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España echa el cerrojo a tiempo para estrenar el Mundial con victoria
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ganó a islandia por 27-21

España echa el cerrojo a tiempo para estrenar el Mundial con victoria

Tras una primera parte para olvidar, España mejoró en defensa y le dio la vuelta al partido. Balaguer y Cañellas, con 4 tantos, fueron los máximos goleadores del partido

Foto: Aginagalde marcó tres goles en la victoria contra Islandia (Guillaume Horcajuelo/EFE)
Aginagalde marcó tres goles en la victoria contra Islandia (Guillaume Horcajuelo/EFE)

La selección española masculina de balonmano debutó en el Mundial de Francia con una victoria por 27-21 contra Islandia en un partido con dos partes muy diferentes. En la primera, España no encontró el ritmo ni en defensa ni en ataque y se estrelló una y otra vez contra el portero islandés. En la segunda echó el cerrojo, lo que le permitió explotar el contraataque y realizar un juego más rápido y efectivo con el que le dio la vuelta al marcador y acabó venciendo con claridad.

Hubo un momento en el que parecía que la selección española era incapaz de superar Björgvin Páll Gústavsson. El portero islandés, con su melena rubia y su camiseta de manga corta, una rareza en un guardameta de balonmano, estaba amargando el debut de los Hispanos en el Mundial. Durante la primera parte paró 10 de los 20 lanzamientos y también los tiros desde los 7 metros de los que dispuso España. Primero lo intentó Valero Rivera, el mejor especialista del equipo, luego Dani Sarmiento y por último Álex Dujshebaev. Los tres se estrellaron contra Gústavsson.

Resumen del partido.

Y como ellos, el resto del equipo en una mala primera parte. Salvo algún detalle de Sarmiento, que tendrá que hacer un esfuerzo extra hasta que se recupere Raúl Entrerríos (el asturiano, lesionado, de momento no está inscrito), y lo que sacaba Julen Aginagalde en los 6 metros, España no encontró la manera de superar la defensa islandesa.

A la selección se le estaba atragantando el debut, un partido que suele muy complicado. La circulación de balón era lenta y los extremos apenas tuvieron opciones de lanzmiento. La buena noticia es que a pesar de que estaba siendo claramente superior, Islandia se fue al descanso con solo dos goles de ventaja, en parte gracias a la actuación de Gonzalo Pérez de Vargas. El toledano no estaba al nivel de su homónimo islandés, pero su partido era bastante bueno.

Sobre esos cimientos construyó España la defensa con la que le dio la vuelta al partido. En los días previos al Mundial, Jordi Ribera repitió una y otra vez que la señas de identidad del equipo eran fortaleza defensiva y su velocidad en ataque. Y la segunda no es posible sin la primera. Contra Islandia, España subió su nivel defensivo, robando balones a la primera línea rival, y eso le permitió anotar al contragolpe. David Balaguer, que debutaba en partido oficial con la selección, se lució con un 4/4 en el segundo tiempo.

España mantuvo su portería imbatida durante 9 minutos y pasó del 13-15 al 19-15. A partir de ahí mantuvo el control absoluto. Sin las paradas de Gústavsson, Islandia se vino abajo. Un partido que comenzó con muchos problemas acabó de manera plácida, con otro de los nuevos Adriá Figueras, aprovechando los minutos de descanso de Aguinagalde en el pivote. "Siempre es muy difícil jugar el primer partido", dijo Cañellas tras el encuentro. "Especialmente cuando tu rival es muy bueno y su portero está parando tantos lanzamientos. En la segunda parte creo que jugamos mucho mejor en defensa y pudimos correr y marcar goles fáciles en contraataque".

El próximo partido de España será el sábado (17:45 horas) contra Túnez, que este jueves debutó con derrota en el Mundial. El equipo tunecino perdió por 34-30 contra Macedonia. Kiril Lazarov, jugador del FC Barcelona Lassa, fue el mejor con 12 goles. En el otro partido del grupo B, Eslovenia pasó por encima de Angola, a la que ganó por 42-25.

La selección española masculina de balonmano debutó en el Mundial de Francia con una victoria por 27-21 contra Islandia en un partido con dos partes muy diferentes. En la primera, España no encontró el ritmo ni en defensa ni en ataque y se estrelló una y otra vez contra el portero islandés. En la segunda echó el cerrojo, lo que le permitió explotar el contraataque y realizar un juego más rápido y efectivo con el que le dio la vuelta al marcador y acabó venciendo con claridad.

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