Carolina Marín suda como nunca para ganar su tercer Mundial consecutivo

Tras una temporada irregular, con una lesión por medio, llega la gran cita, el momento cumbre del año. El Mundial de bádminton aparece en escena y Carolina Marín afronta la cita más preparada que nunca. Busca su tercer entorchado consecutivo, algo que sería único en la historia de este deporte. Ninguna jugadora ha logrado enlazar tres títulos de una tacada. Tras triunfar en Copenhague (2014) y Yakarta (2015) —en 2016 no hubo Mundial por celebrarse los Juegos Olímpicos— su obsesión por convertirse en la mejor de la historia se ha disparado.

Desde hace semanas, la preparación de Carolina Marín ha sido de un nivel superior, exhaustiva al máximo. Física, mental, deportiva... Considera la onubense que llega al Mundial de Glasgow en un estado de forma superior, mejor que nunca, al mismo nivel que hace un año, cuando se colgó la medalla de oro en los Juegos de Río de Janeiro. Entonces lució un juego de primer nivel, también una fortaleza mental superlativa que la llevó a alcanzar uno de los grandes objetivos que siempre tuvo en mente.

En San Sebastián, en casa

Las sesiones de trabajo durante estas últimas semanas, bajo la supervisión de Fernando Rivas, han sido de una tremenda exigencia. Y la respuesta de nuestra campeona ha sido excelente. No, no miente Carolina cuando asegura que se encuentra en plenitud, perfecta para afrontar, y ganar, el torneo. Incluso, los que han seguido su preparación en primera línea consideran que se encuentra más pletórica que hace un año, cuando ganó en Río de Janeiro. La puesta a punto del físico ha sido aspecto fundamental estas últimas semanas y la campeona siente que afronta el campeonato como nunca.

Sus entrenamientos han sido de alta calidad, con todos los detalles controlados perfectamente por su equipo de trabajo. No, el oro de Río de Janeiro no fue el momento cumbre en la carrera de Carolina. Sólo fue una cima más coronada. Glasgow es la siguiente que aparece en su horizonte y por ello ha realizado una preparación similar a la de hace un año.

En el Centro de Alto Rendimiento de Madrid, que tan bien conoce desde hace mucho, fue poniéndose a punto en la primera fase de la preparación. Antes de viajar a Glasgow, Carolina pasó unos días en San Sebastián, trabajando a nivel del mar y con una humedad de ambiente adecuada para que su cuerpo esté listo cuando llegue la hora de la verdad en tierras escocesas. Ni un simple detalle se ha dejado al azar.

Motivación extra

En San Sebastián se ha sentido como en casa. La preparación ha sido óptima, pero con un plus emocional. Carolina ha sentido sin parar el calor de la gente que se cruzaba en su camino. La conocían en cualquier rincón, recibiendo apoyo y cariño a raudales. La Diputación de Guipuzcoa se volcó con la jugadora andaluza por completo, cediendo todas sus instalaciones para que no le faltara de nada durante los entrenamientos. Sus sparrings, Clara Azurmendi y Kike Peñalver, han sido otro pilar en los que se ha sustentado la cuidadosa y metódica puesta a punto de Marín.

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"Sólo firmo el oro", ha sentenciado la española en declaraciones que recogió la web de la Federación Española de Bádminton (FESBA), dejando claro que "no siento presión alguna en este Mundial". Sí reconoce que su motivación ante esta cita es extra porque quiere "ser la primera jugadora de la historia en ganar tres mundiales de manera consecutiva, algo que no ha hecho nadie". "Voy a por todas", enfatiza Carolina, cosa que recalca Fernando Rivas con un "vamos a por el oro".