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¿Qué pinta un español en el deporte de 'Alicia en el país de las maravillas'?
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¿Qué pinta un español en el deporte de 'Alicia en el país de las maravillas'?

El asturiano, que trabaja en un fondo de infraestructuras en Londres, aspira a pasar la primera fase en Miami del Mundial de croquet, un curioso deporte con aroma británico

Foto: Pepe Riva estudia una jugada (Federación Española)
Pepe Riva estudia una jugada (Federación Española)

Tiene el aroma inconfundible de los deportes británicos. El césped cortado al ras con un intenso verde y los ropajes blancos conforman un paraje habitual. Se ve en el golf, en el tenis, en el cricket o incluso en el hockey. Deportes todos que comparten ciertos arcanos: los palos y las pelotas. Así es el croquet, del que este fin de semana empieza el campeonato del mundo en Miami.

El deporte es prácticamente desconocido en España. Tan solo un capítulo de 'Alicia en el país de las maravillas', de Lewis Carroll, sirve como referencia. En él la Reina de Corazones juega al croquet y se explican bien las reglas. Descontando, claro, que en la vida real la bola no es un erizo y el mazo no es un flamenco. El capítulo hizo fortuna, tanto que Dalí lo dibujó en unas pinturas que ahora están a la venta. No lo suficiente, eso sí, como para convertirse en un deporte masivo.

La tradición, escasísima en España, no impide que haya un representante en Miami. Se llama Pepe Riva y es el mejor jugador de la Europa continental. Entre los 80 jugadores que este fin de semana acudirán a Miami hay un regimiento de ingleses, escoceses, galeses, estadounidenses, neozelandeses, sudafricanos y australianos. Poco más. Riva es, en la práctica, el más exótico de los jugadores con posibilidades de pasar de la fase de grupos. Porque en este deporte, todo lo que no tenga el idioma inglés de fondo, es realmente inusual.

“Empecé jugando en Asturias el croquet de jardín, que tiene unas reglas un poco distintas y lo jugaban los abuelos. En España lo introdujo por Jerez Fernando de Ansorena, que se sabía las reglas porque había vivido en Inglaterra y nos las enseñó. En los 90 se creó la federación”, cuenta desde Londres, donde vive, Riva. “Yo jugaba al golf, por lo que tenía el swing, y empecé a jugar a los 16 años. El primer año que competí en el campeonato de España lo gané”, recuerda. Lo ha disputado en ocho ocasiones y ha ganado seis de ellas, más que cualquier otro jugador nacional y es que Riva es, probablemente, el mejor jugador de la historia del país. Para el desarrollo del deporte del país también es imprescindible nombrar a José Luis Álvarez-Sala, que mantuvo la llama viva desde la federación española de croquet durante 20 años.

Aquel título nacional, el primero, significó mucho para el asturiano, que ahora trabaja en la city en un fondo de inversión de infraestructuras. “Como premio me mandaron ir al mundial de Nueva Zelanda, y allí me ganaron todos, pero aprendí la estrategia del juego”, recuerda ahora. Riva juega la modalidad de Associated Croquet, la más compleja. También existe la de Golf Croquet, que en los últimos años ha tenido mayor promoción, pues se considera que puede llegar más al público. “El AC es el ajedrez y el GC son las damas”, explica el jugador asturiano.

Así se juega al croquet.

El objetivo del juego es hacer un recorrido marcado en el que hay situadas unas anillas bajo las que hay que pasar la bola y terminar dando a una estaca central. Cada participante juega con dos pelotas y en cada turno solo puede dar a una de ellas. La técnica y la táctica se juntan en cada uno de los golpes de este deporte.

Cuando en el año 2013 Riva se fue a vivir a Inglaterra, lo hizo cargando el mazo de croquet y los palos de golf. Empezó a jugar torneos pequeños y a subir en el ránking, pero su mayor golpe de mano lo dio en el Open Británico, uno de los torneos más importantes del deporte. “Me invitaron, se cayó alguien de la lista, había dos puestos libres y lo jugué. Estaba apuntado al mundial de 2013, y para que los grupos fuesen equilibrados me tuvieron que subir a dedo. Era un torneo top, con 32 de los mejores jugadores del mundo, y yo en teoría era el malo del grupo, pero llegué a cuartos de final”, rememora.

