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"Mi apellido me ha abierto muchas puertas, pero me ha cerrado otras"
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valero rivera, extremo de la selección de balonmano

"Mi apellido me ha abierto muchas puertas, pero me ha cerrado otras"

En 2010 salió de España por la puerta de atrás para irse a la liga francesa y hace poco se anunció su fichaje por el Barça. En esos seis años se ha convertido en uno de los mejores extremos del mundo

Foto: Con 48 goles, Valero Rivera fue el máximo goleador del Campeonato de Europa de Polonia (Stanislaw Rozpedzik/EFE)
Con 48 goles, Valero Rivera fue el máximo goleador del Campeonato de Europa de Polonia (Stanislaw Rozpedzik/EFE)

Hay carreras que despegan incluso antes de empezar y otras que, por distintos motivos, necesitan más tiempo. Nos hay dos deportistas iguales; cada uno necesita de un ambiente particular para desarrollar sus capacidades. Los hay que explotan muy jóvenes y los hay que no explotan nunca. Algunos no son ni una cosa ni la otra: necesitan algo más de tiempo, pero al final consiguen mostrar lo que llevan dentro. Es el caso de Valero Rivera, uno de los pilares de la selección española de balonmano que esta semana se juega su presencia en los Juegos Olímpicos en el Preolímpico de Suecia.

"Todos las carreras son diferentes y esta me ha tocado vivirla así", dice el extremo izquierdo del Nantes. Tras formarse en el Barcelona y debutar con el primer equipo, Valero comenzó un periplo por España que le llevó incluso a jugar en la segunda división (Guadalajara) antes de marcharse a jugar a Francia, donde cumple su sexta temporada. Su trayectoria ha sido circular, pues después del último Campeonato de Europa (en el que fue máximo goleador con 48 goles) se anunció su vuelta al Barça. Once años después de salir por la puerta de atrás, aquel joven que idolotraba a Rafa Guijosa regresará al equipo azulgrana como una estrella. "El Barça es el club de mi vida, he crecido, he vivido y he madurado allí. Todo está allí: mi familia, mis amigos, mi ciudad... ¿Quién le dice que no al Barça?".

A Valero, ser el hijo de uno de los mejores entrenadores de la historia del balonmano (Valero Rivera) le marcó tanto en sus primeros pasos en el Barça como en la selección, donde le hizo debutar su padre. Mirando hacia atrás, el jugador ve partes positivas y negativas. "No creo que el apellido fuese un lastre", afirma. "Lo que pasa es que era joven. Tengo que decirlo también: gracias a mi apellido me han abierto muchas puertas que a lo mejor a otros no. La cuestión es aprovecharlas. Pero también se me han cerrado muchas otras. Hay muchos más inconvenientes que ventajas en tener un apellido así. Pero estoy muy orgulloso. Siempre he querido trabajar para volver la Barça y estar en la selección. Al final el trabajo da sus frutos".

"Es uno de los mejores extremos que hay hoy en día", afirma Cristian Ugalde, el otro extremo izquierdo de la selección. Ambos coincidieron en el Barcelona hasta que Valero dejó el equipo. "No ha tenido una trayectoria fácil, tuvo que salir del Barcelona con todo lo que conllevaba el apellido. Hasta que no dio el paso de ir a Francia no pudo explotar y desarrollar su juego como hasta ser lo que es hoy en día. Le ha venido muy bien tener esa confianza y que nadie lo juzgara por quién era. Se ha convertido en uno de los máximos goleadores a nivel mundial", dice de su compañero el actual jugador del Veszprem.

"Exploté en el momento en que fui a Francia", explica Valero, que reconoce que a veces piensa que tenía que haberse ido antes al extranjero, aunque no se arrepiente de nada. "En Nantes me trataron muy bien y confiaron mucho en mí. Hice una primera temporada buena, pero nada excepcional, y en la segunda vi que la gente estaba conmigo y que me ayudaba mucho, y eso hizo que todo me saliera mejor". En su segundo año fue elegido mejor jugador de la liga francesa, y desde entonces no ha parado de crecer. En sus casi seis temporadas ha marcado 941 goles, una media de 6,36 por partido con una efectividad de 74,33%. Solo seis jugadores han marcado más goles que él en la historia de la liga.

Esa efectividad la ha trasladado a la selección, con la que debutó a finales de 2011. Su padre, seleccionador desde 2008, confió en él poco después para sustituir a Juanín García, una decisión que creó bastante polémica. Al actual seleccionador de Qatar se le acusó de premiar a jugadores de su agencia de representación, aunque el título mundial de 2013 acabó por enterrar esas críticas. Cuando se le pregunta por aquel episodio, Valero niega que recibiera un trato de favor. "Mi padre no es un entrenador que haga las convocatorias por amistades, sino que cree en el trabajo. Yo eso lo sé perfectamente", asegura.

"Es un seguro de vida. Balón a Valero, gol. Penalti de Valero, gol", dice el seleccionador Manolo Cadenas

El paso del tiempo le ha dado la razón a él y a su padre. En los más de cuatro años que han pasado desde su debut, Rivera se ha convertido en uno de los pilares de la selección, con la que ha marcado 271 goles en 72 partidos. "Es un seguro de vida", dice el seleccionador Manolo Cadenas. "Balón a Valero, gol. Penalti de Valero, gol. Es un jugador que da confianza al grupo y a mí como entrenador, porque es difícil encontrar alguien con tanta eficacia de cara el gol". Cadenas cree que ha sido "un digno sucesor" de Juanín. "Ahora mismo está entre los mejores extremos del mundo".

"Tiene una calidad de definición a la altura de muy pocos", dice Gonzalo Pérez de Vargas, portero de la selección y futuro compañero en el Barcelona. "Finalizando, si no es el mejor de su puesto, es uno de los mejores. Es capaz de cambiar el tiro en el último momento y ponerlo donde quiere. Y lanzando penaltis es un maestro". En el último Campeonato de Europa metió 31 de los 38 que lanzó. "Es un juego mental, psicológico. Hay que mirar y entrenar bastante. No es fácil seguir metiendo después de tirar muchos penaltis. Es entrenamiento, como todo", explica Valero. El próximo fin de semana, con la clasfificación olímpica en juego, tendrá otra ocasión para brillar con la selección.

Hay carreras que despegan incluso antes de empezar y otras que, por distintos motivos, necesitan más tiempo. Nos hay dos deportistas iguales; cada uno necesita de un ambiente particular para desarrollar sus capacidades. Los hay que explotan muy jóvenes y los hay que no explotan nunca. Algunos no son ni una cosa ni la otra: necesitan algo más de tiempo, pero al final consiguen mostrar lo que llevan dentro. Es el caso de Valero Rivera, uno de los pilares de la selección española de balonmano que esta semana se juega su presencia en los Juegos Olímpicos en el Preolímpico de Suecia.

Valero Rivera Selección española de balonmano