Jonas Källman, quince años matando suavemente desde el extremo

Jonas Källman (Växjö, 1981) es un sueco con una carrera de éxito que tiene una casa en la costa española, pero ni está jubilado ni tiene pinta de tomar mucho el sol. Este extremo de balonmano con cuerpo de alero de baloncesto (2 metros) acumula quince años al máximo nivel aterrorizando a los porteros rivales con una muñeca derecha prodigiosa. Esa muñeca iba a ser una de las principales amenazas en el último partido de la primera fase del Campeonato de Europa de Polonia que se juega este miércoles (20:00 horas, 'Teledeporte'), pero una lesión de espalda ha dejado 'KO' al sueco.

La carrera deportiva de Källman, uno de los extremos más elegantes del balonmano en las dos últimas décadas, está muy ligada a España, en concreto a Ciudad Real, adonde llegó en el 2002. "Me atraía más un poquito España por la gente, por el país. Como Alemania es un poco parecido a Suecia, quería cambiar. Y por eso fui a Ciudad Real", explicaba en 2013 a su compañero David Davis en una entrevista que le hizo el jugador catalán cuando jugaban en el Atlético de Madrid, efímera continuación del millonario y exitoso proyecto manchego.

En el Quijote Arena, Källman se convirtió en una de las caras más reconocibles de un equipo que ganó 27 títulos en diez años. Allí compartió vestuario con varios de los mejores jugadores del mundo: Talant Dujshebaev, Olafur Steffanson, Mirza Dzomba, Arpad Sterbik, Rolando Uríos... Durante la primera década del siglo, pocas estrellas se le resistieron al proyecto de Díaz de Mera. "Creo que he jugado casi con sesenta jugadores en Ciudad Real en nueve años", decía en 2013.

Ha jugado con la mitad de la selección española

Entre sus compañeros estaban el citado Sterbik, Joan Cañellas, Julen Aguinagalde, Viran Morros e incluso Álex Dujshebaev, que debutó con 17 años en el equipo que entonces entrenaba su padre. Además, ahora comparte equipo en el Pick Szeged con Antonio García y Niko Mindegia. Todos están presentes en Polonia. La otra mitad de la selección, la que no ha jugado con él, le ha sufrido, ya sea en los clubes o en el equipo nacional (en 2011, España dejó a Suecia sin medalla en el Mundial que organizó). Por no hablar de Manolo Cadenas, que se enfrentó a él con el Ademar de León, o de Iker Romero, ahora embajador de la federación española y junto al que brilló en el Mundial Júnior de 2001.

Källman ha jugado los dos primeros partidos del campeonato casi completos y ha marcado cinco goles, pero lo ha hecho sin estar al 100%. La última noche antes de viajar a Breslavia sufrió lumbago, y durante la última semana ha tenido mucho dolor en la espalda. Eso hizo que Staffan Olsson y Ola Lindgren convocaran el martes al joven extremo Jerry Tollbringer para sustituirlo. La federación sueca esperaba que Källman pudiera jugar contra España, pero a primera hora de este miércoles anunció que no podrá a hacerlo e inscribió a Tollbringer en su lugar.

Aún le queda cuerda para rato

Källman lleva jugando al balonmano profesional más de quince años, desde que debutara en el año 2000 con el IFK Skövde, club al que regresó en 2013 durante unos meses tras la desaparición del Atlético de Madrid. Esa larga trayectoria no parece que haya acabado con sus ganas de jugar. Aún le quedan tres años y medio de contrato con el Pick Szeged, con el que lleva anotados 53 goles en la presente edición de la Champions League, una cifra que sólo ha superado una vez en su carrera: en el curso 2008-2009 en el Ciudad Real.

"No descarto la posibilidad de que pueda finalizar mi carrera aquí, aunque aún no estoy seguro", decía en una entrevista concedida en noviembre a la web de la Champions. "Después de todo, tendré 38 años cuando termine mi contrato, y por supuesto que no puedo seguir para siempre, así que puede que llegue el momento de la retirada", seguía.

"Es un jugador muy inteligente en el puesto de avanzado, siempre sabe en cada momento a dónde debe ir, y eso unido a su envergadura y movilidad hace que robe tantos balones. Siempre obliga a jugar a disgusto a los rivales, les obliga a tomar malas decisiones", explica a Efe sobre su defensa Juan Carlos Pastor, su entrenador en el Pick Szeged húngaro desde su fichaje a comienzos de 2014. El exseleccionador, campeón del mundo en Túnez 2005 con España, destaca la fiabilidad que transmite Källman: "Los compañeros saben siempre que él va a estar ahí, que lo normal es que no falle, y eso da una gran seguridad al equipo".

"Estoy seguro de que el partido de mañana no va a ser como el que jugamos hace dos semanas en Irún y en el que perdimos de diez goles (32-22), estoy seguro de que estará más igualado, pero para tener opciones de ganar a España tendremos que hacer las cosas casi perfectas", comentó Källman en la previa del partido. A diferencia de España, Suecia aún no tiene asegurada la clasificación.