Los García, la familia vasca que recorre el mundo jugando al curling por España

"Normalmente tengo que explicar qué es el curling... pero sí, nos suelen decir que tenemos que tener la casa muy limpia". Irantzu García responde con una sonrisa cuando se le cuestiona por la reacción de la gente al comentar que es jugadora de curling y muchos, o no saben lo que es, o les lanzan la broma menos original que se puede hacer sobre un deporte en el que hacen falta piedras, escobas y un arte infinito para intentar controlar los caprichos del hielo. En la última semana de agosto, junto a su hermano Gontzal —son los número 15 del mundo en su modalidad—, han competido en los Juegos de Invierno de Nueva Zelanda frente a (entre otras) seis de las ocho mejores parejas mixtas de los últimos JJOO.

Esta vitoriana tiene 25 años y lleva desde los 10 jugando al curling. "Hacía patinaje, pero un día vinieron desde Andorra a dar un curso de curling y aquí estamos", en Naseby, un pueblo de 100 habitantes de la isla sur del país de los All Blacks. La jugadora atendió a El Confidencial momentos antes de enfrentarse a los Smith, una de las tres parejas locales que competían. A estos hermanos 'kiwis' les ganaron bien, 12-2, algo que no pudieron hacer el primer día frente a los hermanos Becker, la familia granjera de dicha localidad (más laureada de Nueva Zelanda) por la que había construido las instalaciones donde estaba teniendo lugar el torneo.

Familiares, novios y ex

"Es que lo normal es que en los dobles mixtos exista una relación entre la pareja más allá del hielo". Además de los anfitriones, mientras los García jugaban también lo hacían "el matrimonio escocés McCleary o los suizos -que ahora son expareja sentimental-. Menos los asiáticos, que suelen poner a los dos mejores de masculino y femenino, el resto suele tener una vida en común fuera de la pista. Es clave a la hora de jugar y compenetrarte", indican los hermanos. Cuestión de culturas.

Sabiendo lo familiar que es el curling no sorprende que los padres, tíos y un primo de estos hermanos también jueguen con las piedras y las escobas. De hecho, Irantzu formaba pareja antes con su primo hasta, que hace tres años Gontzal le sustituyó. Este comenzó a jugar cuando tenía 5 años y, literalmente, pesaba más la piedra (de 20 kilos) que él.

"Esta modalidad de dobles mixtos lleva diez años y yo he ido ya a nueve mundiales", comenta Irantzu, que lleva más de 150 partidos vistiendo con la ropa de la selección española. En esta década se ha recorrido medio mundo jugando al curling: EEUU, Canadá, Corea, Irlanda y Gran Bretaña, los países nórdicos, Rusia, Estonia, Hungría, Australia, Nueva Zelanda...

¿Cómo es capaz esta familia de dedicarse a un deporte cuya pista más cercana se encuentra a 10 horas en coche desde 'su' Vitoria? "Solemos entrenar sábados y domingos en una pista de hielo, pero de mayo a septiembre cierra por el calor. Cuando podemos, intentamos ir a una de Escocia, que tenemos amigos allí y al final es lo que mejor nos sale económicamente", explica la jugadora que acaba de comenzar a ejercer su profesión de médico. Cuando no se puede pisar el agua congelada entrenan en el gimnasio, "tenemos un entrenador personal que estudia los músculos que utilizamos y nos pone ejercicios en base a ello".

20.000 euros de presupuesto

Haciendo equilibrios. Intentan imitar las facilidades y los mínimos con los que cuentan sus rivales, aunque para ello deban acudir a la tecnología: "Nuestro entrenador es canadiense, es jugador profesional (en Canadá hay 1,5 millones de jugadores y es el segundo deporte nacional) y le enviamos vídeos de nuestros entrenamientos para que nos corrija o dé consejos. Cuando hay campeonatos importantes sí nos acompaña y otras veces intentamos juntar días antes de un torneo... o como las vacaciones del año pasado, que aprovechamos para pasarlas allí".

Con todo, Irantzu y Gontzal manejan un presupuesto anual de unos 20.000 euros que sale del Basque Team y de las becas Podium Telefónica, a los que se une la Real Federación Española de Hielo cuando se trata de una cita importante como un mundial.

'The winter is coming'. A su regreso a España vuelve el frío y, con él, las pistas de hielo para entrenar cerca de casa. Toca pensar en 2018 para tratar de revalidar su título de campeones de España (seguramente ante alguna de las familias de Donosti que siempre les ponen difíciles la victoria) y seguir paseando la bandera rojigualda por medio mundo jugando a un deporte del que no hay ni una pista dentro de nuestras fronteras.