El increíble nadador que escapa de todas las prisiones del mundo por una causa solidaria

Después de un día duro de trabajo, Jacques Tusetsolía relajarse yendo a nadar. Bañador, gorro y gafas era lo único que necesitaba para sumergirse en la piscina y hacer un buen puñadode largos que le servíanpara desconectar de su duro día como funcionario de la SNCF, la empresa que gestiona los ferrocarriles en Francia. Pero, entonces, el mar cambió su vida y la de los miles de jóvenes a los que ayuda de manera generosa.

Intentar nadar en mar abiertoal mismo ritmo que lo hacía en la piscina le hizo enamorarse de esta sensación, que ahora ha llevado al extremo por una causa solidaria. Sin trajes especiales ysin ningún tipo de protección sobre su cuerpo, un día del año 2000 cambió su vida: decidió probar si era posible escapar a nado de la inexpugnable prisión de Alcatraz. Tras alcanzar las playas de San Francisco, acababa de descubrir un nuevo hobby.

A sus 52 años, Tuset ha hecho del mar en su vida, especializándose en la 'huída' de prisiones situadas en islas. Así, desde que superara el reto de Alcatraz con el cambio de siglo, muchas fortalezas son un trámite para el nadador francés: Fuerte Boyard (Francia), Isla Spike (Irlanda), Isla de Levante y Santa Margarita (Francia), Isla Rottnest (Australia), Isla de Gorea(Senegal), el Castillo de If (francia) y la Isla de Robben (Sudáfrica) son algunas de ellas.

Pero no se trata de nadar por nadar, sino que todas estas aventuras tiene una finalidad solidaria. "Lo mío no es sólo un compromiso por el deporte, sino que existen razones humanitarias", confiesa. Todos los ingresos que consigue Tuset son destinados a la lucha contra la coroideremia, una extraña enfermedad ocular que afecta a niños y adolescentes. Sus retos, en los que se juega la vida, bien valen la pena para ayudar a jóvenes que lo necesitan.

Será el 17 de febrero cuando intentará cruzar los 14 kilómetros que separanlasIslas de la Salvación hasta tierra firme. Posiblemente, éste sea el reto más complicado al que nunca se ha enfrentado. Nadando sin ningún tipo de protección en su cuerpo, no sólo se tendrá que luchar contra las frías y complicadas aguas de la costa de la Guayana francesa, sino que llevará a cabo su aventura en una zona de habitual tránsito de tiburones.

Dos barcos para evitar problemas

Para evitar una hipotética mordedura, irá escoltado por dos barcos que saldrían en su rescate en caso de que exista cualquier peligro. Curiosamente, muchas de sus travesías están ligadas íntimamente a esa romántica idea de superar retos en lugares históricos: desde la escapar de la inexpugnableAlcatraz, al Castillo de If donde Alejandro Dumas encerróal Condede Montecristo, hasta la isla de Robben donde estuvo 18 años Nelson Mandela.

Y, como no podía ser de otra manera, su nueva aventura también es un punto mítico: Islas de la Salvación, donde fue detenido el famosocapitán Alfred Dreyfus.Jacques Tuset está dispuesto a superar su nuevo y difícil reto a nado: catorce kilómetros de aguas muy frías y plagadas de tiburones por un objetivo solidario, conseguir ayudar a los jóvenes que sufren una enfermedad que termina por dejarles ciegos. Todo un ejemplo a seguir.