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Carolina y Javier, dos campeones del mundo que compartieron pupitre
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ahora podrán volver a coincidir en la ucam

Carolina y Javier, dos campeones del mundo que compartieron pupitre

Compartieron aula en la Blume, en el tiempo que les dejaba el deporte para ir a clase. Hoy son los mejores en sus deportes y la UCAM les ofrece la oportunidad de seguir estudiando

Foto: Javier Fernández y Carolina Marín
Javier Fernández y Carolina Marín

Carolina Marín, doble campeona del mundo de bádminton, y Javier Fernández, doble campeón del mundo de patinaje, fueron niños deportistas, de esos que tienen las mismas obligaciones que un crío en el colegio, pero además ambos suman horas y horas para perfeccionar sus especialidades. En sus casos, el esfuerzo ha tenido la recompensa de convertirse en los mejores, y en dos especialidades en las que el deporte español jamás habría soñado. Cuando triunfar solo era un sueño, Carolina y Javier pasaban muchas horas al día juntos en una clase intentando combinar su talento con los rigores de la enseñanza. "Nos conocemos desde hace muchos años, íbamos juntos a las clases del Instituto de la Residencia Blume", recuerda Carolina Marín en el acto celebrado en la sede del Comité Olímpico Español (COE) con motivo del acuerdo por el que ambos han sido becados por la Universidad Católica de Murcia (UCAM).

Hay profesores, por lo tanto, que pueden decir que vieron la gestación de dos estrellas mundiales del deporte, dos campeonísimos. Y ellos, cuando algún evento con como el del COE les vuelve a juntar, recuerdan aquellos tiempos. "No hemos podido hablar mucho últimamente porque él vive en Canadá y nos pasamos mucho tiempo viajando por todo el mundo", dice la jugadora onubense, quien, por supuesto, sigue con interés los excelentes resultados de su compañero de clase.

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"A ella le gustaba estudiar y prestaba siempre mucha atención en clase", recuerda Javier Fernández. "Era una de esas alumnas aplicadas, que siempre están ahí dispuestas a responder. Si el profesor preguntaba algo, Caro siempre decía 'yo, yo, yo'. Era muy activa en clase", cuenta el patinador sobre su excompañera de pupitre. En él ha quedado un buen poso de lo que era Carolina, una deportista a la que admira como tal y le guarda mucho cariño por su pasado común. "Es muy buena chica y, sobre todo, muy leal. Además, siempre ha sido muy amable con todo el mundo", recuerda el patinador.

"Ya le he dicho que me tiene que dar su número de teléfono para poder llamarle", cuenta pizpireta Carolina Marín. Los dos han entrado en el programa de becas para deportistas de la UCAM junto con otros muchos atletas. En el acto de presentación de este acuerdo, los dos comparecieron como las principales estrellas. No es nada sencillo encontrar a un doble campeón del mundo y España, con ellos, puede presumir de tener a dos.

"Quiero ir a verla jugar"

Como es lógico, ambos siguen las evoluciones del otro. "Por supuesto que miro sus resultados, los suyos y los de los demás deportistas españoles", comenta Carolina. "Sí, claro que sigo su carrera. Y hemos mantenido el contacto por redes sociales. Ya le he dicho que necesito ir a verla a algún campeonato de bádminton", cuenta Javier Fernández. Él, que vive en Canadá, tiene la agenda apretadísima cuando llega a Madrid. "Si no me voy ya, o se va ella, nos cambiaremos los móviles, que los habremos perdido después de tanto tiempo y así podemos hablar más a menudo", revela el madrileño.

Hay algo más que les une, aunque sea tangencialmente, y tiene que ver con las disciplinas artísticas. Él es patinador y ella pasó de bailar flamenco a pasar un volante por encima de una red con los ojos de toda Asia pegados en el televisor. "Yo nunca había bailado flamenco, la única vez que lo hecho fue en el programa de exhibición de este año. Yo más que bailarín, soy un actor, un intérprete", ríe Javier Fernández. "Sí, yo llegué al bádminton por una amiga, antes bailaba flamenco, pero cuando fui al pabellón, me enganchó", recuerda Carolina. Y hasta ahora.

Además, aunque ambos han recorrido caminos opuestos, los dos tienen en su bagaje haber descubierto su deporte en el país. Antes de ellos existían tanto el patinaje como el bádminton, pero en España no había noticias de ellos. "Es un orgullo ser pionero, lo he dicho muchos veces. Además, los medios nos tratan muy bien, tanto al patinaje como al bádminton. Igual en otros deportes no se ha podido llegar a ese punto, pero estamos muy contentos de que poco a poco más gente nos conozca y sigamos evolucionando", explica Javier. "Siempre tiene que haber alguien que despunte en un deporte para darlo a conocer, y justamente se ha dado la casualidad de que he sido yo. Estoy muy contenta de serlo", afirma la jugadora de bádminton.

