Vuelve la Guerra Fría al ajedrez con dos niños prodigio como protagonistas
El encuentro entre Magnus Carlsen y Serguéi Karjakin se disputará del 11 al 28 de noviembre en el edificio Fulton Market de Nueva York y consistirá en 12 partidas
El ruso de 26 años, Serguéi Karjakin, peleará este viernes por el título mundial de ajedrez en Nueva York contra el noruego y vigente campeón, Magnus Carlsen. Dada la nacionalidad de los finalistas, resulta inevitable comparar la cita con los enfrementamientos entre Bobby Fisher y Boris Spassky de la Guerra Fría, y es que al igual que ocurría entonces la partida se disputa en un momento de tensión política entre Rusia y Occidente.
Karjakin y Carlsen son de la misma edad y llevan años compitiendo en los mismos torneos, por lo que mantienen una buena relación que va más allá de lo estrictamente deportivo. De todos modos, desde que el ruso consiguió clasificarse el pasado abril ambos se han ido distanciando, y es que la cita que protagonizarán este viernes se presenta como una de las más importantes de los últimos años en el mundo del ajedrez. Por un lado, Occidente confía en que el joven promesa de Noruega mantenga el título, mientras que, por el otro, hasta el mismísimo Vladimir Putin ha señalado que seguirá de cerca a su compatriota.
Karjakin, el 'ojito derecho' de Putin
Serguéi Karjakin consiguió el título de gran maestro de ajedrez con tan solo 12 años, batiendo así el récord que hasta entonces ostentaba el norteamericano Bobby Fischer. Karjakin era entonces ucraniano, y es que no fue hasta después de ganar el torneo Tata Steel de Holanda en 2009 cuando obtuvo la nacionalidad rusa. Una vez en Moscú, las autoridades se preocuparon por convertir a la joven promesa en un símbolo nacional, un papel que Karjakin desempeña con soltura a sus 26 años.
El ajedrecista es un declarado seguidor de Putin, y en varias ocasiones ha defendido la anexión a Rusia de Crimea, península en la que él mismo nació en 1990. El aspirante al título mundial también se ha mostrado a favor de la intervención militar en el este de Ucrania, compartiendo incluso una fotografía con una camiseta en la que puede verse el rostro de Putin junto a la frase 'No dejamos a nuestros hombres atrás'.
Al margen de su admiración hacia el presidente ruso, el talento que Karjakin muestra ante el tablero es incuestionable, y en los últimos años ha experimentado una notable progresión: ha sido seis veces medallista en las Olimpiadas del Ajedrez y actualmente ocupa el noveno puesto en el 'ranking' del FIDE. La cumbre de su carrera, por ahora, tuvo lugar el pasado abril, cuando ganó al estadounidense y número dos del mundo Fabiano Caruana.
Gracias a esta victoria, Karjakin es ahora aspirante al título mundial y se enfrentará a Carlsen el próximo 11 de noviembre, un rival que se le resiste desde hace años: en 22 partidas que han disputado, el ruso ha ganado una, perdido cuatro y el resto ha quedado en tablas. De todos modos, son muchos los rusos, incluido el propio Vladimir Putin, que confían en que el título mundial de ajedrez vuelva al país tras 10 años de sequía.
Magnus Carlsen, el niño prodigio
Con tan solo 13 años, Carlsen se enfrentó a Garri Kasparov y, tras 25 minutos de partida, el duelo quedó en tablas. Al margen del talento que demostró el noruego en aquella cita, lo que sorprendió fue su tranquilidad a la hora de hacer frente al 'Ogro de Bakú', ya que en lugar de intimidarse ante una leyenda del ajedrez como Kasparov, la joven promesa se levantó durante la partida para pasear y ojear otros enfrentamientos. Mientras tanto, su rival, y por aquel entonces número uno del 'ranking', mantenía la mirada fija sobre el tablero.
Menos de siete años después de que se celebrase esta partida, Carlsen ya ocupaba la primera posición en la clasificación mundial, siendo el jugador más joven en conseguirlo. A lo largo de su carrera, el noruego ha protagonizado además varios enfrentamientos mediáticos, como cuando en 2014 jugó una partida contra Bill Gates; todos esperaban que el ganador fuese Carlsen, pero no que lo consiguiese en tan solo nueve jugadas y 12 segundos.
La cumbre de su carrera llegó en 2013, cuando se hizo con el título mundial de ajedrez y se convirtió en el segundo maestro más joven de la historia en conseguirlo, por detrás de Garri Kasparov. Ese mismo año, la revista 'Time' lo eligió como una de las 100 personas más influyentes del mundo y, desde entonces, ningún ajedrecista ha conseguido destronar al noruego.
La gran final
El encuentro entre Magnus Carlsen y Serguéi Karjakin se disputará del 11 al 28 de noviembre en el edificio Fulton Market de Nueva York y, en principio, consistirá en 12 partidas. La última ocasión en la que ambos se enfrentaron fue el pasado julio en Bilbao, una partida que quedó en tablas tras 19 movimientos. Según señalaba el ajedrecista español Miguel Illescas en un artículo publicado en 'La Vanguardia', muchos expertos consideran que el ruso repetirá la estrategia que mantuvo en la capital vizcaína, eludiendo el combate y evitando asumir riesgos.
Pero al margen de la partida en sí misma, lo que parece claro es que el evento en Nueva York poco tendrá que ver con el que tuvo lugar en el País Vasco, y es que los organizadores ya han anunciado que la final contará con un sistema de cámaras de realidad virtual con vistas panorámicas para que lo sigan miles de aficionados por internet. Todo está ya preparado para lo que promete ser uno de los grandes enfrentamientos de los últimos años en el mundo del ajedrez: la partida entre los niños prodigio de Noruega y Rusia.
El ruso de 26 años, Serguéi Karjakin, peleará este viernes por el título mundial de ajedrez en Nueva York contra el noruego y vigente campeón, Magnus Carlsen. Dada la nacionalidad de los finalistas, resulta inevitable comparar la cita con los enfrementamientos entre Bobby Fisher y Boris Spassky de la Guerra Fría, y es que al igual que ocurría entonces la partida se disputa en un momento de tensión política entre Rusia y Occidente.