Se buscan 'vampiros' a la carrera para la maratón de Castellón

“Sí, tiene recursos suficientes”, afirmó con contundencia en una entrevista concedida a El Confidencial hace meses. Valoraba el nuevo escenario en el que se encuentra la lucha antidopaje en España, con la empresa alemana PWC (Professional Worldwide Controls) encargada de hacer los controles que antes hacían otros, la gran mayoría en pie de guerra al considerar que esta compañía no garantiza un buen servicio. Enrique Gómez Bastida, director de la Agencia Española de Protección de la Salud en el Deporte (AEPSAD), defendía a la empresa germana, pero meses después del relevo, todo lo que rodea a la Maratón Internacional Ciudad de Castellón que se celebrará este domingo próximo confirma que no todo está en orden.

PWC, como explicó Gómez Bastida en este periódico, es la que se debe encargar de toda la logística a la hora de realizar los controles, empezando por tener el suficiente número de oficiales para realizar todos los tests. Pero el caso de Castellón pone de manifiesto que no es así, pues la AEPSAD se ha puesto en contacto con varios oficiales de control de dopaje (OCD) de la antigua etapa para requerir sus servicios, lo que ha provocado la indignación de un colectivo que ya manifestó abiertamente sus dudas sobre el funcionamiento de la lucha antidopaje en España al entregar este servicio a una empresa que siempre les generó una gran desconfianza.

“Había problemas de disponibilidad, pues dichos agentes -algo más de 200- tenían otra actividad. Lo normal y más transparente era sacar un concurso público y contratar los servicios de una empresa que se dedica a esta actividad”, subrayó Bastida, pero la realidad es que PWC no tiene los medios necesarios, como queda claro con este caso. Según ha podido confirmar El Confidencial, Antonio de Campos Gutiérrez (médico de la AEPSAD) ha enviado un correo a oficiales de la zona para conocer su disponibilidad para hacer los controles en esta maratón. La mencionada misiva, con copia a Jesús Alberto Muñoz-Guerra (Director del Departamento de Control del Dopaje), es escueta y simplemente pregunta al destinatario por la disponibilidad para realizar toma de muestra de orina, en concreto a 3 atletas. En la agencia explican que “esta prueba no está dentro del plan nacional -al que está vinculado PWC- y casos como éste se producen habitualmente”, recalcando que “la planificación es secreta”. El colectivo de oficiales no comparte esta explicación y apunta que cada vez se realizan menos controles por falta de medios.

Dossier en marcha

Prueba incluida en el calendario nacional y de carácter internacional, es obligatorio que se realicen controles. El envío de estos correos ha causado estupor y sorpresa entre los agentes que antes trabajaban para la AEPSAD. No comprenden cómo a estas alturas se reclaman sus servicios cuando PWC debería tener, después de varios meses al frente de esta lucha, el personal necesario para cubrir todas las pruebas de cualquier deporte que requiera de los pertinentes controles antidopaje. Así quedó estipulado cuando la AEPSAD le adjudicó el contrato para la toma de muestras de sangre y orina. Según pudo confirmar este periódico, varios OCDs ya respondieron negativamente a la agencia que dirige Gómez Bastida.

“La AEPSAD es la que me da el servicio y desconozco lo que ha sucedido. Me da igual quién venga a realizar los controles. Me pasaron un presupuesto destinado a ellos, me pidieron que tuviera preparada una sala habilitada para realizarlos y la presencia de voluntatrios acreditados”, explica Juanma Medina, vicepresidente del Club Running Castelló, organizador de la carrera. Por ello, no tiene noticias de que vaya a haber problemas con la celebración de esta maratón. Esta sexta edición contará con la participación de unos 2.200 atletas, a los que se añadirán otros 1.400 que tomarán la salida de la 10K.

La AEPSAD emitió un comunicado en julio subrayando que PWC está cumpliendo de manera íntegra con la panificación facilitada a la mencionada empresa por el Departamento de Control del Dopaje. Sin embargo, los oficiales que dejaron de realizar exámenes estiman que se están produciendo diferentes irregularidades desde hace tiempo, criticando que la compañía germana no cuenta con los suficientes medios y censurando algunas práxis que no consideran adecuadas. Por ello están confeccionando un completo dossier en los que aparecen, según ellos, determinadas anomalías. En el interior de la AEPSAD, como enfatizó Gómez Bastida a El Confidencial, no se tiene queja del trabajo de PWC. “Buscamos mejorar la eficacia; hablamos de un contrato público y todo el mundo lo puede ver. No, el cambio de escenario no afecta al números de controles. Hablamos de 5.000 más 500 de pasaporte biológico. Igual que yo pago, ellos tienen que cumplir. La agencia puede pedir responsabilidades a PWC en cuanto cometa irregularidades o errores”, dijo hace meses.