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El paso por Madrid es un suspiro en dos carreras centradas en los siguientes objetivos. Carolina Marín tiene de fondo los Juegos Olímpicos de Río, pero antes de eso le quedan otros retos variados, como el campeonato de Europa, el del mundo de selecciones o el importantísimo Abierto de Indonesia, uno de los cinco torneos más grandes que se disputa en un lugar enloquecido por el bádminton. Tanto que para cualquier desplazamiento, por cercano que sea, tiene que salir a la calle en taxi. "El último objetivo es Río, pero antes hay cosas pendientes en las que tengo que hacer un buen papel. En mi preparación, los Juegos están de fondo", explica. En los últimos torneos Carolina ha tenido unos resultados buenos, pero no brillantes. Una fuerte gripe le ha gravado lo suficiente para no estar a su nivel e, incluso, ha caído al segundo puesto del ránking mundial por ello. El objetivo es obvio: tirar una nueva barrera con una medalla olímpica.

Y ese es el objetivo que le queda por conseguir también a Javier Fernández, dos veces campeón del mundo y cuatro de Europa, aunque con la espina clavada de triunfar en los Juegos. "Tenemos campeonatos muy importantes todos los años y queremos revalidar el título en todos, que ya es un objetivo bastante importante. A medio plazo tenemos los Juegos Olímpicos de Corea, donde vamos a intentar conseguir una medalla que no tenemos todavía y sería un honor", explica.

Nunca compartirán Villa Olímpica

Marín y Fernández fueron compañeros de clase, pero nunca lo serán en la villa olímpica, pues el deporte de Carolina es de verano y el de Javier, de invierno, lo que significa, además, que el madrileño siempre compartirá la experiencia olímpica con menos españoles. "Es cierto que en verano tienes la posibildad de conocer a muchos españoles, pues el equipo olímpico es muy grande, pero en el de invierno, aunque no seamos menos, nos lo pasamos bien. Luego está el problema de que en los Juegos de Invierno hay dos villas, una en la montaña y otra en la ciudad. Es toda una experiencia y conocer a gente de otros deportes es una barbaridad", comenta el patinador.

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La UCAM les ofrece a ambos la posibilidad de estudiar para labrarse un futuro más allá de la raqueta y los patines. Carolina lo tiene claro, quiere estudiar fisioterapia, una de las posibilidades más cercanas al deporte del que, lógicamente, no quiere apartarse. Tampoco Javier, cuya opción es estudiar algo relacionado con la administración de empresas para poder gestionar un grupo deportivo. Él mismo sabe que, mientras se compite, es complicado compaginar los estudios. "Es difícil, pero no por falta de tiempo, al menos no respecto al patinaje, que en esto cada deporte es diferente. Es un problema de horas de descanso y depende también de cada deportista. Mi carrera a lo mejor no es tan larga como las de otros, pero yo el tema de los estudios o bien empezaré muy despacito o lo haré cuando termine mi carrera. Lo he hablado con la UCAM y con el presidente del COE, Alejandro Blanco. A lo mejor no me queda mucho de mi carrera deportiva y quiero centrarme al cien por cien, no quiero que nada se interponga", explica.

Y así, entre volantes y patines, Javier Fernández y Carolina Marín compartieron aula y libros de texto en el instituto y terminaron siendo lo que nadie había sido: españoles campeones del mundo de bádminton y patinaje. Matriculas de honor, por lo menos...

Carolina Marín, doble campeona del mundo de bádminton, y Javier Fernández, doble campeón del mundo de patinaje, fueron niños deportistas, de esos que tienen las mismas obligaciones que un crío en el colegio, pero además ambos suman horas y horas para perfeccionar sus especialidades. En sus casos, el esfuerzo ha tenido la recompensa de convertirse en los mejores, y en dos especialidades en las que el deporte español jamás habría soñado. Cuando triunfar solo era un sueño, Carolina y Javier pasaban muchas horas al día juntos en una clase intentando combinar su talento con los rigores de la enseñanza. "Nos conocemos desde hace muchos años, íbamos juntos a las clases del Instituto de la Residencia Blume", recuerda Carolina Marín en el acto celebrado en la sede del Comité Olímpico Español (COE) con motivo del acuerdo por el que ambos han sido becados por la Universidad Católica de Murcia (UCAM).

Carolina Marín Comité Olímpico Español (COE) Universidad Catolica de Murcia (UCAM)
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