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Lucas Eguibar: "En España gusta mucho hacer snow, pero hay miedo a competir"
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EL CAMPEÓN DEL MUNDO, EN 'EL CONFIDENCIAL'

Lucas Eguibar: "En España gusta mucho hacer snow, pero hay miedo a competir"

Lucas Eguibar ha hecho historia. A sus 21 años ha levantado el Globo de Cristal que le acredita como campeón del mundo de snowboardcross. De su mano, analizamos su deporte y cómo se encuenta

A seis grados bajo cero, en Arroyomolinos (Madrid), un campeón del mundo de snowboardcross se desliza por la pista de la SnowZone situada en el centro comercial Xanadú. Nadie repara en que el primer deportista español que ha levantado el Globo de Cristal se mueve sobre la nieve como pez en el agua. Lucas Eguibar ha hecho historia. A sus 21 años ha escrito su propia página en el mundo de los deportes de invierno con letras de oro. No es para menos. En su poder, un título del que algunos países con una marcada tradición en deportes de invierno no pueden presumir. Antes de tomarse “tres o cuatro semanas para descansar un poco y disfrutar de lo que hemos conseguido”, charla con El Confidencial en su hábitat natural y apunta una de las claves del estado de salud del snow en España: “A la gente le gusta mucho, pero tienen miedo a competir o a sacarse una licencia”.

El domingo pasado mientras la mayoría del mundo estaba pendiente de lo que sucedía en Barcelona, Lucas Eguibar se convertía en el primer español que levantaba la Copa del Mundo en snowboardcross que, tal y como él mismo explica, “es una modalidad que se desarrolla en un circuito en el que hay saltos, curvas, peraltes… Vamos seis personas y el que llegue primero gana la carrera”. Natural de San Sebastián, lleva toda su vida subido primero en unos esquíes y después, en una tabla: “Empecé a los dos años por tradición familiar esquiando en Candanchú. Luego seguí compitiendo en esquí alpino hasta que a los quince años decidí probar el snowboard… y me quedé”. Y es que si Lucas tuviera que elegir, se quedaría “con la tabla”.

El campeón confiesa que “con hacer snowboard en unas montañas me siento muy bien”. No es para menos. De la mano de su deporte ha hecho historia. Se subió a lo más alto del podio de La Molina para sostener entre sus manos un Globo de Cristal que le hace sentirse “muy orgulloso y muy contento por todo el trabajo realizado, toda la gente que me ha apoyado. Sientes que el trabajo da sus frutos y también da ganas de seguir adelante”. Antes de seguir cogiendo impulso, Lucas revela con qué fotografía se queda de todo lo vivido el pasado fin de semana: “Miré para un lado donde tenía a toda mi familia y los vi tan orgullosos… Esa fue mi mejor imagen, verles contentos”.

Los ingredientes necesarios para forjar a un campeón mundial de 21 años al que aún le queda toda una carrera por delante pasan por “entrenar mucho tanto el físico como la tabla. Yo vengo de San Sebastián y allí no podemos entrenar mucho así que nos tenemos que ir fuera. Aprovecho cada vez que me voy con el equipo para entrenar y si no, trabajo el físico en casa”. A pesar del título, Lucas se muestra autocrítico cuando señala que lo que debe hacer es “seguir entrenando. Reconozco que he hecho muchos errores durante la temporada, tengo que mejorar mucho la táctica y el físico. Vamos a intentar cubrir esos aspectos”.

El mundial de Lucas Eguibar supone un buen empujón para el snowboard: “Estoy muy contento. También he conseguido otros logros mucho más pequeños, pero todo lo que está moviendo este Globo de Cristal está viniendo muy bien”. Y es que en nuestro país hay mucha afición por los deportes de invierno, pero a la hora de competir el panorama cambia completamente. El donostiarra nos da una de las claves de la situación: “A la gente en España le gusta mucho hacer snowboard y esquiar, pero tienen miedo a competir, a sacarse una licencia. Y eso es a lo que queremos animarles: más allá de subir a la nieve y disfrutar, también hay carreras en las que te lo puedes pasar muy bien y mejorar entrenando”.

No es la única razón. La sombra de la crisis sigue siendo muy alargada: “Ha afectado mucho en España, más al deporte y más todavía a las disciplinas minoritarias. El snowboard nunca se había visto mucho hasta ahora y, de hecho, yo he ganado el primer Globo de Cristal de la historia en España. Se ha notado muchísimo: gente joven que quería empezar ha tenido que dejarlo porque no tenía dinero para seguir adelante”. Lucas no da cifras exactas, pero sí reconoce que para un deportista una temporada de snowboard “es mucho dinero. Menos mal que tenemos a la Federación que nos está apoyando mucho; además, tengo sponsors personales y gracias a ellos puedo seguir practicando mi deporte”.

Conocida la situación del snowboard en España, cobra mayor relevancia lo que ha conseguido Lucas Eguibar. El campeón del mundo ha luchado contra viento y marea e incluso reconoce que se plantearon “la posibilidad de irnos con otros países porque tienen muchas más ayudas y, al final, si quieres seguir en este deporte necesitas dinero e irte fuera para entrenar. En eso sí que hemos tenido algunos problemas, pero la Federación últimamente nos está apoyando, los resultados están saliendo y todos estamos contentos”. Y es que si tuviera el país ideal para el snow sería “Estados Unidos y Canadá. Luego hay otros países, como por ejemplo, Austria; es un sitio donde el snowboard es el deporte rey, sería el ideal”.

Antes de despedirse rumbo a un descanso más que merecido, Lucas Eguibar no oculta con qué sueña: “Yo creo que es el de todo deportista: ganar un oro olímpico. Mi sueño sería estar en unos Juegos Olímpicos y poder llevarme el oro”. Apunten un lugar y una fecha, Pyeongchang 2018, y mientras tanto no pierdan de vista a Lucas Eguibar, todo un campeón de talla mundial.

A seis grados bajo cero, en Arroyomolinos (Madrid), un campeón del mundo de snowboardcross se desliza por la pista de la SnowZone situada en el centro comercial Xanadú. Nadie repara en que el primer deportista español que ha levantado el Globo de Cristal se mueve sobre la nieve como pez en el agua. Lucas Eguibar ha hecho historia. A sus 21 años ha escrito su propia página en el mundo de los deportes de invierno con letras de oro. No es para menos. En su poder, un título del que algunos países con una marcada tradición en deportes de invierno no pueden presumir. Antes de tomarse “tres o cuatro semanas para descansar un poco y disfrutar de lo que hemos conseguido”, charla con El Confidencial en su hábitat natural y apunta una de las claves del estado de salud del snow en España: “A la gente le gusta mucho, pero tienen miedo a competir o a sacarse una licencia”.

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