Es noticia
Muere Eric Bristow, la primera superestrella de lanzamiento de dardos
  1. Deportes
  2. Otros deportes
a los 60 años

Muere Eric Bristow, la primera superestrella de lanzamiento de dardos

A los 60 años, Bristow ha fallecido tras sufrir un ataque cardiaco. Fue uno de los primeros jugadores en destacar a nivel internacional en lanzamiento de dardos

Foto: Eric Bristow, superestrella de los dardos, muere a los 60 años
Eric Bristow, superestrella de los dardos, muere a los 60 años

Eric Bristow, uno de los fundadores de la Federación Profesional de Dardos (PDC, por sus siglas en inglés) y la primera gran superestrella en este mundo, ha muerto este jueves a los 60 años de edad a causa de un ataque al corazón. Así lo ha confirmado el propio PDC, ccuyo director, Barry Hearn, lo ha recordado como una leyenda a la que nadie olvidará, ni en el mundo de los dardos ni el deporte británico. "Fue un jugador tremendo y un gran personaje, e incluso después de su retirada del deporte, sus seguidores no han dejado de hacer miles de kilómetros para conocerlo y verlo jugar", señala en un comunicado.

"Eric nunca tuvo miedo de la polémica", añade, "pero fue honesto y directo" y precisamente por eso "la gente lo admiraba". "Tanto la Federación como el deporte de los dardos lo van a echar de menos", añadió. Bristow (Londres, 1957), estaba a menos de un mes de cumplir 61 años. Fue campeón del mundo en cinco ocasiones, entre 1980 y 1986, y también ganador de otros cinco Máster Mundial.

Fue uno de los fundadores de la PDC en 1993, cuando las grandes estrellas de este deporte se salieron de la Organización Británica de Dardos. Bristow fue incluido en el 'salón de la fama' que tiene la propia federación en 2005 y dos años después se retiró de la competición para convertirse en contertulio en la televisión británica. En 1989 se casó con Jane Bristow, con quien tuvo dos hijos, Louise y James, en 1991 y 1993, respectivamente.

Como muchos lanzadores de dardos, Bristow tuvo que lidiar contra la 'darditis', una especie de síndrome que impide al jugador lanzar correctamente los dardos. Si bien no está calificada como enfermedad, todavía se desconoce su causa y es algo similar a los 'yips' (desórdenes nerviosos) que sufren, entre otros, los golfistas. La primera vez que la sufrió fue en 1986, tal y como él mismo reconoció en una entrevista con el diario 'The Guardian'. "No sé cómo dejé de tenerlo, pero lo sufrí durante unos diez años", reconoció. Precisamente en 1997 llegó a las semifinales del Mundial de PDC, diez años antes de retirarse.

Una vida personal polémica

A pesar de su excelsa carrera profesional, Bristow no se vio exento de polémica en su vida personal. En 2005, dos años antes de su retirada, fue acusado de haber agredido a su esposa. La Justicia de North Staffordshire impuso una orden de alejamiento en su contra, al ser acusado de haber golpeado a la mujer en la cara durante una borrachera, aunque posteriormente quedó libre de todo cargo.

La mayor polémica que lo golpeó fuera de su carrera profesional fue un comentario machista que realizó a propósito de una serie de revelaciones en el mundo del fútbol sobre abusos sexuales: unos 20 jugadores exjugadores reconocieron públicamente haber sido víctimas de abusos cuando eran niños, a lo que la estrella de los dardos contestó preguntándoles por qué no habían denunciado a sus agresores hasta que "se hicieron mayores y se pusieron en forma". En este contexto, aseguró que los jugadores de dardos eran "tipos duros", mientras que los futbolistas eran "débiles".

Si bien primero defendió sus comentarios, publicados en redes sociales, después reconoció su error y se disculpó: "Lo siento por haber ofendido a la gente. Fue una mala redacción. Me comporté como un toro en una tienda china".

Eric Bristow, uno de los fundadores de la Federación Profesional de Dardos (PDC, por sus siglas en inglés) y la primera gran superestrella en este mundo, ha muerto este jueves a los 60 años de edad a causa de un ataque al corazón. Así lo ha confirmado el propio PDC, ccuyo director, Barry Hearn, lo ha recordado como una leyenda a la que nadie olvidará, ni en el mundo de los dardos ni el deporte británico. "Fue un jugador tremendo y un gran personaje, e incluso después de su retirada del deporte, sus seguidores no han dejado de hacer miles de kilómetros para conocerlo y verlo jugar", señala en un comunicado.

Reino Unido
El redactor recomienda