"Toda mi estrategia se basaba en presionar lo máximo posible en todas las partidas, sin importar si tenía negras o blancas, y no estaba funcionando hasta que funcionó. Es una estrategia en la que con que funcione en una sola partida puede valerte", decía Gukesh, que además reveló al equipo que le ha ayudado durante el mundial y que incluía a pesos pesados como los polacos Gregorz Gajewski, Radek Wojtaszek y Jan Krzysztof Duda, así como a su compatriota Pentala Harikrishna o el alemán Vincent Keymer. Todos ellos tienen en común su gusto por el ajedrez de ataque y "se han dejado la piel. No puedo estarles más agradecido", decía el campeón.

Dos rumbos distintos

Ambos contendientes afrontan ahora futuros casi contrapuestos. Gukesh, a sus 18 años, tiene todas las posibilidades a su alcance. Y ha tardado bien poco en mostrar su ambición: "Quiero tener una carrera muy larga y mantenerme en lo más alto. Quiero alcanzar el mismo nivel de grandeza que Magnus Carlsen". El noruego, el mejor jugador de la historia, lo ha hecho todo en el mundo del ajedrez y ha sido cinco veces campeón del mundo, por lo que ponerse ese tope denota la ambición de Gukesh a tan temprana edad.

placeholder Gukesh celebra su título. (EFE)
Gukesh celebra su título. (EFE)

Tendrá ahora un periodo de dos años para seguir madurando su juego antes de que se dispute de nuevo un match por el título, pero lo cierto es que el palmarés del ya campeón a tan tierna edad empieza a dar miedo. Su reinado será bien diferente al de Ding Liren, eso seguro.

Por el otro lado, está por ver cómo afronta el jugador chino la pérdida del un título que ha sido más una pesada carga que una bendición. Su último año y medio ha sido para olvidar, y esa suerte de alivio que podíamos ver en su rostro durante la rueda de prensa quizás sea algo esperanzador. De él dijo el propio Carlsen que era el rival al que más temía y el ajedrez ganaría mucho si vuelve a tener a un Ding Liren al máximo nivel. Está por ver que a sus 31 años pueda recuperar su mejor forma.

Sea como fuere, solo uno sale de Singapur con una sonrisa de oreja a oreja. Gukesh va a recibir honores de héroe nacional cuando vuelva a India y su reinado será otro impulso a un país que ya domina en el tablero. El rey ha muerto. Larga vida al rey.

A sus 18 años, Gukesh Dommaraju ya es el campeón del mundo de ajedrez más joven de la historia. El indio se ha impuesto a Ding Liren, hasta hace unas horas dueño de la corona, tras un duelo que ha necesitado las 14 partidas a las que estaba programado. Gukesh cierra así un año brillante, supera el récord del legendario Garry Kasparov, que lo consiguió con cuatro años más en su DNI, y devuelve el título a India después de que Vishy Anand lo perdiera en 2012.

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