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Víctor, el waterpolista que se plantó: "Me llamó maricón dos veces y me fui a por él"
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El deporte español, salpicado

Víctor, el waterpolista que se plantó: "Me llamó maricón dos veces y me fui a por él"

El jugador de waterpolo atiende a El Confidencial para narrar los insultos homófobos de Ubovic. Decidió hacer pública su identidad en búsqueda de una sanción que sirva de precedente

Foto: Víctor Gutíerrez, jugador profesional de waterpolo. (Instagram)
Víctor Gutíerrez, jugador profesional de waterpolo. (Instagram)

El pasado sábado se celebró la decimoquinta jornada de la División de Honor masculina de waterpolo. Uno de los partidos del día era el CN Terrassa-CN Sabadell. Un enfrentamiento importante en la lucha por la tercera plaza, que da acceso a la Champions, además de tratarse de un derbi. La tensión es habitual en este tipo de encuentros. Pero se cruzó una línea roja. Víctor Gutiérrez, boya del equipo local y varias veces internacional con España, lo denunció a través de las redes sociales pocas horas después de que sucediera. Un rival, el serbio Nemanja Ubovic, le insultó hasta en dos ocasiones llamándole “maricón”. Gutiérrez, uno de los pioneros en el deporte de élite español en reconocer abiertamente su homosexualidad y activista por los derechos del movimiento LGTBI, dice basta.

“Da mucha rabia que tengamos que hablar de esto, pero así son las cosas en el deporte”, estas son las primeras palabras que Víctor Gutiérrez pronuncia en conversación con este periódico. Así explica lo que sucedió en la piscina: “En un lance del juego, Nemanja Ubovic se gira y me llama maricón. En ese momento no sabía donde tenía ni la cabeza, no sabía si irme a los árbitros, si irme a por él, si parar el partido y salirme… Saqué un punto de frialdad y me planteé si lo que quería era sacarme del partido. Pensé en el equipo y en que, a veces, todos decimos cosas que no queremos a 200 pulsaciones por minuto y luego nos arrepentimos. A mí me ha pasado que en partidos haya insultado a un rival sin sentir lo que le estaba diciendo”.

placeholder Nemanja Ubovic en una imagen de archivo. (Efe)
Nemanja Ubovic en una imagen de archivo. (Efe)

“Se acaba el partido, que ganamos por cierto (16-14), llega la hora de salirse del agua. Ahí normalmente los jugadores de ambos equipos nos encontramos y nos damos la mano. No le quise saludar por lo que había sucedido. Él era plenamente consciente de los motivos de mi enfado, es un jugador serbio y me insultó en perfecto castellano. Le negué la mano y me vuelve a llamar maricón. Estaban mis compañeros, parte de la grada también lo oyó… Me fui hacia él y me tuvieron que separar. Le dije que no me volviese a llamar maricón, que esto es España y que aquí, afortunadamente, se respetan los derechos y libertades de las personas. Me fui hacia la mesa de los árbitros para decirles que sus insultos tenían que constar en acta. Ellos me dicen que, al no haberlo escuchado ellos mismos, no pueden reflejarlo en el acta. Pero me brindan todo su apoyo. Ahí decido que hay denunciarlo, no pienso colaborar en que eso siga pasando”, relata.

El primer comunicado donde no dio el nombre de su rival

Víctor llegó a su casa decidido a contar y denunciar lo que había pasado: “El sábado estaba en estado de shock, por suerte no me suelen pasar cosas tan graves. Me ha pasado más veces que me insulten así en un partido, no me quiero llevar las cosas en lo personal. He querido mandar un mensaje más positivo a los más jóvenes, de que cabemos todos en el deporte. Pero esta vez no, no quiero seguir perpetuando estos comportamientos homófobos”. El boya grabó un vídeo que subió a las redes sociales, ahí no especificó el nombre del jugador que lo había agredido verbalmente con un insulto que apelaba a su condición sexual.

Pasa una noche entera, está más tranquilo y muy apoyado por los suyos, compañeros, amigos, familia… Pero se da cuenta de que no puede seguir así. “En España esto se lleva haciendo toda la vida: en los ochenta se cantaba ‘Michel maricón, en los 2000 ‘Guti maricón’, y hasta hace nada ‘Cristiano Ronaldo maricón’. Y nadie nunca decía nada. No se quedaba en el acta, quedaba todo impune”, reflexiona Gutiérrez. Pasan 15 horas desde que el deportista emite su primer comunicado hasta el segundo, el domingo por la mañana, cuando determina hacer público que fue Ubovic el que le llamó “maricón” hasta en dos ocasiones.

"Quería dar a su club y a la federación las herramientas suficientes para sancionar"

En esta decisión influye que su compañero de profesión no hizo ningún intento por hablar con él. “Con el paso de las horas el jugador no se ha disculpado. Hay compañeros de su equipo que me han escrito mandándome ánimos. Podía haber pedido mi teléfono, podía haberme contactado por redes y no lo ha hecho. Es una declaración de intenciones, ni siquiera ha salido a dar su versión. He comprendido que de nada sirve denunciar algo que ha ocurrido si no se pone nombre y apellidos al infractor. Quería darle a su club y a la federación las herramientas suficientes para que le sancionen. Tiene que pasar, tiene que haber un precedente, no hay otra manera de que esto cambie”, insiste.

