La Complutense viste de gala su frontón en la vuelta de la cesta punta a Madrid

La pelota vasca está de vuelta en Madrid y quiere hacerlo a lo grande. Así, la capital de España albergará el Open Villa de Madrid, en la modalidad de cesta punta, como punto de partida. La idea es que haya más torneos, repartidos por diferentes ciudades españolas, para después expandirlo por el resto del mundo.

El certamen fue presentado este jueves en el Consejo Superior de Deportes con Miguel Cardenal, su presidente, como anfitrión. Al acto también asistieron otras personalidades destacadas como Julían García Angulo, presidente de la Federación Española de Pelota, o Javier Odriozola, director de deportes del Ayuntamiento de la capital española. El torneo se celebrará durante este viernes y sábado.

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La sede será el campus de Moncloa de la Universidad Complutense de Madrid, que tiene uno de los más de cien frontones que hay repartidos por toda la Comunidad de Madrid. María Nagore Ferrer, vicerrectora de extensión universitaria de la institución docente madrileña, se mostró satisfecha por poder abrir las instalaciones "a la ciudadanía". Durante el acto también se dieron a conocer las parejas, los cruces y el canal de televisión que emitirá el torneo, GolTV.

Deporte olímpico

La iniciativa ha sido impulsada por diversos patrocinadores, que han hecho posible el retorno de la cesta punta a Madrid, un deporte que, de triunfar, quizá logre devolver al mítico frontón Beti Jai a sus años mozos. Esta construcción, muy cercana a la Castellana, es del Siglo XIX y está en la lista roja del Patrimonio Nacional. Así lo ha reconocido Javier Odriozola: el Ayuntamiento está estudiando fórmulas para que en el futuro pueda acoger competiciones.

Y la idea es, precisamente, después de intentar triunfar en Madrid, expandir la cesta punta por todos los rincones del planeta. Lo dijo Julián García Angulo, ya que para él, uno de los objetivos de la Federación Internacional es promover un circuito profesional en diferentes ciudades del mundo, entre las cuales Madrid va a ser incluida.

Se trata de un deporte que utiliza una cesta de mimbre que se acopla a la mano -como un guante de béisbol- y que permite recoger la pelota procedente de la pared y devolverla para ponerla lejos del alcance de los rivales. "Una modalidad espectacular que es, además, un patrimonio que nos pemite llevar la cultura vasca, y por ende la española, alrededor de todos los lugares del mundo", describió Cardenal durante el acto celebrado en el CSD.

Se trata de un deporte de origen vasco que incluso llegó a formar parte de los Juegos Olímpicos. En París 1900 fue deporte oficial y en París 1924, México DF 1968 y Barcelona 1992, lo fue de exhibición. En todas esas ocasiones, España se llevó la medalla de oro, seguido de cerca por Francia, con cuatro platas, y de México, con dos bronces.

Pero a nivel de mundiales, Francia es el dominador de este deporte con 8 oros, 2 platas y 2 bronces. Aunque España cuenta con 17 medallas en este deporte, cinco más que el país vecino, su menor número de preseas doradas le hace estar por detrás en el medallero: 5 oros, 8 platas y 4 bronces.

Por tanto, se trata de un deporte con una enorme tradición en España que con el tiempo ha perdido peso frente a otros como el fútbol, el baloncesto o el tenis. Por eso al país le interesa recuperar la cesta punta como parte de su patrimonio histórico cultural. Síntoma de ello es la inclusión de esta especialidad deportiva en los Juegos de Barcelona 1992 como exhibición para que fuese visto en todo el mundo y así buscar, en cierto modo, su expansión y publicidad.

Una ciudad con gran tradición de cesta punta

La capital española ha sido muy aficionada a este deporte durante muchos años. De hecho, cuenta con una gran instalación de principios de Siglo XIX, aunque está abandonado y lleva muchos años en ruinas. Se trata de una construcción catalogada como Patrimonio Histórico de España, es de los peores conservados del país y está en la lista roja de patrimonio en peligro de la asociación Hispania Nostra. Tras pasar a ser propiedad de Citroën a mediados de Siglo XX, que lo utilizó como taller y después de la sociedad vasca Frontón Jai Alai, volvió a las manos del Ayuntamiento de Madrid después de un largo proceso de expropiación (2010-2015) y un pago de 7 millones de euros.