Isidre Esteve: "Para frenar, hago con los dedos la misma fuerza que otro piloto hace con los pies"
El piloto ilerdense disputará este año su decimocuarto Dakar, la carrera más exigente del mundo, alguien especial no solo por las necesidades especiales que tiene que tener en su volante, sino por la sonrisa perenne que siempre lleva encima
Isidre Esteve es un piloto diferente. A sus 52 años, el ilerdense sigue demostrando una pasión única al volante y ni tan siquiera las dificultades que le ha puesto la vida en su camino han borrado la sonrisa de su cara. Cercano, feliz y carismático, ha firmado un gran Rally de Marruecos a bordo del Toyota Hilux T1+ del Repsol Toyota Rally Team, donde ha puesto a prueba las novedades con las que disputará el próximo Rally Dakar, que presupone será de los más difíciles de la historia.
Fue el 24 de marzo de 2007 cuando a Esteve la cambió la vida. Un grave accidente en la Baja Almanzora le dejó sin movilidad en sus piernas pero, lejos de dejar las carreras de lado, multiplicó su amor por la competición. Su coche es especial, pues está adaptado para manejar todos los mandos con sus manos. O, dicho de otra manera, dirección, acelerador, frenos y marchas los controla con sus dedos. En una entrevista con El Confidencial, explica lo que siente a bordo de de su coche.
Por esa razón, su copiloto, Txema Villalobos, toma aún mucha más importancia para Isidre, pues es la pieza que le complementa a la perfección. Mecánico de profesión, se encarga de arreglar cualquier avería del coche en carrera, ya que su compañero no puede bajar del coche para ayudar. La conexión entre ambos es muy elevada y se entienden con solo cruzar una mirada, algo fundamental a la hora de competir en las pruebas más exigentes del mundo.
En poco menos de dos meses, el Repsol Toyota Rally Team competirá de nuevo en el Rally Dakar, donde el ilerdense participa por decimocuarta vez. Pero Isidre es especial. No lo es por su discapacidad, por pilotar solo con las manos, ni por su buena lectura de carrera. Ni tampoco lo es solo por su valentía, tesón y lucha constante. Lo es por esa sonrisa perenne que tiene en su cara, que nunca falta, y por su amabilidad, algo poco habitual en el deporte de élite.
*****
PREGUNTA: ¿Cómo se plantea el próximo Dakar?
RESPUESTA: Muy bien, va a estar guapo. La llegada de Dacia y de Ford es muy buena para la carrera. Puedes notar en el paddock esos nervios de que todo el mundo quiere estar delante, pero solo hay uno que lo consigue. Es bueno para todos, porque el nivel de la carrera sube y se toman más riesgos. Lógicamente, hay más motivación y se avanza más, lo que lo hace aún más importante.
P: Desde tu accidente, utilizas un volante especial. ¿Cómo es?
R: Llevamos muchísimos años trabajando en el volante. La empresa Guidosimplex, que es italiana, empezó a estudiarlo con Albert Llovera hace muchos años y la verdad es que hemos ido evolucionando, sobre todo, haciendo unos mandos que se adecúan a una disciplina tan dura como es el Dakar. Todos los controles deben de ir bien, como mínimo, dos días seguidos sin pasar por boxes, tienen que ser muy sensibles. Luego, donde tenemos siempre unas batallas increíbles cada vez que estrenamos coche, es con los frenos.
P: Cuéntame más, por favor
R: Para frenar, tengo que ser capaz de hacer con los dedos la misma fuerza que otra persona hace con los pies. Es superdifícil encontrar la mejor solución para tener un freno que aguante también dos días. Ese es el gran objetivo: que un freno aguante funcionando bien, al menos, durante 1.000 kilómetros. Y yo creo que lo vamos logrando, porque aparte mi equipo de mecánicos trabaja mucho en ello, no solo en Italia, sino también aquí y ahora tenemos algo que realmente nos funciona. ¿Podría ir mejor? Seguro que sí, pero no podemos a nivel tecnológico poner unos mandos que, de algún modo, hagan pensar que van a funcionar mejor que conduciendo con los pies, porque tendríamos un problema con la FIA. Por eso, no podemos poner más tecnología en los mandos.
