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Los Hispanos apelan a la resistencia y consiguen un bronce de manual ante Suecia (36-39)
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MUNDIAL DE BALONMANO

Los Hispanos apelan a la resistencia y consiguen un bronce de manual ante Suecia (36-39)

España se marchó perdiendo al descanso tras una mala primera mitad en defensa. En el regreso de los vestuarios, mejoró atrás y dejaron atónitos a los suecos, que entraron en pánico

Foto: La defensa española no estuvo especialmente acertada. (EFE/Jessica Gow)
La defensa española no estuvo especialmente acertada. (EFE/Jessica Gow)

El inicio del encuentro estuvo más reñido que nunca, dando claras señales de que este partido no era uno más. Ni para los suecos ni para los españoles. Suecia atravesó con muchísima facilidad la defensa de la Selección, incapaz de contener al pívot Max Darj, autor de cuatro de los diez primeros goles de los escandinavos. Había que sudar para ganar el bronce en el Mundial de balonmano. El tercer y cuarto puesto fue un partido competitivo que finalmente se llevó España (36-39).

España no tenía problemas en ataque en el inicio. No obstante, fue incapaz de convertir la portería de Gonzalo Pérez de Vargas en un muro infranqueable. Las contras eran fulminantes cuando la realizaban los españoles, pero los ataques estáticos de los suecos eran letales. No había manera de frenar a Hampus Wanne, que llegaba por sorpresa desde el ala izquierda.

placeholder Gonzalo Pérez de Vargas, en acción durante el partido. (EFE/Chema Moya)
Gonzalo Pérez de Vargas, en acción durante el partido. (EFE/Chema Moya)

Las semifinales ante Dinamarca fueron duras, y ante Suecia no fue menos. El plan de los escandinavos estaba claro y no varió a lo largo de la primera mitad: atacaron desde el lateral izquierdo la portería de Pérez de Vargas. El portero estuvo acertado en numerosas intervenciones, pero no pudo evitar la sangría de su equipo en defensa.

Mejoría en defensa en la segunda parte

Seguir el ritmo goleador de los suecos no fue un problema para España. En ataque, especialmente en las contras, estuvieron muy acertados. El juego estuvo liderado por Joan Canellas, que se erigió como el principal activo de la Selección en el aspecto ofensivo. Había que aferrarse a los goles para no perder de vista a Suecia.

Jordi Ribera pidió intensidad en los respectivos tiempos muertos, haciendo hincapié en la necesidad de mejorar en la parcela defensiva. Los jugadores lo asimilaron en la teoría, pero en la práctica no ocurrió lo mismo. Seguro que esa fue una de las obsesiones del seleccionador durante el descanso. Era clave mejorar en ese aspecto en la búsqueda de la victoria para conseguir la medalla de bronce.

A una intervención espectacular de Pérez de Vargas con 23-19 en el marcador le sucedió otra que no tuvo nada que envidiarle a la anterior. La mejoría en defensa se estaba notando. España ya no era una verbena y los suecos entraron en fase de pánico. El empate a 23 llegó y al seleccionador sueco, Glenn Solberg, se le cambió la cara. Nunca antes se había visto así a lo largo del encuentro.

placeholder La defensa mejoró, y mucho, durante la segunda parte. (EFE/Rodrigo Jiménez)
La defensa mejoró, y mucho, durante la segunda parte. (EFE/Rodrigo Jiménez)

El tiempo iba en contra de los suecos

Los papeles cambiaron por completo. Seis goles consecutivos de la Selección Española dejaron a los suecos a la estela del equipo nacional, incontestable en ataque y efectivo en defensa como no se había visto. En partidos como este se confirma la teoría de que el mejor ataque es una buena defensa.

El tiempo corría en contra de los suecos, que veían como la Selección tiró de orgullo para remontar y tener el partido en sus manos. En este deporte, eso sí, los encuentros son bastante largos. Quedaba todavía un cuarto de hora para ver si no había una reacción de los escandinavos que pusiera en peligro el bronce.

Adrian Figueras, autor de siete goles, percutió como nadie en el frente de ataque, siendo un incordio permanente para la defensa escandinava. Sobre su tenacidad, España construyó la victoria frente a los suecos. Un triunfo que demostró más que nunca por qué este equipo hace honor al apodo de Los Hispanos.

El inicio del encuentro estuvo más reñido que nunca, dando claras señales de que este partido no era uno más. Ni para los suecos ni para los españoles. Suecia atravesó con muchísima facilidad la defensa de la Selección, incapaz de contener al pívot Max Darj, autor de cuatro de los diez primeros goles de los escandinavos. Había que sudar para ganar el bronce en el Mundial de balonmano. El tercer y cuarto puesto fue un partido competitivo que finalmente se llevó España (36-39).

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