Prestó sus zapatillas a la rival que la acabó dejando fuera de los Juegos

Ocurrió en el reciente Campeonato de Europa de bádminton disputado en Francia, en el que la española Carolina Marín revalidó su título continental. En el partido de dieciseisavos de final que enfrentaba a la húngara Laura Sarosi y la alemana Karin Schnaase, en el que ambas se jugaban sus opciones de estar en los próximos Juegos de Río, a la germana se le despegó la suela de una de sus zapatillas. Según el estricto reglamento del bádminton, las jugadoras sólo pueden utilizar durante los partidos el material con el que se presentan en la pista, de ahí que en sus bolsas nunca falten más raquetas por si alguna se le rompe el cordaje.

Pero, cuál fue la sorpresa, que lo que Schnaase no tenía eran unas zapatillas de repuesto, de ahí que en ese mismo momento, con el partido en el tercer y decisivo set tras el 21-16 y el 14-21 anteriores, Sarosi podía haber pedido a la jueza de silla que le diera la eliminatoria por ganada. Sin embargo, la húngara no sólo no lo hizo, sino que, sin dudarlo, se acercó a su silla, sacó un par de zapatillas que, casualmente, eran del mismo número que el que calzaba su rival, y se las dio a ésta para que pudiera seguir jugando.

[Cada oro de Carolina Marín generó solo 75 licencias de bádminton en España]

De este modo, el partido se reanudó... y acabó con la victoria de la alemana por 18-21, por lo que mientras Laura Sarosi perdió la última oportunidad que tenía de llegar a Río, Schnaase se llevó un triunfo indispensable para no verse superada, como así ocurrió porsteriormente, por su compatriota Olga Konon y estar en la gran cita olímpica. El gesto de la húngara, un auténtico ejemplo de fair play, no ha caído en saco roto. Así, además del reconocimiento de todos los presentes, la Federación Alemana de Bádminton ha iniciado una campaña de captación de firmas para que Sarosi sea la destinataria de la invitación que el COI, junto a la Federación Internacional de Bádminton y el Comité Organizador de los Juegos de Río, debe decidir a qué jugadora concede para que pueda estar en Brasil.

"La húngara le ofreció sus zapatillas con una sonrisa, como si fuera la cosa más natural del mundo", se puede leer en la página web desde la que se piden firmas para lograr la citada invitación a Río para Sarosi. "Y para Laura era, por supuesto, la cosa más natural del mundo y la esencia de la gran comunidad del bádminton", añaden. Tal y como se destaca, lo que hizo Sarosi "verdaderamente abraza la cultura y el espíritu olímpico que en las dos últimas décadas se ha sido enterrado a causa de su excesiva comercialización".

Alejandro Blanco vota por que esté en Río

"Es un gesto que me estremece y que tiene una dimensión extraordinaria", comenta Alejandro Blanco, presidente del Comité Olímpico Español (COE), al conocer por El Confidencial la exhibición de fair play de Laura Sarosi en el Europeo de bádminton. "No había oído nada y la verdad es que esta es una de esas noticias que merece la pena divulgar, además de aplaudir. Esta chica ha demostrado entender como nadie lo que es el deporte y ha dado un ejemplo a la sociedad de cuáles son los verdaderos valores del deporte, más allá de las victorias o las derrotas", añade Alejandro sobre la jugadora húngara.

[Europa se le queda pequeña a Carolina, que revalida su título pensando ya en Río]

Sobre la iniciativa de recoger firmas para que el COI conceda una 'wild card' o invitación a Laura para los próximos Juegos Olímpicos, Alejandro Blanco no tiene ninguna duda: "Una deportista así merece estar, por lo que confío en que el COI valore su invitación y ojalá la veamos en Río. Si ya es difícil tener un gesto como el suyo en cualquier partido de cualquier deporte, hacerlo cuando te estás jugando tu pasaporte olímpico ya es la bomba", sentencia el presidente del COE, gratamente sorprendido por una de esas historias que engrandecen el deporte.