Los pilotos privados en el Dakar: "A partir del quinto día, te animalizas..."

“El Dakar es el único sitio en el mundo del motor en el que los profesionales y los mejores equipos oficialescompiten, viven y comen y con la gente más amateur posible, gente que va con lo puesto…” explicabaNani RomaenEl Confidencial, para reflejar el espíritu de la prueba. El polacoMichal Hernik, fallecido en la tercera etapa, lo encarnaba como otros muchos pilotos aficionadosque participan en la carrera.

¿Qué tiene el Dakar para tantos de esos amateurs, mucho de los cuales repiten año tras año? Aficionados que hipotecan económicamente su vida, que se multiplican en el frente profesional y familiar y sacan tiempo para las mil y gestiones y la preparación física que requiere la aventura y, sobre todo, que se juegan la vida, literalmente. Como Hernik.

Una historia de amistad

El piloto polaco compartía la ilusión del Dakar con dos amigos íntimos,Pawel y Norbert. Su sueño era el Dakar y se prepararon para ello. Viajes a África para conocer un terreno similar, la compra ilusionada de dos motos KTM a los dos mejores pilotos polacos del Dakar, Marek Dabrowski y Jacek Czachor. Bautizaron a sus monturas como Cizia, Zike y Baby.

Dos años les costó preparar el Dakar, al que viajaban con el ánimo común de apoyarse mutuamente para estar en la meta, en Buenos Aires. “Nuestro punto débil son las emociones y el estrés de la prueba”,declaraba Hernik antes de salir. Las causas de su fallecimiento no están todavía claras, pero no fue por accidente, ni había señales de ello. Era su primer Dakar.

Un mongol en la meta

El bolivianoFabricio Fuenteses ingeniero mecánico y tiene un pequeño negocio. También dos hijas. Su ilusión en su debut el pasado año era llegar a Bolivia. En la mortífera quinta etapa de 2014,su debut, se cayó en la arena y cuando quiso recuperarse,un camión Kamaz pasó por encima de su moto y la destrozó. “El mundo se cayó para mí”. Porque no pudo siquiera llegar con la caravana a las etapas de su país. Este año repite, ha robado tiempo a su familia y su negocio para prepararse físicamente y soportar así el tremendo esfuerzo de las dunas en moto

BoldbaatarDamdinkhorlooes un piloto de Mongolia que logró terminar la pasada edición, “un enorme orgullo” para él, y entró con su bandera en Valparaíso. El año anterior solo duró seis etapas. Su gesta ha hecho que un amigo íntimo, Lkhamaa Namchin,compita en coche, y junto a él corre otro novato mongol, Anar Chinbataar.

Enrique Guzmán Blancoes un importante abogado de Santiago de Chile,con cinco hijos, que debutó el pasado año, cuando comprendió que tenía que prepararse físicamente como un auténtico fanático. “Una rutina diaria de trabajo, complementada con muchas horas sobre la moto”. A otro chileno,Axel Heilenkotter, una fractura de hombro en 2013 le costó casi medio año de recuperación. El pasado año, ya estaba fuera de carrera en la tercera etapa. Este año vuelve para, simplemente, lograr el sueño de terminar.

“La exigencia del Dakar es algo muy superior a todo"

Juan Sebastián Toro,con un hijo de dos años, es otro abogado colombiano que afronta su tercer Dakar. Para el pasado año, también tuvo que dedicar mucho tiempo a elevar su nivel físico. Lo consiguió, pero entoncesun coche destrozó su moto en medio de una duna después de caerse. Casi se lo lleva a él por delante.“La exigencia del Dakar es algo muy superior a todo. Más aguanta el cuerpo más tarde tienes que solicitar lo psicológico…”, dijo.

El holandésRichard De Grootes vendedor de combustible. Tiene 45 años y un hijo. Ha participado en siete ‘dakares’, y los ha terminado todos. “¿Por qué sigo? Porque amo demasiado esta prueba… es duro, por eso es tan hermoso”. Participa en la categoría Maratón, no lleva mecánicos y sus repuestos viajan en una caja de un camión, junto con su tienda. “El año pasado tuve días durísimos. Quiero hacer diez dakares y terminarlos todos”.

“Intento compaginar la afición, el entrenamiento y el papel de madre"

Rosa Romeroes española. Tiene tres hijos, y un marido que se llama Nani Roma. No pudo terminar el pasado Dakar, pero vuelve a la carga este año. “Intento compaginar la afición, el entrenamiento y el papel de madre, que es lo más complicado...Esto hace que tenga que organizarme muy bien para poder tener tiempo para mis hijos, están en una edad que necesitan mucho a los padres”.

“Debo estar loco para volver”,diceDavid Reeve, un granjero de Zambia, quien ha participado en dos ocasiones sin poder terminar la prueba. En 2013 se rompió una pierna a cuatro días del final, y el pasado año se dislocó la rodilla tras salir por encima de su moto. “El Dakar es increíble, quiero terminar y traer más pilotos de Zambia, ser el primero de mi país en lograr terminar sería algo especial”, reconoce.

Vender la casa para poder correr

“Solo se vive una vez”. Christopher Cork es británico de Devon. Tiene dos niños. Tuvo que vender su casa cuando decidió afrontar el Dakar, por razones monetarias y contó con el apoyo de su mujer. “Encuentras tus límites excavando en tu interior”. En el Dakar también busca recaudar fondos para el Children´s Hospice South West, un orfanato. “A fin de cuentas, el Dakar es una prueba muy egoísta para un privado”.

El argentino Jorge Lacunza solo tiene dieciocho años, es el más joven del Dakar y en la historia de la prueba. Acaba de terminar el bachillerato. Su familia emitió bonos de ayuda por valor de diez dólares para ayudarle a financiar la aventura. Los italianos Marco y Alberto Brioschi participan juntos en el Dakar 2015, como los profesionales y gemelos Tim y Tom Coronel, grandes amigos de Pedro Martínez de la Rosa. Humphrey Senn Van Bassel es holandés, campeón de Europa y del Mundo de kick boxing. En su primer Dakar se rompió la clavícula en la segunda jornada. Con cinta adhesiva se fijó el hombro. “Nunca sufrí tanto dolor”. Por el gesto de su cara, la organización le cazó y le obligó a abandonar. Vuelve este año.

Recorrer Africa de abajo a arriba en moto

Los tres primeros días son los más duros, A partir del quinto día, uno se animaliza en el Dakar”, explica el francésThierry Domenech, quien cuenta también con fracturas dakarianas en sus huesos. “Luego, te programas para levantarte, coger la moto, y seguir otra etapa hacia delante, quiero recobrar este estado, un poco guerrero”.

Wessel Bosmanes sudafricano, de 56 años,atleta de velocidad clasificado en cuatro ocasiones para los Juegos Olímpicos, pero sin participar en ninguno de ellos por las sanciones a su país por el apartheid. Decidió promover un centrode esquí en Lesotho, llamadasAfriski. Para provomerlo, viajó desde Ciudad del Cabo a El Cairo durante 19 días con su hijo, que le animaba a participar en el Dakar. Para ser aceptado en la carrera, repitió el viaje para correr el Rallie Faraones en Egipto. Lo terminó. Luego viajó en moto hasta Austria para comprar su moto y luego a París para que le inscribieran en la prueba.Su joven hijo murió antes del Dakar, seguro que le cuidadesde las alturas…

Todos ellos y muchos más, como Michal Hernik,son el verdadero Dakar….