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Alberto Prieto sigue vivo en el Dakar: con un brazo y remolcando a rivales
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Alberto Prieto sigue vivo en el Dakar: con un brazo y remolcando a rivales

El piloto de quads es el primero en participar en el Dakar con un solo brazo útil. Contra toda lógica, ha llegado sano y salvo a la novena etapa de la prueba. Hoy y mañana serán los días más duros del rally

Foto: Alberto Prieto durante su participación en el Dakar (Foto: Darío Rodríguez / @APRrallyquad).
Alberto Prieto durante su participación en el Dakar (Foto: Darío Rodríguez / @APRrallyquad).

“Una etapa dura, muy larga. Decían que era rápida pero había mucha arena... y para mí no era tan rápida”. Alberto Prieto es un piloto especial dentro de la caravana del Dakar. El madrileño es el primero en la historia de esta carrera que participa con un solo brazo útil y, contra muchos pronósticos, sigue en competición después de ocho etapas a bordo de su quad. Ayer sufrió más que ningún otro día para superar zonas de tierra, arena y dunas. Su rival no es el cronómetro, si no las adversidades del camino, como en el día a día de su vida cotidiana. Para superar un obstáculo debe emplear técnicas diferentes al común de los rivales. Está acostumbrado: “Etapa a etapa”, manifiesta siempre prudente a El Confidencial.

“El brazo izquierdo, el que tengo inmóvil, lo 'ato' en el manillar por cuestiones de estabilidad. Lo podía llevar en el pecho pero es mejor ponerlo de esta forma para mantener más equilibrio”. Si el recorrido fuera siempre con curvas hacia la derecha, seguro que Alberto sufriría menos sobre el vehículo porque tendría más control sobre el manillar que cuando gira a la izquierda, acción en la que debe estirar su brazo derecho y aplicar una fuerza mayor para estabilizar el quad. Por supuesto, no puede correr los riesgos o ir a las velocidades de los que van en cabeza.

 

Muay thai para “subir el umbral del dolor”

Su minusvalía le impide ponerse de pie en el quad todo lo que quisiera, hecho que le provoca ir demasiadas horas en la misma posición, impidiendo relajar o dar descanso a ciertos músculos en determinados momentos. “Sé que voy a ser el último cada día en llegar al vivac, pero mi objetivo es ese… llegar”, recalcaba antes de tomar la salida en Buenos Aires. Y este lunes, por primera vez, llegó el último. Luego, una vez en el vivac, también necesita más tiempo que sus rivales para realizar tareas comunes (menos para descansar), aunque a eso está más que acostumbrado. No obstante, a la jornada de descanso llegó “físicamente mejor de lo que esperaba”. Esta preparación la llevó a cabo con muay thai, “para intentar subir el umbral del dolor”. El resto, además de habilidad y talento: sacrificio, inteligencia y sentido común.

Tal vez por tener interiorizado el hecho de tener que esforzarse más que una persona común en el día a día, ha logrado llegar entero a Belén y, además, habiendo prestado auxilio por el camino: “He tenido que parar a ayudar a Julián Merino, que es uno de los pilotos de nuestro equipo que se había dado una 'galleta' importante, ahí hemos estado un buen rato. Y luego un piloto que se llama Wessel Bosman que también se la ha 'pegado' delante mío y he tenido que incluso dar a su Iritrack”, señalaba al término de la sexta etapa, en la que llegó muy tarde y fue penalizado. Al día siguiente, más: se juntó precisamente con Merino y juntos remolcaron al piloto colombiano 'Chilo' hasta el vivac… al que llegó a las 21 horas. Esto es algo que repercute en su cansancio físico y merma las horas de descanso. “Pero esto es el Dakar”.

 

#DakaryRockandroll para tirar millas

Lleva a dos personas de asistencia, “José y Míchel” y ambos se sorprenden cómo Alberto continúa en carrera tras la séptima etapa, aunque por motivos diferente a su brazo: arrancó la parrilla derecha con una piedra y dobló el chasis por esa parte, además de dejar tocado el depósito lateral. 'The Kilmister Machine' parece tener el mismo espíritu de supervivencia y fortaleza que la de su inspirador (bautizó así a su quad en memoria del recientemente fallecido Lemmy Kilmister, líder de la banda Motorhead), todo gira en torno a su hashtag elegido en sus redes: #DakaryRockandroll.

Alberto, director general en España de la consultora inmobiliaria Knight Frank, pese a que resten cinco días para llegar a Rosario -dos etapas complicadas-, aún sigue opinando que es “extremadamente difícil” cruzar la meta final ya que para él, si se queda atascado o sufre algún tipo de avería mecánica en lo que queda de Dakar -“las etapas más duras”-, será “prácticamente imposible solventar el problema por mí mismo”. A falta de dos manos, ha practicado técnicas para desenterrar con los pies su quad en el caso de que se quede en alguna duna... Que la montaña sea alta y compleja de escalar no significa que vaya a tirar la toalla si lo ve difícil, más bien al contrario: “Tendré que poner más carne en el asador que el resto”. Está acostumbrado, al fin y al cabo es su filosofía diaria.

FAQ - Dos preguntas frecuentes

¿Cómo se las apaña para manejar acelerador, freno, embrague...?

"Al tener paralizado el brazo izquierdo debo controlar más parámetros con la derecha. Tengo freno y embrague en la empuñadura diestra, donde también tengo la pestaña del acelerador, el sistema de navegación también… lo comparo siempre con tocar el piano. Con los pies manejo el cambio de marchas y un repartidor de frenada que hemos instalado".

¿Qué le dijo su familia cuando comunicó que iba a ir al Dakar?

"Que estaba loco. Y no era en broma".

Clasificación del Dakar tras la 8ª etapa

“Una etapa dura, muy larga. Decían que era rápida pero había mucha arena... y para mí no era tan rápida”. Alberto Prieto es un piloto especial dentro de la caravana del Dakar. El madrileño es el primero en la historia de esta carrera que participa con un solo brazo útil y, contra muchos pronósticos, sigue en competición después de ocho etapas a bordo de su quad. Ayer sufrió más que ningún otro día para superar zonas de tierra, arena y dunas. Su rival no es el cronómetro, si no las adversidades del camino, como en el día a día de su vida cotidiana. Para superar un obstáculo debe emplear técnicas diferentes al común de los rivales. Está acostumbrado: “Etapa a etapa”, manifiesta siempre prudente a El Confidencial.

Alberto Prieto
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