Nada más hizo público el nombre de Ubovic, el Sabadell emitió un comunicado: “Condenamos cualquier actitud homófoba, xenófoba y racista que atente contra los valores del respeto, la tolerancia y la igualdad (…) Seguiremos trabajando para que hechos así no vuelvan a pasar”. No ha habido, a fecha publicación de este artículo, mayor contacto del equipo con Gutiérrez. “Lo agradezco, pero tienen que demostrarlo. De nada sirve un papel. Si ellos, la Federación Nacional de Waterpolo y el Consejo Nacional de Deportes están en contra de que estas situaciones se produzcan en centros deportivos, tienen que actuar. Hay protocolos para todo, ahora hay que crearlo para que se entienda que esto no puede pasar”.

Tanto el presidente de la federación, Fernando Carpena, como el presidente del CSD, José Manuel Franco, llamaron la mañana del domingo a Gutiérrez para mostrarle su apoyo y asegurarle que se investigará lo ocurrido: “A ambos les he transmitido mi firme decisión de no dejar que esto caiga en saco roto. Voy a ir a muerte con todas las consecuencias”.

“Nos conocemos de toda la vida, sabe perfectamente mi orientación sexual”

Gutiérrez niega con rotundidad que el insulto homófobo del serbio fuese mera casualidad. “Conozco a Ubovic desde los 16 años. Somos de la misma edad, nos conocemos de la misma edad. Nos hemos visto mil veces en partidos de selecciones y clubes. Él sabe perfectamente cuál es mi orientación sexual, salí del armario hace cinco años y siempre he procurado tener un impacto positivo con mi imagen”. El deportista fue protagonista de la revista de temática gay Shangay en el 2016, desde entonces ha tenido un papel importante como activista por los derechos de la comunidad LGTBI en el deporte, fomentando su inclusión. Su figura es de sobra conocida en el waterpolo español.

Para él, la procedencia de Ubovic es importante en esta situación. “Cómo se vive la homosexualidad en países balcánicos lo sabemos todos. Gente como yo vive estigmatizada por gente como él. Él ha jugado además varios años en Hungría, otro país que persigue al colectivo. Es una persona joven, que ha vivido en España… Tiene que comprender que en este país muchísimas personas lucharon por conseguir los derechos que tenemos, arriesgaron sus trabajos, su vida persona, incluso su integridad. Desde luego yo no me voy a amedrentar, ni lo voy a tapar. Tolerancia cero. Me van a tener enfrente”, se ratifica.

El jugador de waterpolo confiesa que “si mañana me llama para pedirme perdón, le cogeré el teléfono y aceptaré sus disculpas. Rectificar es de sabios, incluso si no lo hace de corazón, eh. Pero es un gesto importante. Lo agradecería, pero lo hecho, hecho está y que voy a intentar que le sancionen. Hay que actuar”.

El caso vivido en primera persona por Gutiérrez recuerda a la polémica racista que asola al fútbol español por la denuncia de Mouctar Diakhaby. El jugador del Valencia acusó a Juan Cala, del Cádiz, de haberle llamado “negro de mierda” durante el partido que enfrentó a ambos equipos en LaLiga. El ente presidido por Javier Tebas aseguró que en su investigación no había indicios de que el insulto se hubiera producido. Preguntado al respecto, Gutiérrez recuerda que “varios compañeros y aficionados de la grada” escucharon perfectamente a Ubovic insultarle. "He vivido cómo a los jugadores negros en el fútbol se les lanzaban plátanos. Las cosas cambian y alguna vez tienen que ser”, sentencia.

Esta desagradable situación en pleno 2021 lleva a la siguiente cuestión, ¿es difícil ser un deportista de élite en España abiertamente homosexual? Víctor Gutiérrez no duda su respuesta: “Por supuesto. El mayor reflejo de ello es cuántos deportistas de primer nivel hay fuera del armario. Se pueden contar con los dedos de la mano. Sigue generando mucho miedo al deportista, ese es el termómetro. Que no me cuenten la historia esa de que ‘no, es que yo no tengo por qué contar con quien me acuesto’. Ser homosexual es mucho más que una relación sexual. Es un tema de quién eres. Igual que en otros campos de la vida la situación ha mejorado y está cambiando, en el mundo del deporte no está normalizado”.

Ubovic, apartado por el Sabadell

Este lunes 19 de abril, horas después de la publicación de este artículo, el Club de Nataciò Sabadell ha emitido un comunicado con el que confirma la suspensión indefinida de Ubovic, quien se encuentra apartado del grupo hasta que se resuelva la investigación interna del equipo. En dicho texto, el club catalán ha expuesto que existen "versiones contradictorias que están siendo estudiadas", a la vez que condenan los insultos y el acoso que el jugador serbio y su familia están sufriendo "a través de las redes sociales".

El pasado sábado se celebró la decimoquinta jornada de la División de Honor masculina de waterpolo. Uno de los partidos del día era el CN Terrassa-CN Sabadell. Un enfrentamiento importante en la lucha por la tercera plaza, que da acceso a la Champions, además de tratarse de un derbi. La tensión es habitual en este tipo de encuentros. Pero se cruzó una línea roja. Víctor Gutiérrez, boya del equipo local y varias veces internacional con España, lo denunció a través de las redes sociales pocas horas después de que sucediera. Un rival, el serbio Nemanja Ubovic, le insultó hasta en dos ocasiones llamándole “maricón”. Gutiérrez, uno de los pioneros en el deporte de élite español en reconocer abiertamente su homosexualidad y activista por los derechos del movimiento LGTBI, dice basta.

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