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Jesús Calleja está descubriendo al 'diablo de las carreras' en su quinto Dakar
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Jesús Calleja está descubriendo al 'diablo de las carreras' en su quinto Dakar

El aventurero leonés está sufriendo más que nunca en el Dakar al que mejor preparado llegaba después de haber participado en cuatro ediciones anteriormente

Foto: Jesus Calleja. (Instagram)
Jesus Calleja. (Instagram)

Siempre se dice que las carreras de coches y motos son de los deportes más crueles que pueden existir, pues accidentes o averías pueden dejarte fuera de juego nada más dar comienzo la competición. Imaginen a Rafa Nadal teniendo que abandonar Roland Garros porque en el saque de su primer juego del torneo se le rompe su raqueta. Así de cruel puede llegar a ser el ‘diablo de las carreras’ capaz de mandar por la alcantarilla en un instante toda la sangre, sudor y lágrimas derramadas para llegar preparado a las competiciones importantes.

Foto: Al-Attiyah, en el rally de Andalucia. (EFE/Brais Lorenzo)

Porque Jesús Calleja, ya no es ningún novato en esta prueba. No sólo conoce ya lo que es acabar la carrera, sino que con el paso de los años ha alcanzado también un alto nivel de pilotaje. Por esta razón después de saltarse la edición del año pasado, el polifacético divulgador regresaba con la ambición clara de pelear en el terreno de los grandes. Con la experiencia y el pilotaje ya en el bolsillo, la estructura Astara creada por su compañero de equipo Óscar Fuertes y gestionada por SMC Motorsport, ponía en sus manos el coche más competitivo de toda su singladura dakariana. Apenas comenzado el Rally, al término de la tercera etapa, Calleja languidece en la posición 78 a más de 50 horas del líder. Sin embargo, como acertó a destacar al terminar la odisea de la segunda etapa, ¡siguen en carrera!.

"Si todo el mundo terminara la carrera, no sería el Dakar", acostumbra a recordar David Castera, director deportivo del rally raid más duro del mundo. “Los abandonos son parte de la Carrera”. Sin embargo, aunque la dureza es lo que ha hecho mítica a esta prueba, puede de todos modos que se les haya ido este año un poco la con esa criba inicial que siempre le gusta hacer a los organizadores. Si fuera poco lío el generado por el polémico libro de ruta de la primera etapa que provocó extravíos generalizados en el pelotón, colocar la etapa Marathon y tramos muy duros repletos de piedras nada más empezar, ha provocado las quejas generalizadas de los participantes.

Tras la extenuación, un maratón

La organización dijo no haber tenido más remedio que hacerlo así por cuestiones logísticas, pero para Calleja después de una odisea terrible en la primera etapa, esto suponía una especie de ahogadilla en el momento que estaba tratando de mantenerse a flote. Hay que tener en cuenta que en las etapas Marathon, los participantes tienen que ser autosuficientes y cargar repuestos y neumáticos para sobrevivir, pues no pueden contar con la ayuda de las asistencias. Afortunadamente, la inundación del bivouac de llegada, a consecuencia de las lluvias en el noreste de Arabia Saudí, restó 130 kilómetros a la etapa e hizo algo más llevadero el sufrimiento.

Así lo expresaba el piloto leonés al comienzo de la segunda etapa: “Parece mentira, pensábamos que nos eliminaban de la carrera después de todos los problemas de embrague que tuvimos en la primera etapa y con los problemas de navegación llegamos de noche tardísimo, eso sí estamos atrás del todo, lo que se dice en el Dakar ‘vivir en la mierda’ admitía tratando de poner optimismo al asunto. Poco duraba la alegría, porque cuando estaba tratando de remontar, un vuelco después de sobrepasar una duna dejaba su buggy bastante maltrecho.

“Se ha enroscado el coche al pasar la duna y el coche se ha quedado bastante maltrecho, íbamos como el 35 de la etapa aproximadamente después de tener 200 vehículos por delante, luego ya en la zona de trabajo, una vez que llegamos, hemos vistos que los daños no son tan grandes como parecía así que esperemos que podamos tener una tercera etapa normal.

Y efectivamente, en la tercera etapa, por fin tuvieron una jornada más o menos dentro de lo normal. Por la mañana Jesús decía a su copiloto Eduardo que tenía el presentimiento de que iba a ser un buen día y efectivamente así fue. De nuevo tocaba salir con 200 vehículos por delante, pero con buen ritmo y sin demasiados sobresaltos técnicos, pudo remontar muchas posiciones y acabar en una excelente trigesimocuarta plaza. “Hoy podemos decir que nos ha ido bien, saliendo el 221, con un fallo eléctrico que nos ha hecho parar en una duna y aun así, hemos acabo 33 -en realidad fue 34-, ¡creo que no he hecho una remontada así en mi vida!”

Tres jornadas infernales

La alegría era evidente, porque incluso en alguien tan bregado ante las dificultades como es Calleja, las señales de cansancio y el golpe moral de las terroríficas tres primeras jornadas se notaba que habían hecho mella. De hecho, hasta en la misma etapa inicial cronometrada, el popular aventurero se vio envuelto en un incidente que provocó de forma involuntaria. El lituano Vaidotas Zalas casi llega a las manos con los hermanos Tim y Tom Coronel, pensando que habían sido ellos y no Calleja, quien le obligó a dar un brusco frenazo, dejándole el coche empantanado y perdiendo bastante tiempo.

Anécdotas como la mencionada pasan todos los días en la carrera, pero lo significativo es que Calleja haya sufrido en tres días tantas vicisitudes como las que se pueden vivir no sólo en una edición sino incluso en varias. Indudablemente, los coches hoy día son mucho más resistentes y hay más comodidades que las que había en ediciones como la de 1986 donde sólo llegaron a la meta 100 vehículos de los 500 que tomaron la salida, pero el aventurero televisivo por excelencia puede dar fe, que el Dakar sigue ‘mordiendo’ con fiereza.

La organización sabe perfectamente además, que pilotos como el leonés que empiezan a tener cierta veteranía en la prueba son las víctimas perfectas del ‘diablo de las carreras’, pues a medida que aumenta el nivel de pilotos y máquinas, el margen de error también se va reduciendo. Lo razonable es no caer en la tentación especialmente en las primeras etapas de ‘darle mucho a la zapatilla’, pero pedir esto a alguien que ya no sale a acabar, sino a competir de verdad, lo de tomárselo con calma es fácil de decir y difícil de hacer. De todos modos, un gran piloto junto a ritmo y buena máquina necesita también haber tenido sus ‘encuentros con el diablo’. ¡El proceso inevitable de ser el gran piloto que ya eres, Jesús!

Siempre se dice que las carreras de coches y motos son de los deportes más crueles que pueden existir, pues accidentes o averías pueden dejarte fuera de juego nada más dar comienzo la competición. Imaginen a Rafa Nadal teniendo que abandonar Roland Garros porque en el saque de su primer juego del torneo se le rompe su raqueta. Así de cruel puede llegar a ser el ‘diablo de las carreras’ capaz de mandar por la alcantarilla en un instante toda la sangre, sudor y lágrimas derramadas para llegar preparado a las competiciones importantes.

Jesús Calleja Rally Dakar Arabia Saudí