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La Federación de Bádminton presiona a sus jugadores para que cedan sus derechos
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es condición para ir con la selección nacional

La Federación de Bádminton presiona a sus jugadores para que cedan sus derechos

La FESBA obliga a sus jugadores a ceder sus derechos de imagen y publicidad para poder ir al Europeo de equipos mixto, algo a lo que todos se han negado

Foto: Carolina Marín de España habla con su entrenador durante Abierto de Australia de bádminton. (Foto: Matt King / Getty Images)
Carolina Marín de España habla con su entrenador durante Abierto de Australia de bádminton. (Foto: Matt King / Getty Images)

Extorsionar: obtener una cosa de alguien por la fuerza o con intimidación. Pues así, aunque suene fuerte, es como la Federación Española de Bádminton (FESBA) pretende que sus jugadores –con Carolina Marín a la cabeza– le cedan sus derechos de imagen y publicidad. Según ha podido saber El Confidencial, en los últimos días las chicas y los chicos convocados para el Campeonato de Europa por equipos mixtos y entre ellos la mencionada campeona del mundo recibieron un correo en el que se les informaba de su llamada para disputar la fase final de esta competición. Sin embargo, cuál fue su sorpresa que, para ser convocados, la FESBA les obligaba a firmar un documento por el que aceptan una normativa que se antoja cuando menos abusiva. De hecho, ninguno de los jugadores lo ha firmado, aunque ello conlleve no acudir a un campeonato para el que España nunca antes se había clasificado.

"Debido a vuestra convocatoria con la Selección Nacional para participar en el Campeonato de Europa por equipos mixtos en su fase final y por lo tanto ser deportistas integrantes de equipos nacionales de la Federación Española de Bádminton, es necesario suscribir el documento de aceptación de la Normativa de los derechos de imagen y publicidad de los equipos nacionales aprobada por la Junta Directiva/Comisión Delegada de la Federación Española para su entrada en vigor a partir del año 2015". Así rezaba el citado y polémico comunicado de la FESBA a sus jugadores.

Los 12 convocados son, como titulares, Carolina Marín, Beatriz Corrales, Ernesto Velázquez y Enrique Peñalver, y, como reservas, Isabel Fernández, Clara Azurmendi, Laura Molina, Haidee Ojeda, Alejandro Ferrer, José Vicente Martínez, Alberto Zapico y Alejandro Toro. Como se puede comprobar, se aprovechó su llamada para disputar con España el Campeonato de Europa por equipos mixtos para obligarles a firmar un documento del que hasta entonces no tenían conocimiento. Es más, la propia FESBA remitía los links con la normativa de referencia, así como el documento adjunto que debían devolver los deportistas firmado por ellos o por sus padres/madres/tutores en el caso de los menores de edad.

Comoquiera que ninguno de ellos lo envió firmado para el miércoles, ese mismo día recibieron un nuevo correo de David Serrano, director de Desarrollo de la FESBA, en el que se les recordaba que "aún no se ha recibido en FESBA el documento firmado". En dicho correo, se les trasladaba también que "es necesario tenerlo en la Federación en los plazos establecidos", antes de las 14:00 horas de ayer jueves.

Cumplida esta fecha, y en vista de que ningún jugador lo ha enviado debidamente firmado, la federación que preside David Cabello se encuentra con un grave problema, y es que, según la obligación que ella misma ha impuesto a sus deportistas, no tendría jugadores para acudir al Campeonato de Europa por equipos mixtos. Llegados a este punto, la negligencia de los responsables federativos sería histórica, pues su principal labor no es sacar rendimiento económico de sus deportistas, sino que estos compitan por España.

Según la FESBA, "el bádminton español ha cambiado radicalmente en los últimos años gracias, por un lado, a su trabajo mediante el programa de Alta Competición (AC)". Es decir, que parece evidente que el éxito de Carolina Marín en el Mundial disputado el año pasado en Dinamarca se le ha subido a la cabeza a David Cabello y sus colaboradores.

La excusa que pone la FESBA es, cómo no, la falta de ayuda institucional, tal y como se puede leer en la Normativa sobre derechos de imagen y publicidad de los equipos nacionales. "No se prevé un aumento proporcional entre las necesidades que tendremos y la aportación institucional a través de la subvención del CSD, algo que año tras año genera una incertidumbre manifiesta y que conviene compensar con la obtención de recursos propios vía patrocinio, permitiendo que sea más los deportistas beneficiados".

"Los buenos resultados obtenidos en el contexto deportivo internacional sitúan a la FESBA, en este momento, en una posición inmejorable para obtener unos patrocinios y unos ingresos suplementarios que años antes no se podían obtener", se asegura desde la federación, de ahí que, según siempre su nueva normativa, "está obligada a procurar todos los medios para que los deportistas y el equipo nacional dispongan de una mayor cantidad de recursos económicos y medios materiales que les permitan encarar las futuras competiciones internacionales y nacionales de máximo nivel con mayores posibilidades de éxito".

Más sentido tiene la Normativa de utilización de la indumentaria oficial de la Federación Española de Bádminton, pues esta sí que depende directamente de la FESBA, aunque sabido es que cada deportista tiene la libertad de utilizar el material deportivo que más le interese, ya sea porque le pagan o porque sencillamente son las que más le gustan.

Extorsionar: obtener una cosa de alguien por la fuerza o con intimidación. Pues así, aunque suene fuerte, es como la Federación Española de Bádminton (FESBA) pretende que sus jugadores –con Carolina Marín a la cabeza– le cedan sus derechos de imagen y publicidad. Según ha podido saber El Confidencial, en los últimos días las chicas y los chicos convocados para el Campeonato de Europa por equipos mixtos y entre ellos la mencionada campeona del mundo recibieron un correo en el que se les informaba de su llamada para disputar la fase final de esta competición. Sin embargo, cuál fue su sorpresa que, para ser convocados, la FESBA les obligaba a firmar un documento por el que aceptan una normativa que se antoja cuando menos abusiva. De hecho, ninguno de los jugadores lo ha firmado, aunque ello conlleve no acudir a un campeonato para el que España nunca antes se había clasificado.

Carolina Marín
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