P: ¿Puede llegar a ser considerado una ventaja?
R: ¡Claro! No podemos llegar a ese punto, por lo que todos los mandos tienen que ser manuales. O, al menos, no pueden llevar más tecnología de la que llevan el resto de pilotos en la competición en sus pies.
P: Comentaba Txema Villalobos: 'Hay veces que Isidre está a muchas cosas y yo le meto la marcha! ¿Es cierto?
R: (Risas) Bueno, porque hay momentos en que no puedo con todo. A lo mejor estoy girando, voy dando gas y debería ir con segunda en vez de tercera. Entonces, me avisa y me dice: '¿Le doy o no le doy?'. No, Txema, aguanta (risas).
P: ¿Cuál es la importancia de tener un copiloto como Txema en un rally tan exigente como el Dakar?
R: Debido a mi discapacidad, es un elemento más que también tiene que funcionar. Porque si el coche pincha o se atasca en una duna, yo no puedo bajar y lo hace todo él. Es una situación difícil porque en carrera hay nervios, pero hay un momento en el que Txema y yo tenemos tal compenetración que no tenemos problemas entre nosotros. Sabemos lo que tenemos que hacer, cómo hacerlo, nos entendemos bien y no discutimos. Si nos perdemos, le ayudo en todo lo que pueda y, cualquier cosa a nivel mecánico que le pase al coche, Txema lo tiene supercontrolado.
P: Quizá la gente no sea consciente de la cantidad de aparataje y botones que lleva un coche. La compenetración entre piloto y copiloto debe ser total.
R: Sí, absoluta. Txema es el que está pendiente de todos los elementos del coche. Yo solo miro la pista y la brújula digital, pero él controla todo lo demás, tiene un gran trabajo. Yo a veces le digo: 'Txema, ¿tú te diviertes?'. Porque yo al menos conduzco... (risas). A veces, llegamos a meta y Txema no ha visto ni la mitad de la carrera. Tiene confianza plena en mí.
P: ¿Cuál es el lugar más peligroso en un rally?
R: Para nosotros, el lugar más delicado son las dunas, porque es fácil atascar el coche y, si nos pasa, son al menos cuarenta minutos para salir. Con pala, hidráulicos, con lo que sea, hay que sacar el coche. El punto más delicado son las dunas blandas, pero luego hay otro tema importante que son los peligros en las pistas duras. ¿Por qué? Porque vamos a gran velocidad y hay que estar muy atento. En las pistas duras hay que estar muy concentrado y en las dunas hay que tener un sexto sentido para ver cómo cae y por dónde pasamos. En carrera, debemos de saber mirar lejos, entender por dónde vamos y estar pendientes de las trazas que hay o por qué no las hay.
P: Los lagos o los lechos de los ríos que se inundan, ¿cómo de peligrosos son?
R: Es peligroso, sobre todo para las motos, que tienen que abrir las pistas. Al final nosotros, si nos damos un golpe, el coche nos va a parar bastante. Pero sí hay varios aspectos a tener en cuenta de cara a un rally: uno, las lluvias, que destruyen partes de los ríos y muchas zonas donde había una pista ahora se han convertido en un trial; luego, cuando vamos por pistas rápidas, en los badenes te puedes encontrar zanjas abajo por las que ha pasado el agua; y la tercera es que, en las zonas abiertas, las pistas que antes eran evidentes porque estaban marcadas por haber pasado coches de gente local, han desaparecido. Ha llovido y ha quedado todo lleno de surcos, por lo que no hay pista. Todo ello nos obliga a tener que ir muy atentos del CAP, la dirección en grados de la brújula digital. Nos tenemos que apoyar mucho del compás en las zonas abiertas.
P ¿Cómo de buena señal es abrir pista en un rally?
