La selección de Sudáfrica va a los tribunales por convocar a pocos jugadores no blancos

“Gracias por lo que ha hecho”, señaló sobre el césped del Ellis Park de Johannesburgo el capitán François Pienaar a Nelson Mandela cuando éste le entregó la copa de campeones del Mundo que tiene Sudáfrica. El máximo mandatario intentó unir a su pueblo -blancos y negros-, a través del rugby, un deporte tradicionalmente para la minoría blanca. 20 años después de esa imagen que ya forma parte de la historia del país y del deporte, la convocatoria que los Springboks hizo oficial el pasado viernes para el Mundial que comienza en tres semanas vuelve a levantar espinas: el partido político ANA llevará a la South African Rugby Union a los tribunales para que les sean retirados los pasaportes a todos los jugadores ya que consideran que la convocatoria es racista por haber una gran mayoría blanca. En este caso, una de las favoritas para la victoria final no podría viajar al torneo que se llevará a cabo en Inglaterra.

Sudáfrica es un país donde el 80% de la población es de raza negra (o descendiente) y un 9% de raza blanca. “Aunque se ha hecho mucho para transformar el país, los criterios actuales del equipo nacional de rugby son racialmente excluyentes y sesgados a favor de los blancos. Fikile Mbalula (ministro de deportes) no ha logrado transformar el rugby y ha traicionado la confianza de millones de sudafricanos. Se sigue resistiendo al cambio y debería conllevar las sanciones más severas posibles”, explicó Edward Mahlomola Mokhoanats, presidente del partido Agency for the New Agenda (ANA). “La acción es un deber público para defender nuestra constitución y tirar al cubo de la basura toda la intolerancia, exclusión y discriminación racial”.

“Cuando tenemos éxito unimos toda la nación”

La decisión ahora la tiene un juez llamado Ntendeya Mavundla, como anteriormente la tuvo el seleccionador Heyneke Meyer, quien aseguró la pasada semana haber cumplido la cuota mínima de un 30% de jugadores no blancos en la convocatoria, con nueve seleccionados. “Desgraciadamente, esto es algo que siempre va a ser parte del rugby en Sudáfrica. Apoyo totalmente la situación de Heyneke. Espero que los jugadores podamos cumplir nuestra parte de hacer su trabajo un poco más fácil. Después de haber ganado la Copa del Mundo en 2007, sé que cuando tenemos éxito unimos toda la nación”, indicó el ala Bryan Habana, uno de esos jugadores no blancos que forman el combinado.

El juzgado de Pretoria al que ha llegado el caso tiene la palabra para girar el volante o seguir recto, por el camino que actualmente marcan las leyes sudafricanas. El vaso se puede ver medio vacío atendiendo a las explicaciones de la ANA, quienes consideran que el rugby sufre un “retraso” en el aspecto de la integración, o medio lleno echando la cabeza atrás, contextualizando la historia y sabiendo que en aquel Mundial de 1995 la afición local abucheó en ocasiones a su selección por tener sólo un jugador negro entre sus filas. En estas dos décadas ha habido avances, y más considerando que previo a ese torneo, la tradición era que los niños blancos jugaran al rugby y los negros al fútbol. Hoy en día, esa proporción comienza a equilibrarse... aunque más lento de lo que desea la ANA. ¿Pensará igual el juez de Pretoria?