Kind Surf, la gran y feliz aventura de integrar a un niño sobre las olas

Muchos practicantes han convertido el surf en un estilo de vida diferente y apasionante. Sobre las olas experimentan sensaciones que con palabras no saben definir en muchos casos. Señalados puntos del planeta siempre están llenos de solitarios aventureros que buscan una ola diferente o más peligrosa que la anterior. Pero una tabla sirve para muchas más cosas que disfrutar de la vida de un modo especial y excitante; por ejemplo, para acoger a pequeños desfavorecidos y en riesgo de exclusión social. Niños con discapacidades, que viven en el umbral de la pobreza, maltratados… Todos ellos tienen cabida en Kind Surf, una ONG que vio la luz en 2012 y que crece paulatinamente con pasos firmes. 'Bring Happines' (trayendo felicidad) es su slogan, dos palabras que resumen su filosofía a la perfección.

Fundada por la modelo Almudena Fernández, esta ONG comienza a desarrollarse al mismo tiempo que lo hace el surf en toda España. Deporte que cada vez cuenta con más practicantes en nuestro país, con el paso del tiempo son más los pequeños de 4 a 14 años que encuentran sobre una tabla la felicidad. Con convenios de colaboración sellados con asociaciones y escuelas asociadas de diferentes puntos de nuestra geografía, muchos padres han encontrado en el surf una herramienta perfecta para pintar una sonrisa en el rostro de sus hijos. “No deja indiferente a nadie”, resalta Almudena en charla con El Confidencial, para subrayar la belleza de este deporte que capta pequeños en la misma medida que este crece exponencialmente en España.

En cada taller que se organiza en cualquier punto de España, el número de niños va en aumento. Con un numeroso equipo de voluntarios, la demanda crece sin freno. Y sucede “porque no sólo cambia la vida del niño, también la de los padres”, apunta Artzai Gómez, uno de los colaboradores más activos en este proyecto. “Hemos crecido porque el surf lo hace en España. La demanda cada vez es mayor por parte de los padres; quieres llegar a más asociaciones y a veces no se puede”, destaca para subrayar al auge de Kind Surf. El clima marca la hoja de ruta de este deporte, pero añade que “el objetivo es instaurar esta actividad en invierno, algo que se puede conseguir en determinados lugares por su buena meteorología”.

Lágrimas de felicidad

Esta solidaria plataforma, en franco crecimiento y que pretende impulsar asociaciones, escuelas y clubes de surf interesadas en lanzar iniciativas solidarias, nació del espíritu aventurero de un grupo de surfistas. Fue a lo largo de los viajes realizados por el mundo cuando descubrieron los beneficios que aporta este deporte. De esta manera surge el proyecto, que desarrolla actividades sociales, medioambientales, deportivas y educativas, dirigidas a jóvenes con distintas realidades manteniendo la practica del surf como vínculo unitario, con el simple fin de proporcionarles felicidad. Con el paso del tiempo esa felicidad se instala en la vida de más niños y progenitores, que han encontrado sobre una tabla alegría y bienestar.

“Digamos que es mi proyecto de vida”, comenta Almudena, que afrontó con determinación un reto que “metafóricamente hablando la siento como mi 'bebe'. Pretendo que crezca con solidez y fuerza, basando su formación en la generosidad y el cariño de una familia (mi equipo) que lo intentamos hacer lo mejor que podemos mientras aprendemos sobre la marcha, con el propósito de conseguir llegar, inspirar y proporcionar felicidad a cuanta más gente posible mejor”. “Esto hace que Kind Surf tenga prioridad ante cualquier otro proyecto externo, al menos hasta que consiga andar solo con firmeza”, recalca.

“No sólo cambia la vida de los niños, también la de los padres”, significa Artzai, que subraya que “el surf es muy beneficioso para la psicomotricidad y, por ejemplo, ayuda mucho a los afectados por enfermedades respiratorias”. “Estar en contacto directo con la naturaleza” es muy positivo para los niños “porque aumenta su autoestima. En el caso de los marginados, este deporte ayuda a que se relacionen con los demás”, apunta. “Se viven momentos muy emocionantes”, y como ejemplo pone “casos severos de niños tetrapléjicos que con una tabla adaptada se ponen de pie. Los padres no se lo pueden creer, se nos caen las lágrimas a todos cuando presenciamos episodios de estas características; es muy edificante y enriquecedor… A veces no podemos creer que estos niños sean capaces de hacer estas cosas. Resumiendo, ayuda mucho a la evolución de estos pequeños a todos los niveles”.

Un fuerte vínculo con la naturaleza

“Muchas veces no sabes quién ayuda a quién”, reconoce Artzai con un punto de emoción en la voz. “Son historias muy extremas al comprobar personalmente el espíritu de lucha que demuestran estos niños. A mí, personalmente, este proyecto da un fuerte empujón a mi autoestima y mis problemas pasan a ser simples tonterías”. “Como cualquier deporte, está cargado de valores positivos”, apunta Almudena, que destaca “la superación personal, el creer en uno mismo, el compañerismo… Pero a su vez se suman otros factores que engrandecen el surf; por ejemplo, practicarlo al aire libre hace que se establezca un fuerte vínculo con la naturaleza (mar, arena, aire …). En una palabra, se produce una integración con el entorno que provoca en el niño una felicidad extra”.

“Sinceramente yo me emociono muchísimo, teniendo en cuenta que la mayoría de ellos, por sus diversidades físicas, no se mueven con autonomía propia en tierra, pero encima de una tabla, con solo mover la cabeza consiguen que la misma se dirija hacia el lugar que desean y eso les convierte en dueños de sus movimientos”, explica Almudena, que destaca que “merece la pena realizar cualquier esfuerzo al ver la felicidad reflejada en los rostros de niños y padres”. “Está demostrado que a nivel psicomotriz, el deslizamiento en una tabla en el medio acuático proporciona mayores avances a estos niños que cualquier deporte que se practique en tierra”, significa para poner en valor los beneficios del surf.

La importancia del voluntariado

“Desde el principio me marqué un objetivo muy ambicioso, que se ha convertido en el más grande, que es hacer de esta ONG un referente de surf social a nivel mundial, y por ahí entra la expansión a otros países”, destaca Almudena, que reconoce que “estamos muy contentos con la demanda que estamos teniendo de distintos países; ya hemos entrado en Francia y estamos preparando acciones en California y Portugal. No obstante, no queremos que se queden en acciones puntuales, sino en bases colaboradoras con una relación y comunicación fluida manteniendo la filosofía de Kind Surf como vínculo unitario”. “Centroamérica, Indonesia, Australia… Esos lugares están dentro de nuestros planes futuros, pero no queremos precipitarnos y sí afianzarnos donde estamos actualmente”, subraya. También el voluntariado tiene una vital importancia en este proyecto y al respecto Artzai apunta que “ha crecido mucho el número de personas que se ofrecen para colaborar. Recibimos multitud de solicitudes, incluso de fuera de España. Es algo espectacular...”.

Almudena Fernández alaba el tremendo potencial de este deporte por “tener contacto directo con la naturaleza y esa sensación de libertad que provoca practicarlo en entornos atractivos. El crecimiento de practicantes de deporte, y en concreto de riesgo, forman en su conjunto un cóctel perfecto”. “En lugares como Hawái, California o Australia nos llevan tres o cuatro generaciones de ventaja, pero en España crece sin parar el número de practicantes”, enfatiza Artzai, que insiste para acabar que en que “con el paso del tiempo nos encontramos con un 'problema' porque cada vez más padres se ponen en contacto con nosotros; la demanda es mayor y a veces no conseguimos asumirla”.