R: Sinceramente, para los de delante, salir primero no es bueno, en absoluto. Solo es bueno si hay pista única y hay polvo. Pero no, hay que salir entre el 10º o el 20º puesto, eso es lo mejor.
P: A nivel de competición, hay muchas marcas y comentabas que era buena señal. El Rally de Marruecos ha servido para preparar el Dakar y poner en práctica las novedades que puedas tener. ¿Cuáles son las partes nuevas de tu coche?
R: El coche es el mismo que llevamos el año pasado al Dakar, pero hemos trabajado un poco más en las suspensiones. Es un coche que estaba muy bien y, ahora, estamos en una situación de duda sobre si llevar un motor V6 biturbo o el V8 atmosférico, que es elque montamos actualmente. Una vez analicemos lo sucedido en el Rally de Marruecos, decidiremos después qué tipo de motorización llevaremos al Dakar: si algo que ya llevo, está superadaptado y nos funciona bien o tomar el riesgo de ir al Dakar con un V6. Ahora mismo, en este momento, no lo tenemos claro todavía.
Para nosotros, el lugar más delicado son las dunas, porque es fácil atascar el coche y, si nos pasa, son al menos cuarenta minutos para salir
P: Tu coche tiene la curiosidad de que funciona con un combustible renovable que fabrica Repsol. ¿Tiene alguna diferencia con el tradicional?
R: Sí, tenemos un combustible renovable al 70%, que es el que utilizamos en carrera. Lo empezamos a probar hace tres años con ciertas dudas. Al final, era algo nuevo, con motores muy delicados de alta competición, pero el hecho de trabajar tan cerca con el Tech Lab y hacerlo conjuntamente con Toyota Gazoo Racing no sha dado respuestas. Ahora, no solo tenemos la sensación de que funciona bien, sino que tenemos datos que nos ofrecen la seguridad de que es así.
P: ¿Se nota alguna diferencia dentro del coche?
R: Pues mira, se nota que el motor va más redondo. Tenemos la máxima potencia que necesitamos sin dañar el motor y sin poner en riesgo la fiabilidad, que es lo más importante en un coche.
P: ¿Dónde piensas que puede estar la clave del próximo Dakar?
R: Hay algo que no había sucedido desde que tengo memoria y es que compitan cinco marcas. Todo el mundo va a querer ganar. Creo que el ritmo va a ser muy alto desde el inicio y la primera semana va a ser muy complicada, porque tenemos la etapa de 48 horas. Van a ser casi 900 kilómetros por pistas de piedra, donde la gran preocupación serán los neumáticos y los pinchazos. Va a ser un gran problema. Preveo una primera parte de la carrera difícil de fiabilidad, en el sentido de cómo vanmos a hacer tantos kilómetros con los neumáticos que llevamos y con un ritmo tan alto. Y, luego, el Empty Quarter fue muy duro y este año volvemos de nuevo en la parte final. Va a ser muy muy intenso.
P: Por último y para acabar. ¿Siempre todo mejor con una sonrisa?
R: Ah, sí, siempre, por favor. La vida es demasiado corta y pasa demasiado rápido. Hagamos lo que nos gusta con toda la pasión que nos despierta y disfrutemos. La vida se trata de esto.
Isidre Esteve es un piloto diferente. A sus 52 años, el ilerdense sigue demostrando una pasión única al volante y ni tan siquiera las dificultades que le ha puesto la vida en su camino han borrado la sonrisa de su cara. Cercano, feliz y carismático, ha firmado un gran Rally de Marruecos a bordo del Toyota Hilux T1+ del Repsol Toyota Rally Team, donde ha puesto a prueba las novedades con las que disputará el próximo Rally Dakar, que presupone será de los más difíciles de la historia.
- Isidre Esteve, el eterno dakariano que en silla de ruedas le pide más madera al Dakar Javier Rubio
- Isidre Esteve y el milagroso invento que le permite disputar el Dakar en silla de ruedas Javier Rubio
- Las lecciones de Isidre Esteve: "La vida pasa demasiado rápido, hay que agarrarla como sea" Javier Rubio