Máxima igualdad

Ahora está 39 en el ranking mundial, aunque casi todo el año se ha situado entre los 30 primeros. La temporada en Europa está empezando, a diferencia de Australia o Sudáfrica, donde los jugadores llegarán más rodados a la competición, pues vienen del verano austral. Solo un europeo continental más está entre los 100 primeros del ranking, es el suizo Ian Sexton, en el número 68. Riva es, por lo tanto, el mejor del mundo entre los no angolsajones. “Juego al menos diez partidos al año y gano, aproximadamente, un 70% de ellos”, comenta recordando que para entrar en el ránking mundial tienes que disputar, como mínimo, esa decena de encuentros.

La competición que empezará este sábado en Miami se compone de ocho grupos de diez jugadores. De cada uno de ellos pasarán los cuatro primeros y el objetivo de Riva es claro: ser el primer español en pasar de la fase de gupos. Por ránking está cuarto de su grupo, pero en el croquet, un deporte amateur, las diferencias son mínimas entre todos los deportistas. “Es un juego muy mental. Del 20 al 50 a un solo partido está todo muy igualado. Además, en la primera ronda se juega contra cada rival una sola vez y ahí puede pasar cualquiera. Cuando pasas de ronda vas al torneo del KO, y allí ya se juega al mejor de tres o al mejor de cinco y es más difícil que haya sorpresas”, cuenta. En el campeonato no hay premio en metálico, solo algunos opens tienen gratificación. La primera ronda, el objetivo, se disputa en solo tres días. Riva disputará tres partidos el sábado, el domingo y el lunes. Llega a Miami el viernes y esta semana ha estado entrenando en campos de Londres.

En su último mundial Riva no logró pasar los grupos, lo que le llevó al cuadro de los derrotados, una suerte de Mundial B. Y en ese recorrido fue campeón. Ahora no se conforma con ello. En su grupo ha caído el sudafricano Reg Bamford, tercero del ránking y cuatro veces campeón del mundo. Pepe llegará a Miami con su mazo personalizado, hecho con fibra de carbono en las medidas y pesos de su gusto. Los fines de semana de primavera suele acudir a torneos en la capital inglesa, y ha ganado algunos de cierto prestigio, como el Ranelagh Gold Cup.

El croquet en España

Riva es el mejor representante español de un deporte que empieza a tener cierto predicamento en el sur del país. Poco a poco se van viendo más campos por España aunque el centro del deporte sigue en la provincia de Cádiz. "En el Puerto de Santamaría está el único club que tiene más de un campo, tiene tres y son espectaculares, de nivel mundial", comenta el jugador español. Allí, en Vistahermosa, se celebra un buen torneo que el pasado año ganó el inglés Stephen Mulliner, uno de los diez mejores jugadores del mundo. Se impuso en la final, cómo no, a Riva. La idea es que en un futuro puedan celebrar en sus campos un campeonato de Europa.

El asturiano es el mejor jugador del país, especialmente en AC, pero no es ni mucho menos el único. En el mundial por naciones, que se celebrará en mayo en Bath, Inglaterra, también habrá representación española. Allí no estará Riva, pero sí cuatro miembros de la familia más significativa del croquet nacional: los Álvarez-Sala. Su objetivo será ascender a la primera división mundial de GC. Allí estarán Gonzalo, José, Andrés y Manuel Álvarez-Sala junto con Basilio Iglesias y Rafael Romero.

José, uno de los hermanos, es el segundo jugador más exitoso del país. Tiene cinco nacionales a sus espaldas, incluidos los dos últimos. El pasado año ganó a su hermano Andrés, el anterior a Pepe Riva en uno de los dos únicos nacionales que ha perdido el asturiano. En Miami estarán los mejores, pero también en España, en verano, se podrán ver jugadores de nivel, de esos que siempre colocan la bola donde quieren y conocen la estrategia a la perfección. Riva, que aprendió en Nueva Zelanda, ahora está para dar clases.

Tiene el aroma inconfundible de los deportes británicos. El césped cortado al ras con un intenso verde y los ropajes blancos conforman un paraje habitual. Se ve en el golf, en el tenis, en el cricket o incluso en el hockey. Deportes todos que comparten ciertos arcanos: los palos y las pelotas. Así es el croquet, del que este fin de semana empieza el campeonato del mundo en Miami.

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