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El sargento inolvidable: "Gracias a mi carácter, todo el país se enganchó al waterpolo"
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ENTREVISTA A DRAGAN MATUTINOVIC

El sargento inolvidable: "Gracias a mi carácter, todo el país se enganchó al waterpolo"

El croata, seleccionador nacional entre 1990 y 1993, fue el artífice de la plata cosechada en los JJOO de 1992. Sus exigentes métodos fueron reflejados en la película '42 segundos'

Foto: Dragan Matutinovic, durante la final de Barcelona 92. (EFE)
Dragan Matutinovic, durante la final de Barcelona 92. (EFE)

La nostalgia nos invade en ciertos momentos, porque es inevitable recordar a personajes tan trascendentales como controvertidos. Es el caso de Dragan Matutinovic (Split, Croacia, 1954), cuya relación con el éxito es total. Aunque ahora se dedique a disfrutar de su familia, especialmente de sus nietos, fue duro con sus jugadores, a los que consideraba sus hijos, en la búsqueda de la cima del waterpolo.

"Llegué a Barcelona en 1987 y fue una sorpresa. No conocía nada de España en ese momento", recuerda Matutinovic en conversación con El Confidencial. "No sabía ni una palabra de español, hablaba inglés. Pero ellos no y fue muy difícil el inicio".

El hombre que no conocía nada del país se encargó de elevar el waterpolo nacional a otro nivel gracias a los tres años en los que fue seleccionador (1990-93). En esa etapa, comenzó la Guerra de los Balcanes. "Fue una situación muy complicada. Yo siempre he ido a los sitios con mi familia, con mi mujer y mis hijos. Si no, no firmaba por los equipos. Pero en aquel momento, más que el deporte, mi objetivo era sacar al resto de la familia del país".

A Dragan siempre lo acompañó su fama de sargento por unos métodos tan exigentes como efectivos para la consecución de resultados. "Yo era un entrenador exigente, pero también justo. Así de claro. Se hablaba mucho de esta faceta y se exageró sobre mis métodos de trabajo".

placeholder Manel Estiarte, en el estreno de '42 segundos'. (EFE/Enric Fontcuberta)
Manel Estiarte, en el estreno de '42 segundos'. (EFE/Enric Fontcuberta)

Los partidos de fútbol como preparación

Su experiencia como entrenador provocó que la Selección pasara duras preparaciones en Andorra en la que hubo alguna extravagancia. "Llevé al equipo al límite, pero era necesario. Antes de mi llegada, España era la 11ª a nivel mundial y no me conformaba. Yo quería pelear por las medallas y vi que el equipo tenía la clase y la calidad para luchar por ello. Aquella Selección fue el mejor equipo de la historia del waterpolo español".

Manel Estiarte, Jesús Rollán, Miki Oca y Pedro García Aguado fueron algunos de los integrantes de ese equipo que se consagró en Atlanta 96 con un oro olímpico histórico. Cuatro años antes, en Barcelona, bajo la dirección de Matutinovic, lograron una plata que supo a poco. Fue en una final ante Italia que quedó en los anales de la historia porque se disputaron tres prórrogas.

Para llegar hasta la final en Barcelona, hubo largas jornadas en Andorra. "Eran muchas horas de trabajo, seis o siete al día. Hacíamos natación, waterpolo e incluso fútbol. Sí, como oye: fútbol. Jugábamos partidos porque a mí me gusta mucho y los dividía en los que eran de Madrid y los de Barcelona".

placeholder Matutinovic mantuvo relación con Cruyff en Barcelona. (EFE/Yoan Valat)
Matutinovic mantuvo relación con Cruyff en Barcelona. (EFE/Yoan Valat)

Un método que llegó a la pantalla

Matutinovic mantuvo incluso relación con Johan Cruyff en esos años porque tenían el mismo médico. Si el croata conoció a uno de los mejores de la historia del fútbol, le ocurrió lo mismo en el waterpolo. "Manel es el mejor jugador de la historia de largo, un genio. Pero en ese equipo también había otros buenos jugadores, como Jesús Rollán. Era un chico fantástico, muy educado y un gran portero".

Aquel era un grupo con potencial, pero para Matutinovic les faltaba algo. "Yo quería hacer un grupo compacto, porque eso tiene mucho valor. Es muy importante lograrlo. Vi que ellos tenían calidad, pero les faltaba disciplina y trabajo. Ese fue mi objetivo, que la lograran a través de los métodos de trabajo que definimos".

Esos métodos fueron criticados con los años, e incluso llegaron a las pantallas con la película 42 segundos, protagonizada por Jaime Lorente y Álvaro Cervantes. "Las críticas llegaron con los años, pero yo nunca le he faltado el respeto a nadie. Yo fui padre, madre y de todo de esos jugadores. La película es exagerada y es normal, porque se trata de una ficción".

placeholder Jugadores y actores, en el estreno de '42 segundos'. (EFE/Enric Fontcuberta)
Jugadores y actores, en el estreno de '42 segundos'. (EFE/Enric Fontcuberta)

La importancia de su familia

Hay una escena de la película en la que se escucha una frase rotunda: "Yo no busco jugadores de waterpolo, busco gladiadores". "Yo buscaba ganadores", comenta entre risas. "Pero aquel tiempo ya pasó. Yo no quería morir en un banquillo, quería disfrutar de mi familia y ahora ha llegado ya el momento".

Su mujer falleció hace ocho años y la ausencia la ha notado mucho. "Yo me iba a concentraciones largas, de cinco meses incluso, en las que no aparecía por casa. Todo lo que conseguí fue gracias a ella, que estuvo pendiente de mis hijos. Además, yo he entrenado en los mejores equipos del mundo y siempre me acompañó. Si no llego a tener a mi familia a mi lado, hubiera sido imposible".

placeholder Miki Oca siguió los pasos de Matutinovic. (Europa Press)
Miki Oca siguió los pasos de Matutinovic. (Europa Press)

La citada plata lograda ante Italia mantuvo a todo el país pendiente del duelo, justo el día después de que España ganara el oro en fútbol. "No es la derrota más dura de mi carrera, porque he jugado muchas finales y perder es una posibilidad. A veces el otro equipo es mejor, como fue ese caso, porque aquella Selección era inexperta. Cuatro años después, ganaron porque tenía esa madurez que justifica la media del equipo: 28 años. Me considero en parte partícipe del oro logrado en Atlanta".

El foco mediático que tuvo el waterpolo aquel verano no se ha repetido. "Gracias a mi carácter, toda España se enganchó al waterpolo en Barcelona. Nunca se hablaba de ese deporte. 30 años después, España está en la élite y tiene un buen entrenador y jugadores fantásticos". Quizá por esos métodos que hoy son agua pasada, porque las prioridades han cambiado. Y la familia ocupa el primer escalón de la pirámide.

La nostalgia nos invade en ciertos momentos, porque es inevitable recordar a personajes tan trascendentales como controvertidos. Es el caso de Dragan Matutinovic (Split, Croacia, 1954), cuya relación con el éxito es total. Aunque ahora se dedique a disfrutar de su familia, especialmente de sus nietos, fue duro con sus jugadores, a los que consideraba sus hijos, en la búsqueda de la cima del waterpolo.

El Confidencial
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