Pamelas, lujo y glamour en la carrera de los 10 millones de dólares

Las imágenes de decenas de millonarios/as inundaban el hipódromo Meydan de Dubai (Emiratos Árabes Unidos). La carrera que congregó a gente pudiente de diferentes rincones del mundo no era una cualquiera. Hablamos de la Dubai World Cup, una jornadaecuestre coronada conla prueba de caballos mejor dotada que se corre en el mundo, con un premio de diez millones de dólares (seis para el propietario del caballo ganador). Cerca de 30 se repartieron dentro de un programa compuestopor ocho pruebas más. Un año más, las gradas se poblaron de ‘gente guapa’. Las pamelas que tocan las cabezas de millonarias fueron protagonistas en la misma medida que lo son todos los años en el prestigioso Grand National. Prueba ganada por el veterano caballo de 8 añosPrince Bishop, volvió a quedar de manifiesto que esta carrera es mucho más que un evento deportivo.

Más de 50.000 espectadores presenciaron esta carrera de dos kilómetros. Espectáculo absoluto en la pista, pero mucho más en las gradas. Miles de fotos comenzaron a circular por la red de los afortunados que pudieron presenciar esta carrera. Ataviados con sus mejores ‘trapos’, hombres y mujeres lucieron su mejor imagen para la ocasión. El estilismo del público femenino se convirtió prácticamente en un concurso por ver quién era la más llamativa y atractiva. Muchas pelearon con fuerza por lo primero, a la vista de sus tocados y el modelo elegido para la ocasión.

Un puñado de libras para Owen

En su edición número 20, diferentes y prestigiosas marcas se unieronal proyecto de mantener esta carrera como una referencia en el mundo de los caballos. Saeed al Tayer, presidente de Meydan Group, resaltaba que esta carrera no es sólo una prueba deportiva, sino una herramienta inmejorable para que Dubai continúe su crecimiento en el número de visitantes. El turismo es una importante fuente de ingresos en los Emiratos Árabes y con esta prueba se atrae a un buen puñado de turistas durante estos días, en los que también esta prueba supone una perfecta excusa para que decenas de negocios se cierren entre empresarios de primer nivel y las autoridades del emirato.

Nos encontramos ante uno de los acontecimientos sociales más importantes del calendario anual de Dubai. No sólo empresarios y gente de la jet se dieron cita. El mundo del fútbol también estuvo representado y, además, con mucho éxito. Fue el caso deMichael Owen, ex jugador del Real Madrid. Amante del mundo de los caballos,uno de los suyos ganó una de las pruebas de esta velada. Brown Panther se impuso en una carrera y el ex madridista, como criador y copropietario del equino, recogió el correspondiente premio. En concreto, 384.000 libras esterlinas, el mayor premio que Owen ha ganado como profesional enel mundo de los caballos.También se pudo ver en la zona vip a otro jugador inglés, en este caso Peter Crouch (Stoke City), que estuvo acompañado por su bella esposa.

Un jeque feliz

William Buick, un jinete noruego de 26 años, era el hombre más feliz del mundo. “No puedo creerlo, es algo surrealista. No puedo expresar con palabras lo que siento en estos momentos”, dijo nada más bajar del caballo que le llevó a la gloria. Instantes después de cruzar primero la línea de meta, una cohorte formada por los miembros más relevantes del emirato se dirigieronalborozados hacia el caballo ganador. El primero, Su Alteza el Jeque Hamdan bin Mohammed bin Rashid Al Maktoum, príncipe heredero de Dubai, y propietario del caballo ganador. Seis millones de dólares eran la causa de su alegría...Lo que sobraban eran jeques en la zona más exclusiva del hipódromo, pues no faltaron un buen número de ellos, además de ministros y diferentes cargos de alto rango.

Prince Bishop, el caballo de ocho años que se impuso a California Chrome, el gran favorito, fue criado en Irlanda, aunque fue en los Emiratos Árabes donde fue adiestrado para llevarlo a la cima en esta Dubai World Cup. El hombre que montó al animal para alcanzar la cima logró el mayor éxito hasta la fecha en su carrera. Nacido en Noruega, fueron sus padres los que le inculcaron el amor a los caballos. Desde temprana edad comenzó a montar;muchos días, antes de ir a la escuela practicaba sin descanso. Su madre torcía el gesto porque William descuidaba los estudios por culpa de los caballos. Pero su padre le animó a que siguiera alimentando su pasión. En Dubai llegó a la meta. O al menos a la primera... Desde luego, ya es héroe a ojos de un poderoso jeque.