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Matt Ryan, el chico listo no conoce a Lady Gaga, pero quiere la Super Bowl 2017
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tratará de llevar a atlanta a su primer título

Matt Ryan, el chico listo no conoce a Lady Gaga, pero quiere la Super Bowl 2017

Los Falcons llegaban de una época convulsa, con el 'quarterback' Michael Vick encarcelado, cuando decidieron cogerle con el número 3 del draft. Quiere terminar su mejor temporada de la mejor manera

Foto: Matt Ryan celebra el pase de su equipo a la Super Bowl (Reuters)
Matt Ryan celebra el pase de su equipo a la Super Bowl (Reuters)

La personalidad de un equipo de fútbol americano depende completamente del 'quarterback'. Es la posición clave, ningún otro deporte colectivo tiene un individuo tan relevante, normalmente todo está más equilibrado. En la NFL es imposible que un buen mariscal de campo triunfe si lo que tiene alrededor no funciona, pero también es cierto lo contrario: son muy extraños los equipos que encontraron el éxito sin un líder fuerte.

Foto: El trofeo de la Super Bowl (EFE)

Todo gira a su alrededor, es el príncipe del cuento y el centro de todas las mirada. El 'quarterback' es la estrella cuando gana —muy raro es el 'MVP' que no sale de esa posición— y el señalado cuando pierde. Y más aún en tiempos recientes, cuando el juego de pase ha tomado un protagonismo absoluto en el deporte en detrimento de la carrera, dejando así a los 'running back' en una posición, de algún modo, secundaria.

La fisionomía del equipo depende del estilo y la personalidad del 'quarterback', y pocos lo saben mejor que los Atlanta Falcons. Una franquicia que, de algún modo, es anodina, pues solo ha llegado a una final en su historia y la perdió, pero tampoco ha sido nunca la catástrofe absoluta que articula buenas historias. Era la clase media, lo que en el deporte estadounidense, con sus 'draft' y sus límites salariales, es algo muy parecido al bostezo. Este domingo pueden cambiar su ADN, entrar en el olimpo de los campeones.

Y para ello hay que retrotraerse a una fecha concreta: 26 de abril de 2008. Aquel día su 'quarterback' titular, Michael Vick, se encontraba encarcelado por organizar peleas de perros ilegales. Era para él un día especial, el cumpleaños de su madre, y había reservado un rato de teléfono para poder hablar con ella. Era un ángel caído, una de las presencias más fulgurantes de la liga caída, en buena lógica, en desgracia después de su condena. Llamó a su madre y ella, antes siquiera de la felicitación, le comunicó que a su abuela le había dado un infarto. Una hora después supo que los Falcons habían hecho lo que parecía más lógico, coger, con el número 3 del 'draft', a Matt Ryan, el mariscal de campo del Boston College, el más aseado de cuantos había disponible.

Foto: Brady y Belichick, durante un partido de los play off (EFE)

También era todo lo contrario a Vick, que en ese momento supo que en su equipo de siempre no le guardarían su sitio. En el fondo sabía que eso iba a pasar pero... uno nunca pierde la fe. El cambio era radical, Vick era un 'quarterback' diferente a los demás, con unas piernas prodigiosas, que lo mismo lanzaba que corría, un físico privilegiado y cierta incapacidad para organizar bien el juego. Un cabra loca de infancia difícil que había sido el primero 'quarterback' negro en ser elegido en el primer puesto del 'draft'. Un organizador con mucho carisma a quien en una temporada, según él mismo cuenta, pusieron una puntuación tan alta en los videojuegos a su personaje que los niños prohibían jugar con su equipo por considerarlo injusto.

Aquel tipo había llevado a los Falcons a los 'playoffs' en dos temporadas, lo cual no era exactamente común en la franquicia. Pero su actitud, su delito, obligaba a un cambio. Matt 'Ice' Ryan era todo lo contrario a Vick. Nacido en Pensilvania, el lugar con más 'quarterbacks' de éxito por metro cuadrado (Marino, Montana, Kelly, Namath, Unitas...) en una familia de clase media alta con cierta tradición deportiva. Ryan fue a un instituto de pago a una hora de su casa en el que había buenas instalaciones deportivas y al que, ahora, vuelve de vez en cuando a conocer a los chicos. Nunca llegó a tener arraigo en la región: en un lugar donde el fútbol americano se vive con más pasión que en casi cualquier sitio, él siempre pasó con un perfil bajo.

placeholder Matt Ryan ordena a sus compañeros.
Matt Ryan ordena a sus compañeros.

La madurez

Quizá porque, cuando tuvo que elegir, se fue al Boston College. Necesitaba Ryan una universidad competitiva, que deportivamente fuese brillante. De esas había unas cuantas en Pensilvania, pero no le daban la otra parte que el joven necesitaba: una gran calidad educacional. Porque Ryan, además de un excelente deportista, también es un cerebrito con estudios avanzados en informática y oceanografía. Sin llegar a los extremos de Sheldon Cooper en 'The Big Bang Theory', Ryan es lo que los estadounidenses llaman un 'nerd', el típico chaval estudioso y no muy dado a expandirse socialmente. Tanto que esta semana le pidieron que dijese su canción favorita de Lady Gaga, que será la estrella en el 'show' del descanso, y él fue incapaz de recordar ninguna.

Foto: Aaron Rodgers se prepara para lanzar el balón (EFE)

Nada ni remotamente parecido a Vick. Incluso jugando, Ryan, al que llaman 'Ice' desde el instituto, es el típico 'quarterback' que no corre demasiado. Las piernas están para ayudar en el lanzamiento y el mundo se ve mejor detrás de la línea ofensiva que te presente. Vick era un aventurero que, cuando no veía la opción de pase muy clara, se ponía a correr buscando espacios para dar rienda suelta su velocidad. Mucho menos clásico que Ryan.

Desde pronto Ryan demostró ser un buen jugador. Buen brazo, ideas claras, cierta capacidad de liderazgo. Durante cierto tiempo, sin embargo, había en la liga una sospecha sobre él ¿era demasiado plano? Porque hacía las cosas aseadas, no fallaba mucho, estructuraba el equipo bien, pero le faltaba el duende que se exige a los marirscales de campo, la capacidad de dar un paso más y convertir un buen equipo en un campeón. Eso ha llegado ahora, a sus 31 años, en su mejor temporada. En el año en el que, probablemente, será elegido jugador más valioso de la temporada regular. La transformación de Atlanta ha terminado y el 'nerd' ahora es el día.

La personalidad de un equipo de fútbol americano depende completamente del 'quarterback'. Es la posición clave, ningún otro deporte colectivo tiene un individuo tan relevante, normalmente todo está más equilibrado. En la NFL es imposible que un buen mariscal de campo triunfe si lo que tiene alrededor no funciona, pero también es cierto lo contrario: son muy extraños los equipos que encontraron el éxito sin un líder fuerte.

Tom Brady
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