Ona Carbonell mete el gol de Iniesta repartiendo 'Kalise para todos'

Ona Carbonell ya ha vuelto del Mundial de Natación de Kazán. Allí, la catalana dio a la natación sincronizada las dos únicas medallas que hasta el momento ha conquistado la expedición española en esta cita. Además de hacer un balance muy positivo de su participación en tierras rusas, Ona también valora el gran salto que ha dado la sincro en España: "Nuestro deporte se ha convertido en una imagen dulce y femenina reclamado por muchas marcas", explica. Después de protagonizar la última campaña de la marca de helados Kalise, que anteriormente la protagonizaba nada más y nada menos que Andrés Iniesta, junto a Dani Rovira y Jesús Calleja, reconoce que le "encanta" y que esto es un paso muy importante para un deporte que es "cada vez más mediático".

A Andrés Iniesta le hizo falta meter el gol que dio a España el Mundial de fútbol para ser el protagonista de una de las campañas publicitarias más carismáticas del verano. Los éxitos de Ona no son muy diferentes al tanto logrado por el jugador del Barça en el minuto 116 de aquella final ante Holanda. La sincronizada está de moda, pese al pequeño bache sufrido en Kazán la doble medallista en el Mundial lo tiene claro: "Este año, he tenido la colaboración con muchas marcas y varios patrocinadores. Estoy muy contenta porque las cosas van saliendo. Al final, la sincro es una imagen dulce, femenina, 'healthy', que ahora se lleva mucho. Es muy estético y creo que este deporte tiene muchas cosas que gustan a las marcas. Hay que saber aprovechar que cada vez es un deporte más mediático y que lo practican mas niñas, lo que es muy bueno para la sincronizada", confiesa la sirena que aparece junto a Rovira y Calleja en el anuncio.

El actor y el aventurero, muy conocidos en España, comparten protagonismo con la deportista, "Me divertí muchísimo en el rodaje y me lo pasé muy bien con los dos. Además, me comí como 300 helados", bromea. Ona Carbonell está encantada de moverse entre focos y cámaras y no sólo por ella, también por su deporte: "Me gusta todo lo que sea artístico, también el tema de la fotografía, soy muy femenina, estudio diseño y es un mundo en el que estoy acostumbrada desde que soy muy pequeña. A mí, todo lo que salga me encanta porque es llevar la sincronizada por el mundo para que se vaya conociendo. Eso, nos ayuda muchísimo", sentencia Ona.

Para lograr toda esa atención, las medallas logradas en el Mundial de Kazán son fundamentales. Ya completamente seca y con un poco de perspectiva, Ona saca conclusiones muy positivias. "Personalmente, estoy muy contenta porque he superado el Mundial de Barcelona en solo, que no era nada fácil. Esta plata me hizo muchísima ilusión, especialmente ganar a la china que es una gran rival y estar cerca de Rusia", concluye. Sin embargo, la cruz viene en los resultados logrados por sus compañeras: "De cara al equipo y a dúos, obviamente no es fácil. Venimos de muchos mundiales, este es mi quinto, llevo 11 años en la selección y siempre estando en el medallero. El resultado se hace difícil, pero es un aprendizaje. Es bueno y creo que vamos a salir reforzadas en este Mundial. La imagen ha sido muy buena, aunque no hemos podido conseguir medalla. Se puede hacer un gran trabajo de cara al año que viene", analiza con la mente puesta en los Juego de Río.

En la cita de Brasil, su presencia en la competición con el resto de compañeras será un plus para lograr recuperar los puestos de cabeza, tras la decisión de no nadar por equipos en Kazán: "Muchos países lo hicieron, es muy difícil aguantar la presión y el desgaste que conlleva hacer todas las rutinas. Llevo dos años nadándolo todo, quedándome muy delgadita, con mucho desgaste... Junto con el equipo técnico, decidimos que era un buen año para centrarnos en el solo y el duo para que las jóvenes pudieran participar en el equipo y coger un poco de aire de cara a los JJOO. Obviamente lo he echado de menos porque tiene algo especial hacer el equipo y convivir con las compañeras los buenos y malos momentos, pero creo que necesitaba un poco de descanso mental, de no hacer tantas coreografías, tanto competir y tanto todo".

Desde su buena actuación individual, Ona apoya a sus compañeras para seguir trabajando y confiesa que su presencia no hubiera sido decisiva en este torneo: "Creo que no habría cambiado nada que yo estuviera en el grupo porque ya competí en el Europeo de Berlín y Ucrania nos ganó también. Si estoy yo, ayudo a enseñarles mi madurez, a intentar ayudar al equipo más en el día a día. En competición, una entre ocho, por mucho que sea yo y que me conozcan los jueces, no es determinante. De hecho, yo también he hecho el dúo, que es un 50%, y también hemos quedado quintas, es decir, es muy dificil", zanja pensando en el bien común.

Pese a la renuncia a la competición por equipos, el degaste del campeonato ha hecho mella en Ona. Igualmente su imagen es más delgada de la que estamos acostumbrados a ver, algo que para ella es normal tras una competición del máximo nivel. "He comido mucho este campeonato pero los nervios, la presión, el entrenamiento, el frío, que hacía mucho frío en la piscina, todo esto influye a que te vayas quedando en menos kilos. Como mucho, pero soy de constitución delgada, tranquilos que estoy bien", confiesa la nadadora entre risas. Un guión que se asemeja al que plasma con sus movimientos en la piscina, ¿Cómo consigue aprenderse todas las coreografías perfectamente?: "Al final, repetimos tantas veces al día las coreografías que es mecánico, te sale solo, no tienes ni que pensar. Lo has repetido tantas veces que no es difícil acordarse, sí es difícil acordarse de cada corrección y de cada objetivo en cada coreografía", aclara.

A un año de la cita olímpica, desde la piscina ya saben el objetivo y el camino para lograrlo. "Ahora hay que analizar el Mundial y a todas nuestras rivales. Seguir con la estrategia que tenemos de coreografías en cuanto a dificultad e impresión artística, que se está haciendo muy buen trabajo, y seguir en la misma línea que se ha hecho este año. Hay que disfrutar el año que viene, unos Juegos es algo muy grande y mágico. Deseo que vaya bien allí", concluye Ona con la vista puesta en Río.