Cuarenta medallas internacionales después, Mireia Belmonte no se pone techo

Campeona del mundo y una mujer rompe récords, así es Mireia Belmonte. La nadadora española cierra el año 2014 con cuarenta medallas internacionales, trece títulos de campeona de España y tres récords del mundo, unos números impresionantes sólo al alcance de la mejor nadadora española de todos los tiempos. Pese a estos logros, por la cabeza de Mireia sólo pasa una cosa, seguir mejorando. “Espero no ver mi techo todavía”, reconoce. Antes de que acabe el año, charla con El Confidencial y, además de desearle un feliz año a todos los lectores, aprovecha para analizar cuáles son algunas de las claves de su éxito.

Un 2014 prácticamente inmejorable y un objetivo en mente: “Los Juegos de Río 2016, dentro de un año y medio”. Mireia Belmonte tiene todavía mucho margen de mejora y un futuro impredecible: “No sé todavía lo que podré hacer, espero ganar todo lo que tenga por delante”, asegura a este periódico. Para eso, la española es ambiciosa y espera hacerlo cada vez mejor: "Cada vez tengo más ganas de trabajar, de mejorar y de cuidar los detalles, dentro y fuera del agua", reconoce.

Mireia Belmonte insiste en una idea: “En teoría se ve muy lejos, pero las semanas pasan muy rápido. Hace nada estábamos en Londres y ya casi estamos en Río. Es bonito el viaje que se hace semana tras semana trabajando y es una cosa que la veo un poco lejana pero poco a poco se va acercando y hay que trabajar lo mejor posible”.

Uno de los responsables del gran momento que atraviesa la nadadora española es su entrenador Fred Vergnoux: “Es un entrenador muy duro, pero creo que su programa siempre se me da bien y disfruto mucho entrenando con él”. Además, Mireia añade sobre sus compañeros y el técnico francés: “Entrenar con nuestro grupo es complicado porque se necesita mucha mentalidad mucha paciencia y, sobre todo, muchas ganas. Es importante que la gente que entrena con nosotros tenga esas ganas y que quiera luchar y sepa sufrir”.

Mireia es uno de los mayores reclamos del panorama deportivo en la actualidad, por eso verla ante las cámaras para protagonizar algún anuncio publicitario es cada vez más frecuente. Poco a poco se ha acostumbrado a ser un personaje público, algo que lleva muy bien y que, como la piscina, también le gusta: “Son dos cosas diferentes, pero las dos me gustan mucho, son casi opuestas, pero disfruto mucho en la piscina y también con todo lo que son las cámaras, también me lo paso muy bien”, concluye.