España cumple con los pronósticos y termina quinta en la final de equipo técnico

La bandera rusa ha vuelto a ondear en lo más alto del Kazán Arena, donde las locales han vuelto a colgarse otro oro en el Mundial, esta vez en el ejercicio de equipo técnico, donde China y Japón han vuelto a completar el podio y España ha firmado la quinta plaza. Son las rusas las más rápidas, las más altas, las más fuertes y ahora también las más creativas. Su equipo es una locomotora sin fallos que sobrevuela sobre el agua ofreciendo destellos de una gran calidad en la natación sincronizada.

Este lo volvieron a conseguir. Sumaron 95,7457, seis décimas más que en el preliminar para llevarse un nuevo oro. Plata fueron las chinas, ausentes en Barcelona porque afrontaron en 2013 una competición local, y sumaron 94,4605 puntos, 2.3 por encima de la nota que les sirvió para clasificarse. El bronce fue para Japón. Las niponas, que partían con la cuarta mejor puntuación, superaron a Ucrania y consiguieron contra pronóstico la tercera plaza.

Las asiáticas firmaron 92,4133 puntos, ocho décimas más que en el preliminar, y se aprovecharon de que las ucranianas puntuaron una décima menos que en el clasificatorio (91,7690). El regreso de Japón a un podio en el técnico por equipos se ha producido ocho años después. Su última medalla en esta disciplina data de Melbourne 2007, donde fueron plata. Por eso, el inesperado metal de hoy fue celebrado con lágrimas de la práctica totalidad del equipo.

Si Japón fue la dicha, España fue tristeza. Las de Esther Jaumà vieron como su puntuación inicial (91,3755) decrecía hasta el 90,8720 final, una nota con la que no estuvo de acuerdo la seleccionadora española. "Hemos nadado bien, ha sido una buena final, aunque hemos tenido algún desajuste. Los jueces, con sus puntuaciones, lo que han conseguido es marcar las diferencias y nos han puntuado menos. No estoy contenta", ha dicho.

Y es que con el paso de los días se certifica el peor de los escenarios para el equipo español de sincronizada. Salvo Ona Carbonell, que a la medalla de solo técnico seguramente añadirá otro en el solo libre, en el resto de modalidades, España no se mueve de la quinta plaza. A la inalcanzable Rusia se ha sumado el auge de China, la confirmación de Ucrania y el regreso de Japón, que después de unos años de sequía ha vuelto a los puestos de honor con mucha fuerza.

En el equipo técnico, disciplina olímpica, España volvió a ser quinta. Nota la ausencia de Ona Carbonell, pero también la inexperiencia del equipo, con una media de edad joven y que necesita baquetearse en competiciones como la de estos días en Kazán. En esta disciplina, las españolas estuvieron más cerca de las ucranianas y su distancia respecto al podio impide al optimismo a corto plazo. España, con Clara Basiana, Clara Camacho, Cecilia Jiménez, Paula Klamburg, Sara Levy, Meritxell Mas, Paula Ramírez y Cristina Salvador, fue quinta a casi un punto de Ucrania y a 1,6 puntos de Japón, que ocupó la última plaza del podio.

Arroyo y Ruiz, lejos de las plazas olímpicas

Por su parte, los nadadores españoles Antonio Arroyo y Héctor Ruiz no pudieron conseguir este lunes el complicado objetivo de conseguir un billete para los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro de 2016 para la prueba de 10 kilómetros en aguas abiertas. Arroyo y Ruiz soñaban con pelear por una de las diez plazas que daban este honor en los durísimos 10 kilómetros de los Campeonatos del Mundo de Kazán (Rusia), pero nunca pudieron estar en la pugna finalizando muy lejos.

El primero, décimo el pasado sábado en los 5 kilómetros, terminó en el puesto 47 con un tiempo de 1:54.00, después de un positivo inicio entre los 20 primeros, pero con el paso de los kilómetros fue cediendo plazas. Por su parte, su compañero, actual campeón de España, ya estuvo con problemas desde el primer kilómetro y sin gorro, según informó la Real Federación Española de Natación (RFEN) y acabó en el lugar 58. Ambos aún tienen la opción del Preolímpico para disfrutar de los Juegos.