Clara Azurmendi, la nueva apuesta de Fernando Rivas al estilo Carolina Marín
El entrenador de la campeona olímpica cree que esta donostiarra de 18 años, "pero que ya tiene nivel absoluto", debe ser la otra opción española de cara al ciclo olímpico de Tokio
La semana pasada, el bádminton español volvió a ser protagonista, y no por un nuevo éxito de su gran exponente, Carolina Marín, quien en las Finales de las SuperSeries disputadas en Dubai pagó no estar al cien por cien después de un año en el que el oro olímpico acaparó toda su atención. Esta vez fue su compañera y y en cierto modo también discípula más aventajada, Clara Azurmendi, la tercera española en el ranking mundial tras la citada Carolina y la madrileña Beatriz Corrales, quien a sus 18 años disputó la final del International Challenge de Italia.
La alegría no pudo ser completa y la donostiarra cayó por 22-20 y 21-14 ante Sabrina Jaquet. La suiza, que partía como octava favorita, impidió a Azurmendi incorporar un nuevo título a su palmarés, tras el logrado en el torneo de Bulgaria. Antes, cabe recordar que Clara fue campeona de Europa junior por equipos y bronce en los primeros Juegos Europeos disputados en Bakú. Eso sí, disputar la final de Ostia (Roma) premió la buena semana de la prometedora jugadora guipuzcoana, que en su camino hasta ella firmó prestigiosos triunfos ante la búlgara Linda Zetchiri, la rusa Evgeniya Kosetskaya y la danesa Natalia Koch Rohde.
Tal y como narraron las crónicas del partido, Azurmendi llegó a disponer de dos puntos de set, con 18-20 en el primer parcial, pero acabó entregando la manga por un ajustado 22-20. Lo tuvo cerca, pero al final cedió esa primera manga ante la helvética. La donostiarra no encontró luego la fórmula de la remontada y cedió con el definitivo 21-14. En todo caso, Clara demostró que se puede medir sin problemas ante las seniors, ya que ha firmado una trayectoria brillante hasta la final.
Puede decirse que Clara Azurmendi (San Sebastián, 4-5-1998) siguió los pasos de Carolina Marín, pues con 14 años ella también dejó su casa para irse a vivir a Madrid. Ingresó en la Residencia Joaquín Blume y siguió sus estudios (3º de ESO) en el Instituto Ortega y Gasset. Atrás quedaban sus años en el Aldapeta, el club de su anterior colegio, los Marianistas de San Sebastián, donde Clara se inició en el bádminton por algo tan sencillo como que su hermano mayor se apuntó a practicar este deporte como una actividad extraescolar. El recientemente fallecido Txomin Madinabeitia fue su primer entrenador y, tras aprender también de Rubén Berasategi y la olímpica Yoana Martínez, fue reclutada por Fernando Rivas y Anders Thomsen para el Centro Alto Rendimiento (CAR), donde empezó a entrenarse entre seis y siete diarias. "Yo ahora mismo vivo para el bádminton", suele decir Clara, aunque siempre sin descuidar los estudios..
Dedicación exclusiva al bádminton
"Clara ha seguido los pasos de Carolina para dedicarse al bádminton", cuenta a El Confidencial el primer entrenador del CAR de Madrid, Fernando Rivas., el gran responsable, no sólo del éxito de su pupila Marín, sino también del llamado 'método español', de ahí que sean muchos los países interesados en hacerse con sus servicios. "Hace unos días estuve reunido con los responsables de Basque Team (una fundación constituida mediante aportaciones realizadas por la Administración General del País Vasco y EITB) para hablar de Clara y se acordaban de que hace unos años, cuando la también donostiarra Yoana Martínez acabó el ciclo olímpico de Pekín, les dije que apostábamos por una niña de 15 años que se llamaba Carolina (Marín). Pues bien, sobre Clara les dije lo mismo. La evolución va a ser diferente a la de Carolina, no va a ser fácilpero ese es el objetivo", comenta Rivas.
"Por características, las dos son atacantes", nos cuenta Fernando al preguntarle por las semejanzas entre la onubense y la donostiarra, con la que ya lleva cinco años trabajando en el CAR. "Clara es más alta, lo que afecta negativamente a la defensa, pero puede beneficiarle en ataque". Según el entrenador granadino, "lo más importante es tener los datos y con 18 años Azurmendi está teniendo una progresión más rápida, con tres años de adelanto, que Beatriz Corrales. Y aún nos quedan tres años y medio para los Juegos de Tokio, una cita para la que habrá que estar entre las 18 mejores del mundo, lo cual no es nada fácil. De hecho, ahora mismo ni Bea ni Clara estarían clasificidas".
Corrales, quien decidió abandonar el CAR de Madrid para entrenarse en Italia, sigue siendo la segunda mejor jugadora española, pero las comparaciones con Azurmendi son tan respetuosas como inevitables, sobre todo a la hora de pensar en el futuro. "Por su estilo de juego tiene más posibilidades Clara", dice Rivas. "Además, con 18 años Bea nunca pasó de tercera ronda y sólo con 21 años llegó a jugar finales. Se llevan seis años de diferencia y Clara ya ha ganado un internacional absoluto, el de Bulgaria, y ha sido finalista de un challenge, el de Italia, uno de los más importantes del circuito europeo. Bea tiene pocos ganadores y es más de correr, mientras que Clara tiene un ataque muy bueno. Aún puede mejorar en la preparación física y en el caracter, le falta un poco, pero tiene muchos más ganadores".
"A pesar de ser todavía una júnior, ya tiene nivel de absoluto", asegura Fernando Rivas, quien también recuerda y celebra la medalla de plata de Sara Peñalver en el Europeo sub-17. La toledana emuló en Lubin (Polonia) a Carolina Marín y la propia Clara Azurmendi. quienes a su edad y en ese mismo torneo lograron sendas medallas de oro y bronce, respectivamente. Además, Peñalver -hermana de Kike- también fue oro por equipos en el Europeo Junior 2015 y bronce por equipos en el Europeo absoluto 2016.
Parece evidente que, al menos de momento, el futuro del bádminton español está garantizado, al menos mientras su principal exponente, Fernando Rivas, siga en el CAR y a pesar de que la Federación Española de Bádminton viviera este lunes otro episodio funesto..Con 53 votos a favor y ninguno en contra, la Asamblea reeligió a David Cabello presidente para un cuarto mandato, a pesar del riesgo de que en unos meses sea inhabilitado a estar siendo juzgado por un delito de plagio y que también este lunes los ocho presidentes de territoriales que impugnaron el proceso electoral ante el TAD, presentaran sus denuncias ante la justicia ordinaria.
La semana pasada, el bádminton español volvió a ser protagonista, y no por un nuevo éxito de su gran exponente, Carolina Marín, quien en las Finales de las SuperSeries disputadas en Dubai pagó no estar al cien por cien después de un año en el que el oro olímpico acaparó toda su atención. Esta vez fue su compañera y y en cierto modo también discípula más aventajada, Clara Azurmendi, la tercera española en el ranking mundial tras la citada Carolina y la madrileña Beatriz Corrales, quien a sus 18 años disputó la final del International Challenge de Italia.